La decisión 'in extremis' de Puigdemont para la Mesa del Congreso mantiene en vilo la legislatura

El Congreso llega al 17 de agosto, la fecha marcada en rojo en el calendario político tras el 23 de julio, sin ninguna certeza. El día en el que da comienzo oficialmente la XV Legislatura de la democracia, tras tres semanas para negociar la conformación de la Mesa del Congreso, esta sigue en manos de Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, que, con todo, ha conseguido poner al PSOE y al PP de acuerdo en algo. "Todo puede pasar, pero si mañana la Mesa cae para el PP hay pocas posibilidades de una investidura de Sánchez", coinciden hasta media decena de fuentes —populares, socialistas y de otras fuerzas progresistas— consultadas por Público.

"Gobernar con el PP con mayoría absoluta en el Senado, gobernando en la mayoría de las comunidades y con la Mesa del Congreso lo veo difícil", apunta un estrecho colaborador de Pedro Sánchez. Los socialistas asumen que hacerse con la presidencia —y el control— del órgano de dirección del Congreso es casi una condición sine qua non para empezar a hablar de la investidura.

Misma reflexión en Génova, donde fuentes populares fían su estrategia a lo que suceda este jueves en la Cámara Baja. Desde el equipo de colaboradores de Alberto Núñez Feijóo aseguran que si el PSOE se hace con la presidencia de la Mesa gracias a un acuerdo con JxCat — "y nos adelanta en apoyos", resumen— volverán a revalorar su hoja de ruta.

Hasta el momento el líder del PP había insistido en que su intención es acudir a una investidura, aunque fuese fallida, como candidato de la lista más votada. "A ver qué pasa mañana. Si vemos que hay un acuerdo del PSOE con Junts también para la investidura valoraremos", aseguran fuentes populares.

Por su parte, el PP —que propone a Cuca Gamarra como presidenta del Congreso— solo tiene amarrados los votos de Vox y UPN, con los que llegan a los 171 diputados. Feijóo aseguró este miércoles que se movían "entre 171-172", contando a Coalición Canaria, que "puede hacer cualquier mañana", dice, resignado, un dirigente popular. Descartan, entre críticas, que el PNV se abra a votar con ellos.

¿Sigue el PP con las conversaciones abiertas hasta el último momento? "A la subasta de Sánchez no vamos a competir", responden.

Optimismo en el bloque progresista

Mientras, la izquierda confía en sus posibilidades de ganarle esta batalla al PP. Aina Vidal ha sido clara la mañana del miércoles día 16. La diputada electa por Sumar y dirigente de En Comú Podem ha aprovechado su presencia en el Congreso —tenía que recoger su acta de parlamentaria— para constatar el optimismo que rige en las filas de su formación en lo referente a que la Mesa del Congreso acabe teniendo mayoría progresista. Además, ha confirmado que las vías de negociación entre Sumar y Junts permanecen abiertas y continuarán así "toda la legislatura".

El silencio en torno a las conversaciones en las últimas semanas ha sido ensordecedor, pero las horas se agotan. La propia Yolanda Díaz, líder de Sumar, ha deslizado que es ella misma, junto con Jaume Asens, la que está negociando con las más altas instancias del partido. Sin embargo, tal y como confirmaron fuentes conocedoras de las negociaciones a Público, un acuerdo para la Mesa no implica un acuerdo de investidura. Aun ganando la votación este jueves, el PSOE solo puede respirar tranquilo unos días.

Todos los actores implicados en las conversaciones se han esmerado en aclarar que el diálogo para la investidura se llevará a cabo en otros términos. Fuentes próximas a dichas conversaciones llegaron a asegurar a Público que "la Mesa del Congreso es la parte fácil", pero que la investidura "está complicada".

Escenarios posibles, todo abierto

Pero, para ser la parte fácil, llegarán al pleno con la presidencia, y la legislatura, en el aire. A las 10 de la mañana empezará la sesión y en estos momentos existen diferentes escenarios sobre la mesa que pueden resultar de las votaciones que se llevarán a cabo por orden: primero, la presidenta del Congreso; después, las cuatro vicepresidencias y, por último, las cuatro secretarías.

El primero de los escenarios es el idóneo para PSOE y Sumar. Si JxCat les otorga su apoyo en bloque y permite a los progresistas una mayoría holgada en la Mesa, podría leerse como una primera piedra sólida para futuras negociaciones. Sin embargo, el partido que lidera Puigdemont también puede ceder solo algunos diputados, suficientes para que PSOE y Sumar logren mayoría, pero con un claro mensaje de distancia.

También puede ocurrir lo contrario. Existe la opción (muy lejana) de que JxCat otorgue sus apoyos a favor de la candidata del PP, lo que daría la posibilidad a los de Feijóo de luchar una mayoría conservadora en la Mesa, aunque ni siquiera en ese caso la tiene amarrada con seguridad.

Otro escenario posible, según informa Nació Digital, contempla una abstención o un voto nulo de los de Puigdemont. En este caso, todo dependerá de Coalición Canaria. Si la diputada insular votara a favor de Armengol, habría mayoría y presidencia progresista en la Mesa. Si hiciera lo propio en favor de Gamarra, lideraría el órgano el bloque conservador. Si la canaria se abstuviera, se produciría un empate técnico, con lo que, según la ley, se repetiría la votación hasta que una de las dos candidaturas a presidenta —miembro de la Mesa que decantará la balanza— obtenga más votos que la otra. Las próximas horas serán cruciales.