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Debate en el PSOE Izquierda Socialista: 40 años siendo la conciencia crítica del PSOE

La corriente interna del Partido Socialista quiere volver a recuperar su protagonismo. Aunque sus relaciones con el partido siempre han sido convulsas en temas concretos (OTAN, huelga general o los GAL) nunca se han sentido tan ninguneados como con Sánchez. Celebrarán unas jornadas en septiembre para despertar "la conciencia de izquierda" en el PSOE.

Manuel de la Rocha en el balcón de su despacho en la Gran Vía madrileña.
Manuel de la Rocha, dirigente de Izquierda Socialista EFE.

En el 2020 Izquierda Socialista (IS) cumplió 40 años como corriente oficial dentro del PSOE. Aproximadamente. Y es que algunos opinan que nació en 1979 nada más acabar el llamado 28 ½ Congreso del PSOE, y otros que no se constituyó oficialmente hasta 1980. En cualquier caso, la pandemia impidió cualquier conmemoración.

Pero, 40 años después, el grupo de socialistas que nació como "herederos de una derrota" (la que sufrió Pablo Castellano en el cónclave socialista en el que el PSOE abandonó el marxismo y coronó a Felipe González) sigue en pie y quieren volver a tener voz y protagonismo en el encorsetado PSOE de Pedro Sánchez.

Esta misma semana enviaron una carta al secretario general del partido firmada por 500 dirigentes del partido para pedirle que volviera a normalizar su situación como corriente interna. No les ha recibido en estos cuatro años desde el último Congreso, los ha excluido de la Ejecutiva (aunque a Juan Andrés Perelló se le considera cercano) y han sido apartado de listas y puestos orgánicos en la mayoría de los procesos.

Lo cierto es que la relación de Izquierda Socialista con el PSOE siempre ha sido convulsa. El primer enfrentamiento fue con el referéndum de la OTAN, donde la corriente de izquierda del PSOE pidió el voto en contra. También hubo grandes tensiones cuando sus miembros defendieron las razones sindicales para la histórica huelga general del 14 de diciembre de 1988. Y saltaron más que chispas cuando años después no siguieron la postura oficial y consideraron los GAL como "terrorismo de Estado".

Pero, pese a estas tensiones, ni Izquierda Socialista se planteó dejar el PSOE; ni el PSOE se atrevió nunca a expulsar o desactivar esta corriente interna, y siempre han sabido administrar las diferencias.

La edad de oro para Izquierda Socialista fue en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del PSOE. Les dio voz y representatividad orgánica e institucional. Y, manteniendo siempre su postura crítica dentro del partido, los representantes de IS mantuvieron lealtad y colaboración con el líder socialista. "No me cabe duda de que Zapatero ha sido el presidente más de izquierda de la democracia", afirma el portavoz de IS, Juan Antonio Barrio de Penagos.

Más tarde, ya con Zapatero fuera del PSOE, intentaron ganar protagonismo presentando sus candidatos a las primarias y, de esta forma, José Antonio Pérez Tapias compitió en las primeras primarias con Pedro Sánchez y Eduardo Madina, consiguiendo un resultado más que aceptable. Y también lo intentó mas recientemente el histórico líder de esta corriente, Manuel de la Rocha, para ser candidato a la Alcaldía de Madrid. 

Izquierda Socialista intentó ganar protagonismo presentándose a distintos procesos de primarias

A partir de estos fallido intentos, con Tapias abandonando el partido, la corriente interna entró en crisis. Hubo hasta una escisión y empezó a ser completamente irrelevante en el partido. Y eso aprovechó Pedro Sánchez para intentar darles la puntilla, según la interpretación de algunos dirigentes de IS.

Los dejó fuera de la Ejecutiva, ignoró sus reivindicaciones y los ninguneó como, según dicen, no ha hecho ningún otro secretario general del PSOE. "¡Ni Almunia!", exclaman.

No obstante, aseguran que no buscan un enfrentamiento y que aplauden el Gobierno de coalición formado por Pedro Sánchez, ya que la unidad de la izquierda siempre ha sido una de sus reivindicaciones históricas.

Pero Izquierda Socialista ha recompuesto filas y quiere volver. La carta enviada a Sánchez es el primer paso. También tienen previsto celebrar en septiembre el aniversario de su creación con unas jornadas antes del 40º Congreso Federal de octubre para reivindicar en el partido "una conciencia crítica de izquierda". Y piensan hacer oír su voz en el cónclave socialista.

Los que se autodenominan como "herederos de una derrota" dicen que no se van a rendir y, además, la carta enviada a Sánchez empieza a tener más apoyo que el de los 500 firmantes.

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