Este artículo se publicó hace 3 años.
Todo abierto en el PSOE de Andalucía a la espera de Pedro Sánchez
La dirección federal mantiene encuentros con dirigentes y cargos públicos para saber a qué atenerse en la Comunidad antes de tomar una decisión definitiva sobre candidaturas. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se reúne con el secretario de Organización,
La dirección del PSOE federal lleva un tiempo estudiando qué hacer en Andalucía y cómo enfocar las primarias a celebrar a finales de año en las que, salvo sorpresas, se decidirá el rumbo –al menos hasta las elecciones autonómicas, cuando las convoque el presidente Juanma Moreno (PP)– de la mayor federación del partido. El secretario de Organización, José Luis Ábalos, así lo manifestó este lunes en una rueda de prensa en Madrid: "Nos hemos reunido con muchísimos compañeros de Andalucía, muchos alcaldes, secretarios generales, porque efectivamente queremos conocer qué piensan los referentes y dirigentes del partido en Andalucía".
Ábalos quiso enmarcar en la normalidad un encuentro que mantuvo hace dos semanas con el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en el que, según una información adelantada por El Confidencial, se le tanteó su disposición a presentar una candidatura alternativa a la única que en este momento está sobre la mesa, la de la secretaria general y expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. "Es parte de nuestro trabajo conocer qué piensan nuestros dirigentes, cómo ven el futuro, cómo ven la situación, y es algo que, más allá de lo extraordinario que pueda parecerles, es algo absolutamente ordinario. Lo estamos haciendo también en otras federaciones. Quizá no suscita la misma curiosidad, pero nos hacemos nuestra idea", agregó.
Preguntado además por cómo veía una posible candidatura de Juan Espadas a la secretaría general del PSOE en Andalucía, el secretario de Organización respondió dos cosas. Por un lado, que Espadas es "mucho alcalde", lo que podría interpretarse en que, en su caso, si optara por presentarse, tendría que andar con pies de plomo para no poner en riesgo el mayor ayuntamiento hoy en manos de los socialistas. Y, por otro, que la decisión de presentarse dependía de Espadas y, añadió el secretario de Organización, "también en la decisión de los militantes de Andalucía la decisión de aceptarlo o no". "Por tanto, queda en ese ámbito, en el de Andalucía", remachó Ábalos.
Espadas no quiso abonar el terreno ni prolongar los dimes y diretes, pero tampoco se cerró ninguna puerta. Fuentes próximas al alcalde indicaron a Público que no iba a entrar "en ninguna especulación orgánica ni siquiera en confirmar con quiénes se ve o habla" y que, "como ya dijo hace meses", solo "entrará en el debate orgánico cuando llegue el momento". Mientras, indicaron las fuentes, Espadas "no quiere que haya ningún elemento que despiste a la ciudadanía del trabajo duro pero con resultados en que está centrado en la Alcaldía de Sevilla".
El Congreso del PSOE de Andalucía será a finales de año o incluso puede celebrarse en enero, por lo que quedan aún varios meses. Las elecciones en la Comunidad de Madrid, convocadas para el 4 de mayo, hacen muy difícil que alguien vaya a presentarse en ese intervalo, según las fuentes consultadas.
Sin embargo, el partido está ya en ebullición.
Se suceden las cábalas y las conversaciones, se cruzan mensajes, y surgen nombres. El movimiento no solo ocupa a los dirigentes. En la base hay reflexión y acción también. Hacer + PSOE y Andalucía Socialista trabajan en aglutinar fuerzas que impulsen de abajo arriba una renovación del proyecto. También destacados cuadros que han ocupado puestos de responsabilidad y todavía los ocupan, reunidos por el sevillano Pepe Caballos, han reclamado la renovación en el partido, necesaria en su opinión, tras la pérdida del Gobierno andaluz.
De momento, en las quinielas para competir con Díaz están los mismos que estaban hace unos meses, según las fuentes consultadas. Nadie ha dado el paso, pero tampoco nadie se ha caído del cartel. Además del alcalde de Sevilla, cuya candidatura causa rechazo en algunos sectores del sanchismo, aparece la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, como la candidata preferida por los afines al presidente Sánchez en Andalucía. Hace unos días, en una entrevista en Televisión Española, Montero dejó en manos de Pedro Sánchez la decisión: "Será el presidente el que tenga sobre mí la autoridad para trasladarme cuáles son sus preferencias, circunstancia que no se ha producido y, por tanto, sigo trabajando con absoluta normalidad".
Esta idea de un candidato impuesto o lanzado desde Madrid presenta riesgos también para quien lo promueva en el caso de unas primarias, en las que el peso de los aparatos es relativo. En Andalucía, además, existe un orgullo de partido fuerte y con capacidad de decisión propia. "En Andalucía sabemos elegir. Sabemos tener voz propia", afirma un dirigente.
En las quinielas aparecen también otros nombres que podrían encabezar una candidatura alternativa a la de Díaz en esa lógica andaluza, sin necesidad de una intervención evidente desde Madrid, como por ejemplo, el de la diputada por Jaén, Ángeles Férriz, exportavoz de la Ejecutiva regional. Aunque lleva un tiempo en un segundo plano, después de haberse dejado querer tampoco está completamente desahuciado el también parlamentario por Jaén, Felipe Sicilia.
Estas primarias andaluzas tienen la particularidad de que con un número relativamente bajo de avales podría conformarse una candidatura, lo que añade un punto de incertidumbre a todo el proceso.
En resumen, en este momento, todo está abierto.
A la espera de la decisión definitiva de Pedro Sánchez, sea esta la que sea –señalar a alguien, aunque sea de un modo indirecto, no hacerlo–, que definirá el sentido de las primarias, Susana Díaz mantiene una agenda apretada, muy de su gusto, con visitas a diferentes provincias y encuentros con responsables municipales y militantes y aunque, según las fuentes, el trabajo de oposición al Gobierno de Juanma Moreno y las reivindicaciones de los alcaldes y alcaldesas marcan los encuentros, en ellos es inevitable que los socialistas hablen de sus cosas.
Hay también un sector del partido que busca un acuerdo, un pacto, que evite unas primarias a cara de perro y que no someta a las agrupaciones a tensiones excesivas. Una interpretación extendida sobre las primarias es que provocan calenturas en la base que luego acaban por pagarse en las campañas electorales, como ya sucediera en las autonómicas de 2018, que le costaron –aunque las causas son más profundas y complejas– al PSOE y a Susana Díaz el Gobierno andaluz.
La expresidenta ha repetido hasta la saciedad que va a presentarse a las primarias y así también se lo expresó al propio Ábalos, quien en una reciente visita a Sevilla quiso sondear las intenciones de Díaz, según señalaron a Público las fuentes consultadas.
Díaz tiene decidido jugarse el todo por el todo, en una apuesta a todo o nada. Hasta ahora, ha rechazado cuantas ofertas le han hecho para dejar la secretaría general del PSOE andaluz y también ha aguantado las presiones, más o menos explícitas, a las que le han sometido para que se fuese.
Algunas fuentes reflexionan, aunque lo ven remoto, que, en algún momento, tendrá que producirse entre Sánchez y Díaz una conversación al respecto de la situación en Andalucía, que podría derivar en algún tipo de entendimiento que evite un enfrentamiento que cause una nueva pelea a cara de perro.
Ese es en el fondo el gran riesgo que afronta con todo este proceso en el horizonte el PSOE de Andalucía: en el peor momento, por primera vez en la oposición, llegar de nuevo partido en dos a unas autonómicas. Gane quien gane el Congreso, la tarea de fortalecer el músculo de la organización hegemónica en Andalucía, será fundamental.
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