El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha instado este martes a sus socios del Govern, JxCat, a "aparcar tacticismos" y subir al "tren de la negociación" con el Estado para ofrecer la "máxima unidad de acción", pues, según Aragonès, "no hay atajos ni soluciones mágicas" para conseguir la independencia. 

Así se ha expresado en su discurso inicial en el debate de política general del Parlament, después de la crisis desatada en el Govern tras la primera reunión de la mesa de diálogo, el pasado 15 de septiembre, en la que JxCat no participó porque Aragonès vetó sus nombres, al ser tres de ellos perfiles ajenos a la Generalitat. 

Aragonès ha celebrado que el "tren de la negociación" a "resolver el conflicto político" catalán ya esté arrancando, aunque ha advertido que hay sectores en España que quieren que "descarrile", y ha asegurado que "también hay gente en Catalunya que quizá lo quiere". 

Por ello, se ha dirigido a JxCat para lanzarles el siguiente mensaje: "Es el momento de aparcar las posiciones de parte, el tacticismo, y subir al tren. Es el momento de acumular fuerzas y reforzar desde dentro y desde fuera la mesa de negociación y los posicionamientos de la delegación de la Generalitat". 

El president, que ha pedido "espíritu constructivo, voluntad de diálogo y no poner trabas al proceso de negociación", ha señalado que "no podemos desaprovechar esta oportunidad histórica". 

 Sobre el proceso de negociación, reconoce que "no será sencillo ni rápido" y que requerirá "perseverancia, aprendizaje, unidad y mucha fuerza social", así que todo lo que haga la delegación del Govern "debe estar pensado para fortalecer su posición". 

"Lo contrario sería debilitar a Catalunya, y nadie puede contribuir a debilitarla con sus acciones, consciente o inconscientemente. Yo no lo haré", ha avisado. 

"Una estrategia ganadora" que pasa por la negociación

A pesar de las declaraciones del expresident Carles Puigdemont el pasado sábado, en las que negó que que pudiera calificarse de "mesa de negociación" el espacio de diálogo abierto entre la Generalitat y el Gobierno, Aragonès ha pedido "no menospreciar" esta herramienta. 

Aragonès defiende que "no se trata de una mesa de diálogo para ir a charlar, es una mesa de negociación de un conflicto político entre Catalunya y el Estado español". Y, además, el president ha destacado que su principal objetivo sigue siendo "hacer posible la culminación de la independencia", compromiso que adquirió en su investidura. 

Para Aragonès, "a día de hoy, con la correlación de fuerzas y las condiciones" actuales, solo hay "una estrategia ganadora" y pasa por "forzar una negociación con el Estado español y paralelamente continuar trabajando" para sumar apoyos al independentismo. 

Frente a los independentistas "escépticos" con este proceso de negociación, ha comentado que está "justificada" esta actitud, pero ha pedido "alzar la mirada y entender que conseguir este objetivo es muy complejo, y la estrategia para conseguirlo también lo será". "No hay atajos ni soluciones mágicas, pero sí hay toda la voluntad, toda la determinación y toda la actitud de victoria", ha asegurado. 

Los independentistas, ha remarcado, están "obligados a trabajar con toda la determinación, toda la lealtad y toda fuerza social", porque "si el Estado no aprovecha la oportunidad de este proceso de negociación" puede provocar más adhesiones al independentismo.