El comisionista Luceño del 'caso Mascarillas' falsificó una placa y un carnet como asesor de seguridad del CNI
La Policía Científica concluye que los documentos que guardaba Alberto Luceño en su domicilio relacionados con el CNI son "íntegramente falsos".
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madrid,
El carnet falso del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que la Policía encontró en el domicilio del comisionista Alberto Luceño, investigado en el caso mascarillas del Ayuntamiento de Madrid, le identificaba como "asesor de seguridad", según consta en el informe de la Unidad Central de Criminalística de la Policía Científica al que ha tenido acceso Público. Los agentes concluyen que tanto la placa del CNI como la tarjeta de identificación personal hallados en el domicilio de Luceño son "íntegramente falsos".
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Respecto a la placa emblema analizada, la Policía advierte que "presenta similitudes con las auténticas en el aspecto general", aunque al entrar en el detalle los agentes han encontrado "discrepancias" en la disposición de los rayos dorados que se superponen en el centro de la misma.
En lo que concierne al carnet falso del CNI, en el de Luceño no consta ni el número de agente ni el chip correspondiente, a diferencia de los auténticos. Además los agentes advierten de la "deficiente" impresión del documento.
La tarjeta de identificación como asesor de seguridad del CNI con fotografía de Alberto Luceño está fechada en marzo en 2020, es decir, nada más comenzar la pandemia y justo en el momento en el que tanto él como su socio, Luis Medina, vendieron al Ayuntamiento de Madrid un millón de mascarillas y otros productos sanitarios con comisiones de cinco millones de dólares. La presunta estafa la está investigando el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid.
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El juzgado ha valorado la posible responsabilidad civil de Luceño en 5.567.725 euros, cantidad que obtuvo con las comisiones por los contratos entre el Ayuntamiento de Madrid y la empresa malasia Leno.
Alberto Luceño está imputado por los presuntos delitos de estafa, falsedad y blanqueo por las comisiones de cinco millones de dólares que obtuvo por tres contratos del Ayuntamiento de Madrid con la empresa malasia Leno; dinero que salió de las arcas públicas madrileñas. Su socio, el aristócrata Luis Medina también está siendo investigado; en su caso, la comisión fue de un millón.