Este artículo se publicó hace 4 años.
Almeida¿Qué ha quedado de la gestión de Carmena en el primer año de Almeida como alcalde de Madrid?
La oposición municipal ve en la nueva etapa de reconstrucción una oportunidad para reforzar los servicios públicos y elevar la protección de los más vulnerables.
Manuel Tapia Zamorano
Madrid-
Su primera decisión fue devolver al parque de El Retiro la celebración del patrón de la Policía Municipal y una de sus últimos anuncios ha sido el ofrecimiento de Madrid como sede de la final de la Champions League, tras la más que probable renuncia de Estambul. José Luis Martínez-Almeida cumple este lunes su primer año al frente del Ayuntamiento, una etapa que estuvo marcada en un principio por su propósito de borrar la herencia recibida de Manuela Carmena y que al final, como consecuencia de la crisis del coronavirus, ha mostrado su perfil más institucional y de consenso.
Al contrario que su compañera de partido Isabel Díaz Ayuso, que desde la Comunidad de Madrid se ha caracterizado por sus feroces críticas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por sus polémicas declaraciones durante la pandemia, Almeida antepuso los intereses y preocupaciones de los vecinos a la pugna política, y hasta supo pedir disculpas por algunos errores cometidos, como el acto de cierre del hospital de IFEMA.
Este abogado del Estado de 45 años, aficionado a las motos y al golf, y seguidor impenitente del Atlético de Madrid, accedió al sillón municipal gracias a un acuerdo de investidura entre el PP, Ciudadanos y Vox, formación que le acarreó no pocos dolores de cabeza en sus comienzos como regidor.
Su gestión durante los meses más duros de la pandemia y su decisión de no exigir responsabilidades políticas hasta que el virus estuviera controlado hizo que recibiera el reconocimiento de políticos como el expresidente del Gobierno Felipe González y la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, así como de personajes muy conocidos como el actor y cómico Dani Rovira, el cineasta Borja Cobeaga y el escritor y crítico de televisión Roberto Enríquez, Bob Pop.
Los grupos de la oposición municipal, Más Madrid y el PSOE, coinciden en que la pandemia de la covid-19 ha marcado dos periodos bien diferenciados en la gestión de Almeida. Así, Rita Maestre recuerda el empeño inicial tanto del alcalde como de su segunda de abordo, Begoña Villacís, de Ciudadanos, por desmontar todo lo que la anterior corporación había construido en materia de movilidad y lucha contra la contaminación.
Madrid Central
A juicio de la portavoz de Más Madrid, las presiones de Vox tanto en el discurso político como en los presupuestos hicieron que Almeida cometiera graves errores como anular las multas en Madrid Central como paso previo al desmontaje de este espacio de bajas emisiones. "Afortunadamente", aclaró Maestre, "los varapalos judiciales recibidos le obligaron a dar marcha atrás.
Maestre criticó igualmente el proyecto "Madrid 360", que, a su modo de ver, era solo un logo, porque no se aprobó por ningún órgano democrático y suponía una rebaja en los niveles de protección. De esta época también es la foto de Almeida y Villacís felices mientras destruían carriles bicis, una imagen impensable en cualquier ciudad europea. También anunciaron el macroparking del Retiro, llevaron los residuos a Valdemingómez y pensaron privatizar Bicimad, aunque al final parece que se lo pensaron mejor".
En línea con las reflexiones de Maestre, el portavoz del PSOE, Pepu Hernández, señaló que hasta el 10 de marzo la obligación de su grupo municipal fue confrontar propuestas y oponerse a un gobierno de derechas que practicaba una política regresiva en todos los aspectos, y donde las exigencias de Vox se imponían de forma evidente.
"La pandemia cambió todo. Conscientes de los duros momentos que nos esperaban, la Junta de Portavoces se constituyó en comité de crisis y se acordó una declaración institucional en la que nos comprometimos a trabajar con unidad y lealtad para afrontar y superar la crisis. Pasamos de competir a colaborar, y en ello seguimos", subrayó Hernández.
Los portavoces de la oposición municipal coinciden en que la nueva etapa de reconstrucción constituye una oportunidad para reforzar los servicios públicos y elevar la protección de los más vulnerables, todo ello con políticas en favor de una economía sostenible basada en la justicia social y los empleos de calidad.
"Madrid", sentenció Hernández, "tiene una oportunidad para afrontar el desafío del cambio climático, que es la próxima amenaza, reparar desequilibrios, avanzar en la igualdad y hacer, en definitiva, una ciudad mejor para todas y todos".
Más allá de los grandes postulados políticos y de las ideas de futuro, si se entra en detalle en la gestión del equipo de gobierno compuesto por PP y Ciudadanos, la oposición municipal la resume de una forma muy gráfica: "recularon donde se equivocaron porque salieron en tromba y su falta de ideas y proyectos propios se ha reflejado en un seguidismo de los grandes programas que ya estaban en marcha".
Política de vivienda
Así lo piensa José Manuel Calvo, responsable del Área de Desarrollo Urbano Sostenible en la etapa de Carmena, quien mantiene que, en materia de vivienda, Almeida dio al principio "una serie de bandazos porque no tenía muy claro qué es lo que quería hacer, pero al final ha seguido una línea de continuidad absoluta respecto a nuestra política".
En cuanto a las políticas de movilidad y transformación del espacio público, Calvo aludió a la "beligerancia" que acompañó sus actuaciones en las primeras semanas de mandato y a los "varapalos judiciales" que les hicieron frenar ese ímpetu para acabar asumiendo Madrid Central en las mismas condiciones en que lo dejó el equipo de Carmena.
El concejal de Más Madrid dijo que Almeida dio un viraje a su discurso a raíz de la Cumbre del Clima celebrada en Madrid en diciembre y que llegó a afirmar públicamente que él había sido el único que había aplicado Madrid Central.
"Luego ha intentado alguna barbaridad como el macroparking del Retiro, algo inviable, pero es cierto que ha corregido la trayectoria y últimamente habla mucho de transporte público. Creo que en ese sentido ha asumido que esa línea de actuación también es irreversible", remarcó.
Respecto a las grandes operaciones urbanísticas, como Madrid Nuevo Norte, La Peineta, el entorno de Clesa, Calvo destacó que todas fueron aprobados inicialmente en la etapa de Carmena "y no las han cambiado mucho porque se redactaron con un amplio consenso y hablando con promotores y propietarios, lo que ha supuesto un blindaje que ha impedido que ellos puedan rescatar planes anteriores como la Operación Chamartín de Botella".
Mujer y políticas sociales
En materia de políticas sociales y de igualdad de género, Maestre indicó que el primer año ha estado muy marcado por la influencia que ha tenido Vox en el equipo municipal. "Eso se nota, sobre todo, en lo que tiene que ver con políticas de igualdad y lucha contra la violencia machista, porque no podemos olvidar que Vox niega que exista tal tipo de violencia"
La portavoz de Más Madrid lamentó que este año, por primera vez, no haya habido declaración institucional ni el 25 de noviembre ni el 8 de marzo, y que se hayan recortado las ayudas a colectivos de mujeres, como SEDOAC, y a asociaciones que luchan contra la violencia machista.
"Además", precisó, "los espacios de igualdad, tan importantes para muchas mujeres en los barrios, tienen mucha incertidumbre sobre su futuro. Ahora vivimos una situación excepcional y de repente todo ha parado, así que hay que ver qué pasa en los próximos años pero no somos optimistas, sobre todo por las condiciones que pone Vox para apoyar sus presupuestos".
En cuanto a la política social, recordó que el inicio de la legislatura estuvo marcado por las colas que se registraban en las puertas del Samur Social por parte de personas y familias -muchas refugiadas- que solicitaban un sitio donde pasar la noche.
Tras señalar que Almeida demostró poca sensibilidad y muchas ganas de culpar al gobierno central en lugar de buscar soluciones, Maestre puntualizó que ahora "nos encontramos con una situación excepcional, en la que los servicios sociales están desbordados. Es normal y lo entendemos, pero aun así deberían ser más eficaces y rápidos. Nosotros llevamos meses pidiendo que pongan en marcha la tarjeta recargable y nos dicen que sí, pero nada, no acaba de ponerse en práctica. Les está costando mucho hacer las cosas bien", concluyó Maestre.
Descentralización
Más Madrid también aprecia un retroceso importante en el primer año de Almeida en lo que se refiere participación ciudadana y al desafío de descentralizar la estructura administrativa municipal para dar más peso a los distritos.
Nacho Murgui, segundo teniente de alcalde en el equipo de Carmena, puso de relieve que los grandes perjudicados han sido el Consejo de Coordinación de los Distritos, órgano que ha sido suprimido, los foros locales, los presupuestos participativos, la Ordenanza de Cooperación Público-Social y el Observatorio de la Ciudad.
"Ellos no creen en estos mecanismos de participación e incluso los consideran un estorbo. Además, tienen un pacto oculto con la extrema derecha para eliminarlos. Este hecho es lamentable porque la sociedad civil madrileña está demostrando que es imprescindible que exista un tejido ciudadano organizado, que en ocasiones ha demostrado ser más eficaz que la propia administración", aseveró Murgui.
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