La dimisión de Soria exhibe las dos caras de un PP dividido

MADRID.- La dimisión del ya exministro de Industria, José Manuel Soria, tras conocerse su implicación en los denominados 'papeles de Panamá' ha dividido al PP. Por un lado, algunos creen que ha actuado de forma "honorable", mientras otros consideran que su credibilidad ha quedado en entredicho.

En una de las caras de la moneda está Fernando Martínez-Maillo, el vicesecretario de Organización más afín al aparato del partido. Para él, la decisión de Soria ha sido "coherente" y asegura que se debe únicamente a "errores de explicación" pero no a ninguna "irregularidad". "El PP no cuestiona su honorabilidad", ha sentenciado en Los Desayunos de TVE. 

Maíllo: "A Soria no se le acusa de nada. No ha podido dar explicaciones porque no tenía conocimiento de esas informaciones"

"Ha tenido una trayectoria formidable. El PP está hoy profundamente triste", añadió Maíllo que, no obstante, sí reconoció que en las filas conservadores había cierta "preocupación" por las informaciones de los últimos días respecto a la sociedad que Soria tenía presuntamente en Jersey, considerado paraíso fiscal. "Esa novedad es la que ha marcado la gran diferencia en la evolución de la situación de Soria", ha reconocido.

Maroto: "La credibilidad es el único patrimonio que tiene un político"

En el polo opuesto, entre los que sí han sido contundentes tras conocer la noticia, se encuentra uno de los nuevos vicesecretarios que representan la renovación en el PP y que se han atrevido a ser críticos con las decisiones de Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal y compañía. Javier Maroto, vicesecretario de Acción Sectorial, ha sido mucho más duro con Soria: "La credibilidad del ministro ha quedado en entredicho", ha opinado en declaraciones a RNE. "Y la credibilidad es el único patrimonio que tiene un político; el mejor patrimonio", sentenció. "Si eso se pierde, se pierde lo más importante que tiene que ofrecer un político a la sociedad", ha insistido.

Es más, ha recalcado que Soria ha tomado su decisión "con el conocimiento y el consentimiento" del presidente del Gobierno y del partido, de manera que también Mariano Rajoy "gana en credibilidad y en contundencia" con una medida que "seguro que en lo personal ha sido difícil.