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Albert Rivera tira de españolismo para diferenciarse de Podemos en la recta final de campaña

El líder de Ciudadanos apela al voto joven: "Se tienen que implicar, como se implicaron los españoles en la Transición"

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, atiende a los medios a su llegada a la plaza de Pombo de Santander para participar en un acto político con motivo de la campaña electoral. EFE/Pedro Puente Hoyos

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MADRID.- Ciudadanos ha caído en las últimas encuestas frente al avance de Podemos y eso se ha hecho notar en el tono de Albert Rivera. El candidato naranja ha centrado su discurso de hoy en Santander en la faceta más españolista de su partido para diferenciarse, así, de la propuesta de referéndum de la que Pablo Iglesias ha hecho gala en los últimos días.

España ha sido la palabra más repetida en la Plaza de Pombo, en una de las pocas veces que Rivera ha elegido la 'calle' y no un auditorio cerrado para hacer campaña. "Yo pienso más en España que en mi partido y más en el futuro que en el presente. Y estoy convencido de que pensar en España es lo que nos va hacer ganar muchos votos", mitineó.

Rivera también recordó que "Ciudadanos nació en Catalunya para defender que todos los españoles somos iguales" y hasta tiró de victimismo: "Yo llevo ocho años partiéndome la cara en el Parlamento de Catalunya para que no se rompa España. Por eso no vamos a gobernar con un partido como Podemos", espetó, cerrando la puerta a cualquier tipo de negociación con ellos, a pesar de reconocer que, si llegan a ganar las elecciones, tendrá que gobernar "con apoyos".

Y esta vez fue él quien apeló a la política del miedo que siempre critica en otros, al alertar sobre un posible pacto PSOE-Podemos, los partidos con quien se disputa -al menos según los sondeos- el ser segunda fuerza política. "Algunos piensan que juntos van a romper España. Si Gobierna Ciudadanos nunca lo van a conseguir", continuó con su discurso patriótico.Y haciendo especial hincapié en arremeter contra Pablo Iglesias, agregó: "Tenemos que ganar para decirle a Artur Mas que cuando los españoles nos damos la mano, somos más fuertes. Otros van en coaliciones, incluso con Bildu en sus listas. Nosotros nos presentamos como Ciudadanos en toda España".

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, durante su intervención en el acto político que se ha celebrado en la plaza de Pombo de Santander, con motivo de la campaña electoral. REUTERS/Vincent West

Aprovechando la metáfora de darse la mano, Rivera introdujo también su discurso habitual sobre la Transición. "Fue posible porque no ganaron los bandos, sino quienes querían unir a España y, por eso, en esta Segunda Transición tiene que ganar Ciudadanos y no quienes quieren dividir el país", continuó. De paso, pidió el "voto de la ilusión" (frente al de "cabreo" de Podemos) "por nuestros padres, por nuestros abuelos y por nuestros hijos", dijo. "Dejémosles un país mejor, no por identidad, sino por un patriotismo bueno, el que hace referencia a la sanidad, a la educación, a las pensiones", mitineó entre los aplausos del público que, una vez más volvió a cortar.

A Rivera no le gustan los mitines. Prefiere el parlamentarismo. Y se le nota. Si ayer se enfrentó a un joven que le criticó su propuesta de contrato único, hoy ha vuelto a mostrarse molesto por las interrupciones espontáneas. "Es lo que tiene hacer actos en la calle", se quejó. Aunque luego lo intentó arreglar diciendo que estaba "encantado" de estar en Santander.

Citando a Sabina, dijo que "sobran los motivos" para votar "naranja", aunque hizo un chascarrillo -para arreglar el feo de antes- con respecto a las papeletas: "No son naranjas de verdad, ¿eh? Son como todas, no se vayan a confundir", bromeó antes de incidir en que "sólo un Gobierno de Ciudadanos puede dar estabilidad al país" frente a la "vieja política" de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez a quienes volvió a criticar por los 'y tú más' del debate del lunes y por no haber sido capaces de ponerse de acuerdo para crear un Pacto de Estado por la Educación como el que él propone, entre otras cuestiones.

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, durante su intervención en el acto político que se ha celebrado en la plaza de Pombo de Santander, con motivo de la campaña electoral. REUTERS/Vincent West

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, durante su intervención en el acto político que se ha celebrado en la plaza de Pombo de Santander, con motivo de la campaña electoral. REUTERS/Vincent West

Pero, de nuevo, su punto de mira era quien está logrando remontar los datos en los sondeos mientras él cae. "En España tiene que haber un cambio. Y ese cambio tiene que ser sensato para no romper España, como pretende Pablo Iglesias", le citó expresamente. No así cuando dijo que "hay partidos que dicen que Grecia es un ejemplo a seguir". "No. Nosotros queremos compararnos con los mejores países del mundo: Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Suecia, EEUU...", enumeró.

Y, aunque se mostró "convencido" de que "los españoles piden ese cambio", también volvió a resaltar la importancia de elevar el dato de participación habitual en unas elecciones generales. "Si nos quedamos por el camino, seguirán gobernando los mismos y España no puede dejar pasar el tren de la Segunda Transición", alertó. E incidió especialmente en pedir el voto indeciso y en convencer a los jóvenes para que vayan a votarles. De hecho, tras el mitin, Rivera tenía que reunirse con una agrupación juvenil en Santander para perseguir ese mismo fin.

"Tenemos la obligación de hacer algo por nuestro país. Los que nacimos en democracia tenemos que devolverle algo a nuestra sociedad. Hagámoslo", dijo en modo paternalista, incluso. "Los jóvenes se tienen que implicar ahora, como se implicaron los españoles en la Transición", continuó. Y luego rebajó el tono inquisitivo con el que intentaba responsabilizarles de todo lo malo que pueda venir si no le votan y lo cambió por su discurso de "ilusión": "Quiero invitarles a que nos den la oportunidad; no a nosotros, sino a ellos mismos. Que se den la oportunidad de acertar, incluso de equivocarse. Pero España necesita gente valiente que piense que 'imposible es solo es una opinión', concluyó.

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