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Unión Europea El Consejo Europeo y el Europarlamento logran un acuerdo presupuestario que desbloquea el fondo anticrisis

La Eurocámara ha conseguido rascar 15.000 millones extras para partidas como sanidad o investigación, aunque lejos de los 39.000 que reclamaba.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, este martes durante una videoconferencia con distintos líderes europeos sobre la lucha contra el terrorismo.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, este martes durante una videoconferencia con distintos líderes europeos sobre la lucha contra el terrorismo. Olivier Hoslet / REUTERS

En julio los jefes de Estado y de Gobierno acordaron un Marco Financiero Plurianual (MFF) para los próximos siete años dotado con 1,074 billones de euros, y un fondo de recuperación, con 750.000 millones de euros. Hoy, después de largas negociaciones entre el Consejo y la Eurocámara, se ha cerrado un acuerdo político para el presupuesto comunitario de los próximos siete años, que implica un importante avance para desbloquear el fondo de recuperación.

"Un acuerdo para Europa. Los negociadores del Consejo y del Parlamento Europeo logran un acuerdo sobre el presupuesto europeo y el paquete de celebración", ha celebrado el portavoz de la presidencia rotatoria del Consejo en Twitter, ilustrándolo con una imagen emulando una fumata blanca.

La Eurocámara, históricamente menos austera que el Consejo, ha pedido con convicción proteger algunos de los programas que considera prioritarios y que sufrieron serias podas respecto al plan actual en el acuerdo de julio. Entre ellos estaban los fondos para cohesión, Erasmus, Horizonte u Invest EU, entre otros. Para ello reclamaban un aumento de 39.000 millones de euros en el presupuesto plurianual, aunque finalmente han aceptado 15.000.

El paquete acordado entre sendas instituciones incluye un refuerzo específico de los programas de la UE, como Horizonte Europa, EU4Health y Erasmus +, en 15.000 millones de euros a través de cantidades adicionales (12.500 millones de euros) y reasignaciones (2.500 millones de euros). Este dinero llegará en el transcurso del próximo período financiero, respetando los límites de gasto establecidos en la cumbre de julio entre los Veintisiete.

La eurodiputada de Izquierda Unida, Sira Rego, lamenta que en el acuerdo “se mantienen las líneas principales que hemos criticado en el pasado”. Por ejemplo, ha añadido “va a haber un aumento sin precedentes del gasto en materia de seguridad y defensa y la financiación de la Guardia Europea de Fronteras y Costas no llevará incluida ninguna cláusula ni criterio para corregir las violaciones de los derechos fundamentales que hemos visto en las últimas semanas”. “Es inadmisible que después de la información que se ha publicado sobre agentes europeos practicando devoluciones ilegales, se destinen 1.500 millones de europeos a Frontex y a la gestión de fronteras”, ha señalado Rego.

La eurodiputada socialista, Margarida Marques, se ha mostrado satisfecha con el acuerdo alcanzado. Reconoce que aunque no son las cifras ideales, el Parlamento ha cumplido con su cometido, que era proteger los principales programas europeos, buque insignia del proyecto comunitario.

Los eurodiputados y eurodiputadas han aceptado un montante muy inferior al que venían reclamando desde 2018. Sin embargo, conscientes de la importancia de alcanzar un acuerdo, y entendiendo que se trata de una situación extraordinaria, han acordado un paquete completo, que se apoyará en el fondo de recuperación. Además, el pacto también incluye nuevos recursos propios, que permite financiar el presupuesto sin que los Estados miembros tengan que aportar el 80%, como ocurrió en el último marco financiero.

Recursos propios

Desde la Eurocámara insisten en la importancia de los recursos propios para hacer frente al pago de la deuda, “para que no sean los ciudadanos los que asuman nuevos impuestos o los programas europeos los que padezcan duros recortes”. Sendas instituciones han previsto nuevos recursos con una doble vocación: pagar la deuda y hacer justicia fiscal. Este apartado se incluirá, tal y como defendía el Consejo, dentro del techo del presupuesto.

La eurodiputada liberal Valérie Hayer, ha hecho hincapié en la importancia de haber logrado un acuerdo en materia de recursos propios. Éstos proporcionan los principales ingresos de la UE, así como los mecanismos de corrección diseñados para compensar los desequilibrios en las contribuciones nacionales. Hayer ha explicado que, además del impuesto al plástico, el pacto acordado incluye el sistema de comercio de emisiones y una tasa al carbono en frontera, una tasa digital y una tasa a las transacciones financieras y a las multinacionales.

Sira Rego insiste en que los recursos propios “son particularmente importante, porque permite la financiación del Plan de Recuperación sin aumentar las contribuciones de los estados a la UE o generar deuda, e introduce una serie de criterios sociales y medioambientales para que la UE disponga de recursos a los que contribuyan más quienes más tienen”.

Próximos pasos e implicaciones

Las negociaciones del MFF eran el principal escollo para la puesta en marcha del plan de recuperación, después de alcanzar un acuerdo la semana pasada entorno a la vinculación del respecto del Estado de Derecho al fondo. Pero todavía quedan por completar algunas formalidades.

El paquete presupuestario está compuesto por cuatro bloques que se están negociando en paralelo: el mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el reglamento del Estado de Derecho, el MFF y la decisión de Recursos Propios.

El mecanismo de Recuperación y Resiliencia es la piedra angular del fondo anticrisis, que pondrá a disposición de los Estados miembros 672.500 millones de euros. La semana pasada se alcanzó un acuerdo interno en el Parlamento, que tendrá que votarse en pleno esta semana y, a continuación, comenzarán los trílogos con el Consejo y la Comisión.

Por lo que respecta al Estado de Derecho, ahora la Eurocámara deberá de aprobarlo formalmente y el Consejo necesitará de una mayoría cualificada para dar luz verde también, al igual que ocurre con el MFF.

La decisión de recursos propios todavía tendrá que ser negociada y aprobada por unanimidad por los Veintisiete. A la dificultad que por sí tiene cualquier acuerdo por unanimidad se le une la amenaza de Hungría y Polonia, como pataleta por la cláusula del Estado de Derecho acordado la semana pasada entre el Consejo y el Parlamento y que previsiblemente aprobarán las capitales por mayoría cualificada este mes. Si Budapest y Varsovia cumplieran con sus amenazas podrían bloquear el presupuesto comunitario para los próximos siete años y el fondo anticrisis, creado para sacar del atolladero a las agotadas economías europeas por la pandemia.

El eurodiputado popular Jan Olbrycht ha comentado que, como político, y teniendo presente el contexto actual, “no entendería que un país fuera capaz de bloquear el dinero para todos los socios”. Ha insistido en que el trabajo en la Eurocámara está hecho y ha pasado la pelota al Consejo.

El eurodiputado socialista José Manuel Fernandes, ha aprovechado la ocasión para defender el trabajo del equipo negociador de la Eurocámara frente a todos aquellos que durante las últimas semanas les han acusado de poner en peligro el fondo anticrisis. “Hemos dado nuestra opinión sobre los recursos propios, hemos llegado a un acuerdo político sobre el Estado de derecho y para el MFF, ¡ya está, se han acabado las excusas del Consejo!”, ha dicho molesto.

La ciudadanía tiene que saber quién retrasa las cosas, porque nosotros ya dimos en septiembre nuestra opinión sobre la decisión que permite a la Comisión Europea ir a los mercados a endeudarse para financiar el fondo de recuperación, pero el Consejo todavía no lo hecho”, ha lamentado Fernandes. “No hay tiempo que perder, porque es una decisión que requiere unanimidad y la ratificación de los parlamentos nacionales”, ha recordado, al tiempo que ha apremiado al Consejo a avanzar en esta dirección, para que el dinero llegue a las capitales lo antes posible.

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