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Àlex Fenoll: "El príncipe no puede venir a Catalunya y poner buena cara cuando el Estado que representa nos boicotea continuamente"

ROGER XURIACH

El pasado domingo el empresario catalán Àlex Fenoll era uno de los muchos emprendedores anónimos que iba a contar con un stand para su empresa en el Mobile World Congress, el salón internacional de telefonía móvil que se celebra anualmente en Barcelona y cuya inauguración tuvo lugar ayer lunes. Transcurridas 24 horas del pistoletazo de salida de uno de los congresos más importantes que alberga la ciudad condal —sobre todo en términos económicos—, su nombre y el de su empresa no son sólo conocidos en todas partes, sino que se ha convertido en la persona más buscada del recinto ferial. Y todo por retirar el saludo al príncipe Felipe en su visita protocolaria al evento, un gesto que, asegura, 'fue espontáneo'.

Poco después del desplante, recogido en vídeo por el portal de noticias digital Vilaweb, este diario pudo intercambiar sensaciones con el inesperado protagonista de la jornada. Fenoll, que atendió a Público por vía telefónica, no se arrepiente en absoluto de un gesto que le ha convertido en héroe nacional para unos y ejemplo del separatismo más radical para otros. 'Nos avisaron de que el príncipe acudiría en unos minutos cerca de donde estaba yo y que, por protocolo, los congresistas debíamos saludarle a medida que fuera acercándose. Cuando me tocó a mí, decliné su saludo porque él no reconoce el derecho a la autodeterminación de Catalunya. Se quedó parado y me dijo que si no quería, que no le diera la mano. Pero al rato volvió y me dijo que por educación debía dársela. Intercambié unas palabras con él y le dije que con mi gesto quería hacerle saber que no estamos de acuerdo con su manera de actuar ni con el trato que Catalunya está recibiendo', relata.

Firme en la respuesta, Fenoll aprovecha para defenderse de quienes le acusan de haber carecido de formas en su cometido: 'Estoy de acuerdo en que si no le di la mano al príncipe es por un tema de educación. Pero no como la interpretan algunos. Para mí, la educación debe tener un feedback, un retorno. Y si alguien me exige educación primero deberá reconocer mis derechos, empezando por el de votar libremente, y luego deberá reconocer el trabajo y esfuerzo que estamos realizando los empresarios catalanes sin recibir ningún tipo de facilidades por parte del Estado'. Para este empresario, fue el príncipe el que pudo faltar al respeto acudiendo al evento de Barcelona. 'Es que el príncipe Felipe no puede pretender venir aquí a hacer buena cara cuando el Estado que representa nos boicotea continuamente. Es un tema de dignidad'. 'Lo peor que le puede ocurrir al empresariado catalán es seguir conectado a España', añade.

Aunque asegura estar desvinculado de la política, el independentismo de Fenoll no es fruto de la coyuntura actual. En 2010 participó en la fundación del partido independentista Solidaritat per la Independència, liderado por el ex presidente azulgrana Joan Laporta. 'En su momento creí que era un partido vertebrador y con una importante vocación a la hora de renovar la forma de hacer política. Pero cuando creí que no representaba estos cambios lo dejé. Hace mucho que no tengo nada que ver con este partido', reconoce.

'Si algo está devaluado y si algo no queremos seguir oyendo es que formamos parte de la 'Marca España''

Al ser cuestionado por si cree que este incidente le va a reportar consecuencias negativas para su empresa (una red social sobre moda y tendencias) concede que 'la peor consecuencia que le puede ocurrir a mi empresa y al empresariado catalán en general es seguir conectados a España. Si algo está devaluado y si algo no queremos seguir oyendo es que formamos parte de la 'Marca España'. Básicamente porque aquí en Catalunya se trabaja mucho y sabemos cuál es la mejor de hacer las cosas. Nosotros no queremos vivir de subvenciones ni del cuento como en el resto del estado'.

Fenoll recibió este lunes varias muestras de apoyo, y aunque no especifica si algunas de ellas provinieron de formaciones políticas independentistas, desea que todo esto quede cuanto antes en una anécdota. Su empresa, asegura, es su única prioridad pero no descarta que en el futuro surjan nuevos gestos reivindicativos por parte de otros empresarios catalanes. 'Habrá más o menos gestos públicos de las empresas catalanas y muchos hacia una única dirección pero te aseguro que hay empresarios muy hartos aquí. Algunos incluso se plantean irse si no nos dejan votar porque prefieren deslocalizar su empresa a seguir atados a España. La alta velocidad, el corredor mediterráneo, las conexiones aéreas internacionales... ¿En qué ha ayudado España a potenciar un circuito económico tan importante como el nuestro? Es un boicot sistemático', concluye.

¿Cree que un Mobile World Congress se seguiría celebrando en Barcelona en una Catalunya independiente? 'Por supuesto. El sector está encantado con que la sede esté aquí'. El que no vendría seguramente sería el príncipe Felipe.

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