Este artículo se publicó hace 4 años.
Casado quiere utilizar al CGPJ como ariete contra el Gobierno
Dolores Delgado logró el aval del órgano constitucional para ser fiscal general del Estado con el menor apoyo de la democracia.
Marta Monforte Jaén
Madrid-Actualizado a
El Partido Popular quiere utilizar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) como ariete contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Y ha encontrado un contrapoder en este órgano constitucional: sus vocales más próximos se han levantado contra la designación de Dolores Delgado como fiscal general del Estado.
El presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, consiguió este jueves un exiguo aval a la exministra de Justicia para dirigir la Fiscalía. Es el apoyo más reducido desde que en 1986 se designó al exministro Javier Moscoso o en 1992 a Eligio Hernández como fiscales generales del Estado.
El informe favorable, que no es vinculante para el Gobierno, fue aprobado por doce vocales a favor y siete en contra. Sólo dos vocales conservadores y Lesmes votaron con la minoría progresista en apoyo a Delgado: Ángeles Carmona y Rafael Fernández Valverde.
Los siete vocales que votaron contra Delgado fueron elegidos todos ellos a propuesta del PP. Son José María Macías, Carmen Llombart, Gerardo Martínez Tristán, Nuria Díaz, José Antonio Ballestero, Juan Martínez Moya y Juan Manuel Fernández. Todos ellos consideran que "no cumple con el requisito de imparcialidad", debido a que es diputada del PSOE y hasta ahora ministra de Justicia. En próximos días se conocerá su voto particular, al igual que el voto concurrente crítico de los conservadores que la apoyaron.
Para intentar aterrizar a los más broncos, Lesmes suprimió la coletilla de que Delgado “reúne los méritos y requisitos exigidos para ser nombrada” y que ha sido utilizada en los informes sobre sus antecesores María José Segarra, Julián Sánchez Melgar o José Manuel Maza. En su lugar ,se aprobó la expresión de que “se cumplen en la candidata referida los requisitos exigidos por la legislación”.
“El PP no va a ceder en absoluto"
El PP rechaza renovar el órgano constitucional, aunque lleve un año y dos meses en funciones. Le beneficia. Esta mayoría conservadora -surgida de las Cortes Generales de 2013 - ha permitido que, en este tiempo de interinidad, Lesmes haya renovado a 46 altos cargos de la cúpula judicial. Eran decisiones que hubiera correspondido al próximo Consejo y que condicionarán a la Justicia en los próximos 20 años.
“El PP no va a ceder en absoluto. Este Consejo es el que tiene más vocales próximos al partido y en la situación que estamos con Catalunya es necesario contraponerlo a la Fiscalía”, sostiene una alta fuente popular para explicar el motivo por el cual Casado quiere utilizar al CGPJ como ariete contra el Gobierno.
"No hay posibilidad de acuerdo”, aseguró este jueves la portavoz del PP Cayetana Álvarez de Toledo: El PP, asegura, no va a "ser cómplice" del control del Poder Judicial como "pretende" el nuevo Ejecutivo.
Como en 2004
"El CGPJ se va a convertir en la oposición al Gobierno”. Esta frase parece actual, pero fue pronunciada por el vocal Enrique López en el año 2004, quien actualmente es consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid.
Así fue. López y el CGPJ -del cual era portavoz- se convirtieron en el ariete del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, durante el año y diez meses que estuvieron en funciones. Y esta fuerza sirvió a los populares para negociar con ventaja ante el PSOE.
Enrique López acaba de ser nombrado responsable de Justicia e Interior del PP por Pablo Casado. Y, de nuevo, el PP vuelve a negarse a la renovación del órgano constitucional.
“El PP está haciendo valer su posición para sacar más ventaja”, explica una fuente judicial conservadora que considera que en unos meses los populares aceptarán negociar con PSOE y Unidas Podemos.
“Si aceptan modificar el sistema de elección de los vocales del CGPJ, entraremos a negociar; si no, va a ser difícil llegar a un acuerdo”, explica otra alta fuente del PP.
La renovación del CGPJ requiere del pacto entre el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias con la oposición, ya que exige una mayoría reforzada. Y la modificación del sistema también exige esta mayoría porque supone reformar una Ley Orgánica, la del Poder Judicial.
Actualmente, los 20 vocales del órgano constitucional son elegidos directamente por el Parlamento, incluidos los 12 de procedencia judicial. “Con Ciudadanos acordamos renovar el sistema para que la voz de los jueces fuera más decisiva que ahora”, apostilla este último alto cargo del PP.
Un vocal "harto" abandona el Pleno
Sólo un vocal se ha alzado contra esta situación: Vicente Guilarte optó este jueves por no entrar en el Pleno. Este enfant terrible del CGPJ no ha querido revelar en público sus motivos, pero en fuentes de su entorno explican que está “harto” de este bloqueo y de que no se haga nada para evitar esta interinidad. El otro vocal que faltó al Pleno -Wenceslao Olea- se encontraba de viaje. Ambos fueron elegidos a propuesta del PP.
En 1996 hubo cuatro meses de interinidad. El desbloqueo lo logró el entonces presidente del CGPJ, Pascual Sala: aceptó la dimisión de seis vocales y dejó al órgano constitucional sin quorum necesario para celebrar plenos. Así forzó a José María Aznar, recién nombrado presidente del Gobierno, a emprender la renovación.
Pero Lesmes no es Sala, y el actual presidente interino se limita a escribir cartas al Congreso y al Senado recordando que están en funciones.
Ahora, Lesmes ha aplazado la votación de los últimos altos cargos que quedaba por nombrar, con la esperanza de que haya acuerdo. El pescado está casi vendido en su totalidad, aunque aún faltan por nombrar a tres magistrados de la poderosa Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
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