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Susana Díaz recela de las maniobras de Pedro Sánchez para intentar un gobierno alternativo

La presidenta andaluza, que tiene línea directa con Rivera, sabe que Ciudadanos no se sumará a un acuerdo con Podemos, y en el próximo Comité Federal socialista mantendrá su rechazo a pactar con la formación de Pablo Iglesias y con los independentistas

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La presidenta andaluza, Susana Díaz, con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en un desayuno informativo el pasado mes de junio, antes de las elecciones del 26-J. REUTERS

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SEVILLA.- El PSOE andaluz, la federación más potente del partido, ha contenido la respiración y luego se le ha congelado el rostro al enterarse por la prensa de que Pedro Sánchez intentará formar un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy. “¿Otra vez vamos a cansar y a confundir a los ciudadanos?”, dicen fuentes del partido.

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La dirección federal y la andaluza mantienen los puentes de comunicación rotos, viven en una permanente atmósfera de desconfianza mutua que unos y otros definen como “guerra fría”. Al enterarse del anuncio de Sánchez, el PSOE-A admitió que desconoce cuál será la hoja de ruta del secretario general (“si es que tiene alguna, porque si va a intentar un gobierno alternativo es que vendrá con un acuerdo o con un preacuerdo con otras fuerzas”).

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La candidata del PSOE en las autonómicas andaluzas, Susana Díaz, en el mitin de cierre de campaña. REUTERS/Marcelo del Pozo

Susana Díaz cree estar segura de que Sánchez no ha llegado a ningún acuerdo con Ciudadanos, porque tiene línea directa con Albert Rivera y sabe que la razón de ser del partido naranja es, entre otras cosas, no dejar entrar a la formación morada en las instituciones. Por esa parte está tranquila.

Foto de archivo del líder socialista, Pedro Sanchez, durante un debate de investidura. / SUSANA VERA (REUTERS)

Ambos escenarios suponen un riesgo para Díaz y los críticos. El primero porque enfrenta a la militancia, reacia a dejar gobernar a Rajoy, con el aparato del partido (Sánchez se identificaría con unos, y Díaz con otros). El segundo porque acelera dramáticamente el calendario interno y vuelve a dejar a la presidenta andaluza fuera de juego: o se arriesga a disputarle el liderazgo en un duelo relámpago, con el partido abierto en canal y las instituciones paralizadas y pendientes del PSOE, o se cae de la terna por enésima vez.

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