El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado este miércoles que no va a dimitir después de que la Policía Nacional facilitara este pasado martes la salida de más de 200 migrantes del muelle de Arguineguín, en la isla de Gran Canaria, sin un lugar donde ir.

"No, no voy a dimitir", ha respondido en la sesión de control al Gobierno en el Congreso al ser preguntado por la diputada del PP Ana Belén Vázquez si pensaba dimitir "por su incompetencia" para gestionar la crisis provocada por la llegada masiva de migrantes a Canarias.

Grande-Marlaska ha remarcado que su departamento está investigando "lo ocurrido" este martes en Arguineguín: "Se tomarán las medidas necesarias y precisas si se observa alguna descoordinación. No tenemos ningún inconveniente en reconocerlo porque en nuestro caso son puntuales y tomaremos las medidas que sean precisas en ese sentido", ha aseverado el ministro.

Mientras tanto, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha urgido al Gobierno de España a impulsar los traslados a otras comunidades autónomas de los miles de inmigrantes africanos que colapsan los recursos de acogida disponibles en las islas.​

En ese sentido, el presidente canario ha instado a la UE a que "defina que modelo" migratorio "quiere para el futuro" y ha insistido en que lo ocurrido este martes en Gran Canaria "no puede volver a repetirse", por lo que ha pedido "soluciones" a esta crisis humanitaria.

El desalojo va contra "todos" los protocolos, ha señalado el presidente de Canarias, quien ha reconocido que se está en un momento "muy complicado" del fenómeno migratorio y que la solución no es fácil. 

El presidente canario ha reclamado actuaciones "inmediatas" en los países de origen y, por ello, ha comentado, este viernes viajará a Marruecos el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Ángel Víctor Torres espera que de ese viaje del ministro haya conclusiones "claras" y ha recordado que él también ha pedido viajar a Marruecos en esa o en otra fecha.

Entre 200 y 250 migrantes magrebíes que permanecían en ese muelle, junto a otras 2.000 personas, fueron conducidos a primera hora de la tarde del martes por la Policía fuera de esas instalaciones y, posteriormente, trasladados en autobuses fletados por el Ayuntamiento de Mogán ante la sede de la Delegación del Gobierno en Las Palmas, sin que nadie les ofreciera un lugar donde pernoctar. Algunos de ellos, finalmente, pasaron la noche alojados en un complejo turístico.

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha asegurado a Efe que ni su equipo ni él dieron la orden de facilitar la salida de inmigrantes del campamento de Arguineguín sin tener un recurso alternativo donde alojarlos, lo que provocó una situación que "no se va a repetir".

Pestana ha declinado entrar en más detalles sobre de dónde o de quién partió la instrucción de que 227 inmigrantes marroquíes que llevaban más de 72 horas en el campamento de Cruz Roja salieran del muelle sin haber un alojamiento preparado para ellos, más allá de subrayar que el Ministerio de Interior ha abierto una investigación para conocer por qué se produjo la situación que se vivió el martes.

"Es evidente que ha habido un error de coordinación que tenemos que solventar. La magnitud del problema al que se enfrenta Canarias es mayúscula. Hablamos de crecimientos por encima del 1.100 por 100, con llegadas que ya superan las 18.000 personas en lo que va de año", ha remarcado.

Pestana ha reconocido que la intensidad en la llegada de pateras y cayucos y la situación que se ha generado en el campamento de emergencia de Arguineguín, donde este miércoles por la mañana se congregaban unas 2.300 personas, "genera mucha tensión".

Así que a lo largo de este miércoles, ha avanzado el ministro, serán trasladados las primeras personas que permanecen en el muelle de Arguineguín al campamento que ha levantado el Ejército en el antiguo polvorín de Barranco Seco (Las Palmas de Gran Canaria) para realizar la reseña policial y las pruebas PCR.

Tras subrayar que el Ejecutivo lleva trabajando dos años y medio en política migratoria porque "se había dejado de hacer durante siete años", Grande-Marlaska ha dicho que el "problema extraordinario y excepcional" que atraviesa este año Canarias es "muy distinto" y consecuencia de la pandemia que provoca una gran presión migratoria en África.

En este sentido, ha remarcado el trabajo conjunto y "complejo" que se está realizando con países como Mauritania, Senegal, Gambia o Marruecos, donde acudirá el próximo viernes "con el fin de seguir incrementando la lucha contra las mafias" y garantizar una migración "legal, regular y ordenada".

"Vemos los que llegan pero no vemos los que hemos evitado que lleguen y pongan en peligro su vida", ha apuntado el ministro antes de insistir en que desde el Gobierno "seguimos y seguiremos" haciendo política migratoria.

El PP cree que el Gobierno es "un efecto llamada en sí mismo"

Unos argumentos que no han convencido a la diputada del PP, que ha acusado al titular de Interior "de mentir más que Ábalos" porque, ha dicho, Canarias vive su peor crisis migratoria de la última década.

"Ha pasado de ir a recibir con seis ministros el Aquarius en València, que solo le faltó llevar la banda de música, a tener que ir a Canarias a esconder los migrantes para que no se viera cómo estaban hacinados y a fletar ocho aviones para repartirlos por España", le ha recriminado.

La diputada del PP ha acusado al Ejecutivo de ser "un efecto llamada en sí mismo" y un "chollo" para las mafias, y ha exigido una respuesta "firme, contundente, inmediata y urgente" para Canarias, "la respuesta que usted ya no es capaz dar; váyase, señor ministro", ha agregado.

Grande-Marlaska ha calificado estas afirmaciones de "electoralistas" y ha recalcado que el Ejecutivo está trabajando en la adecuación de infraestructuras para la atención y acogida de migrantes en el archipiélago porque el PP las "deshizo" durante siete años.

Canarias no aceptará que se deje a los migrantes en la calle

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha asegurado este miércoles que "no" va a aceptar que se deje a los migrantes en la calle, como ocurrió en la tarde del martes con más de 200 personas, ya que entiende que es "inaceptable".

Para Torres, debe conocerse quién y por qué dio la orden en la tarde del martes de trasladar a más de 200 migrantes en el muelle de Arguineguín y a los que el Ayuntamiento de Mogán les puso autobuses para trasladarlos hasta la puerta de la Delegación del Gobierno, en Las Palmas de Gran Canaria, ya que quien fuera entiende que debe asumir "esa irresponsabilidad".

"Indudablemente es un hecho incalificable, indefendible, no tiene lógica que se envíen a la calle a doscientas y pico de personas para luego ser reubicados durante la noche. No tiene lógica que esto se haga de un momento a otro", apostilló en declaraciones a la cadena Ser recogidas por Europa Press.

El presidente de Canarias afirmó que tuvo conocimiento de los hechos mientras se encontraba en el pleno del Parlamento de Canarias, durante la tarde del martes, a través de una llamada de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, que estaba en el muelle de Arguineguín.

Esto motivó, dijo, que desde el Gobierno de Canarias se buscaran salidas junto al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, de Cruz Roja y de la Delegación del Gobierno en las islas durante toda la tarde y la noche para que "esas personas tuviesen un destino que no fuera la calle".

Más 2.300 migrantes continúan en Arguineguín

Un total de 2.301 migrantes permanecen hacinados en el Muelle de Arguineguín tras pernoctar durante la pasada noche en el campamento que se instaló el pasado mes de agosto en el recinto portuario, según han informado fuentes de Cruz Roja.

Mientras, entre la última hora del martes y la madrugada de este miércoles, Salvamento Marítimo procedió al rescate de unos 102 migrantes a bordo de tres pateras en aguas cercanas a Gran Canaria, según informó el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del 112 de Canarias. 

El presidente canario, Ángel Víctor Torres, ha urgido este miércoles al Gobierno de España a impulsar los traslados a otras comunidades autónomas de los miles de inmigrantes africanos que colapsan los recursos de acogida disponibles en las islas.