Sólo un 2,8% de los españoles creen como Feijóo que las vacaciones están sobrevaloradas
Según el CIS, el descanso vacacional y el tiempo libre son muy o bastante importantes para el 90,8% de los ciudadanos, mientras que quienes piensan que son poco o nada relevantes no superan el 3%.

A Coruña--Actualizado a
Si Alberto Núñez Feijóo pretendía aproximarse al electorado con un guiño ingenioso y distendido cuando el pasado viernes despidió el curso político consolando en broma a quienes no tienen vacaciones, asegurándoles que están sobrevaloradas, quizá se equivocó. Según el último estudio que ha hecho al respecto el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), fechado el año pasado, sólo un 2,8% de los españoles comparten la opinión del presidente del PP, y sostienen, como él que las vacaciones son poco o nada importantes. Por contra, cerca del 91% piensan que el descanso vacacional, el tiempo libre y el ocio recreativo son bastante o muy relevantes en sus vidas.
Los datos se desprenden del estudio sobre turismo y gastronomía publicado por el CIS en septiembre pasado. Fue realizado entre el 18 y el 26 de julio de 2024 mediante 4.024 encuestas telefónicas a personas adultas de 1.178 municipios de 50 provincias del Estado. Sus respuestas reflejan que, a pesar de que la Ley del Estatuto de los Trabajadores establece el derecho a un mínimo de 30 días naturales de descansos remunerados, un 23,9% de los ciudadanos –es decir casi uno de cada cuatro– no tienen días de veraneo. Entre el resto, su temporada de asueto estival suele ser más bien corta: de los que pueden disfrutarla, el 77,1% se van menos de dos semanas, y sólo un 20,3% lo hace 15 días o más.
Feijóo inició su retiro agosteño el pasado sábado, y el mismo domingo por la mañana se apresuró a responder a quienes se burlaron de sus ironías –algunos con aún más socorronería que él–, y también a quienes, más en serio, le advirtieron de que su chanza de despedida, en boca de un representante político que pretende gobernar el país, sonaba a cuestionamiento de un derecho laboral esencial. Más aún si se tiene en cuenta que Feijóo, personalmente, sí parece valorar en su justa medida sus propias vacaciones, teniendo en cuenta que no ha renunciado a ellas ni este año ni, que se sepa, durante los 40 que lleva desempeñando trabajos remunerados por el erario público desde que en 1985 sacó una oposición a la Xunta.
"Un poco de sentido del humor", pidió el líder del PP dos días después de dar su última rueda de prensa con corbata. "A quien no sabe distinguir una broma [le digo]: tómate un albariño y descansa", resumió, vestido con camisa blanca y elegante capa de cofrade durante la feria de exaltación del vino albariño en la localidad pontevedresa de Cambados.
Al menos en eso, en la elección del destino, el presidente de los populares sí parece coincidir con la mayoría de los encuestados por el CIS, que declaran que sus lugares y actividades favoritas para disfrutar de unas buenas vacaciones son, por este orden, el turismo de sol y playa (35,1%); el turismo de carácter cultural (21,3%); el turismo de contacto con la naturaleza (18,2%); el turismo rural (13%) y el turismo gastronómico (7%). ¿Alguien puede negar que Cambados y el espectacular entorno de la ría de Arousa, de las rías baixas y de las rías gallegas, en general, responden excepcionalmente a todas esas demandas?
Claro que no todo el mundo puede sufragarse el satisfacerlas. El salario bruto medio en España son alrededor de 28.000 euros anuales, lo que en cifras netas ronda los 1.400 euros mensuales en 14 pagas. Según el CIS, en el 43% de los hogares encuestados los ingresos mensuales familiares están por debajo de los 1.800 euror al mes. Consultando los buscadores de reservas, resulta que el precio más barato de una habitación para dos adultos en Cambados para el próximo fin de semana ronda los 155 euros la noche, y un piso turístico, 235 por pernocta. Una copa albariño –son caldos de calidad– andaba por los tres euros de media en la feria.
La encuesta del CIS realizada el verano pasado, pese a estar centrada en el turismo y en la gastronomía, también incluía preguntas políticas –en una escala del 0 (lo más a la izquierda) al 10 (lo más a la derecha), los encuestados se sitúan en el centroizquierda con una media ideológica del 4,86– y de identificación subjetiva de clase: casi un 47% se consideran clase media-baja (11,7%), proletariado (12,6%) clase baja o pobre (15,6%) u otras (6,9%); un 43%, clase media, y sólo un 4,4%, clase alta. El CIS no ha cruzado los datos para saber qué porcentajes de las personas pertenecientes a cada grupo consideran, como Feijóo, que las vacaciones están sobrevaloradas. Ni siquiera hablando en broma.
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