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El 'brindis al sol' de Trillo: dimite de un cargo que ya tenía que abandonar

El exministro de Defensa anuncia su marcha de la embajada de Londres, cuya renovación ya estaba prevista para este año. Asegura que volverá al Consejo de Estado, donde sólo Rajoy podría haber presionado políticamente para obligarle a renunciar

Federico Trillo, durante la rueda de prensa desde la embajada española en Londres. - EFE

PAULA DÍAZ

MADRID.- Una comparecencia sin preguntas, convocada con media hora de antelación ─muchos medios no pudieron llegar a cubrirla─ y por sorpresa. Ese fue el método elegido por Federico Trillo para proclamar su particular brindis al sol: ha dimitido de un cargo que ya estaba obligado a abandonar, al menos, según la versión ofrecida por el Gobierno.

El exministro de Defensa ha anunciado esta tarde su cese en la embajada de Londres. Su decisión llega después del último informe del Consejo de Estado que le responsabiliza ─aunque no penalmente─ por la tragedia del Yak-42, el accidente ocurrido en Turquía en mayo de 2003 en el que murieron 62 militares españoles.

Tras conocerse el dictamen del máximo órgano consultivo del Estado, los familiares de las víctimas ─y también la oposición─ pidieron su cabeza. Mariano Rajoy se la negó. Pero su Gobierno aseguró que Trillo abandonaría de todas formas su puesto diplomático porque, recordaban, este año tocaba renovar hasta 72 embajadas, entre ellas, la de la capital británica

Para la asociación de familiares ese "cese enmascarado" no era suficiente. Querían que alguien en el PP o en el Ejecutivo hiciera frente a la renovada polémica. Las miradas se dirigieron entonces hacia la actual ministra del ramo, María Dolores de Cospedal. Ella consiguió apaciguar el enfado social tras reunirse con el colectivo, no sin que antes surgieran numerosas teorías de la conspiración ligadas a las pugnas internas en el Gobierno y el partido conservador

Rajoy dejó a Trillo a los pies de los caballos. Pocas horas después, él dimitió. Pero podrá volver al Consejo de Estado y cobrar a la vez, sueldo público y privado

Rajoy -después de que el ministro de Exteriores recibiera la petición de 13 exembajadores de reconocido prestigio para echar a Trillo de su puesto- reculó, apoyó a la titular de Defensa y mostró su "reconocimiento a todas las familias". También recordó la "renovación de embajadas" que ya había explicado el departamento de Alfonso Dastis. Es decir, que dejó a Trillo a los pies de los caballos.

Sólo entonces el exministro de Defensa en tiempos de José María Aznar decidió dimitir. Pocas horas después de la rueda de prensa del presidente del Gobierno en la Moncloa, Trillo convocó a toda prisa a los medios en la embajada que ahora abandonará. Pero ni pidió perdón ni su gesto puede interpretarse como tal. De hecho, ni siquiera ha dimitido del todo, sino que ha pedido al Gobierno que le releve de su puesto antes de lo que ya estaba previsto. Nada más. 

Es más, Trillo ha vuelto a mostrar su intención de volver a su puesto en el Consejo de Estado, a cuyo cuerpo de letrados pertenece desde 1979. Sólo Rajoy podría utilizar su influencia política para evitarlo. Legalmente, la vuelta a su puesto de funcionario le corresponde por derecho y nadie puede impugnarla.

Es decir, Trillo abandonará la embajada de Londres, pero, si nadie se lo impide, volverá a España manteniendo un sueldo público que, como ya informó Público, podrá compaginar a la vez con su actividad en la abogacía privada. Trillo ha dimitido, pero sólo un poco. 

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