Este artículo se publicó hace 4 años.
El discurso de Navidad del reyDiferencias abismales en el Gobierno sobre el discurso del rey: el PSOE alaba el mensaje y Podemos lo tilda de propaganda
Los socialistas proponen una renovación del modelo de Estado y el partido morado apuesta abiertamente por ir a un "horizonte republicano". No obstante, las dos formaciones asumen sus posiciones y creen que no afectará a la estabilidad.
Madrid-
Se preveía y se sabía, pero se han disipado todas las dudas. Las diferencias en el Gobierno de coalición sobre la valoración del discurso del rey visualizaron que ambos partidos, que comparten mesa cada martes en el Consejo de Ministros, tienen visiones totalmente contrapuestas sobre la monarquía y sobre el actual modelo de estado.
El debate interno va más allá de una simple valoración de la tradicional intervención navideña de Felipe VI. El PSOE propugna la modernización y reforma del actual modelo de la Jefatura de Estado; y Podemos aboga abiertamente por un cambio radical, donde sean los ciudadanos quienes decidan quién ocupa este puesto y postulando un "horizonte republicano".
El PSOE, que supervisó y dio el visto bueno al discurso desde la Presidencia del Gobierno, no dudó en alabar la intervención del monarca. Fue la propia presidenta del partido, Cristina Narbona, quien hizo una valoración positiva de la intervención del monarca, para asegurar que su partido comparte "lo fundamental de los mensajes del rey Felipe VI durante su discurso navideño", afirmó.
La presidenta socialista destacó, especialmente, que el monarca "quiso infundir un mensaje de confianza en el futuro, de confianza en nosotros mismos a partir de un profundo sentido de responsabilidad individual y de confianza, de confianza en nuestras instituciones y de confianza en nuestra capacidad de superar lo que estamos viviendo", dijo, y apuntó que con estas ideas el PSOE se siente plenamente identificado.
Pero Narbona aprovechó también la valoración del discurso para apostar por una renovación de la institución monárquica y, por tanto, del modelo de Estado, pero manteniéndose tal como está en la actualidad.
En este sentido, la presidenta socialista indicó que confía en que el rey "siga adelante con la renovación de la institución monárquica iniciada desde el principio de su mandato para convertir a la monarquía parlamentaria de nuestro país en una institución del siglo XXI a plena satisfacción de todos los ciudadanos", destacó Narbona.
Y, además, Narbona dejó claro que al PSOE le basta la referencia hecha por el rey sobre su compromiso en la defensa de los "valores éticos" para pasar de puntillas sobre la situación del rey emérito.
Radicalmente distinto en todos sus aspectos fue la valoración hecha desde Unidas Podemos, a través de su portavoz, Rafael Mayoral, quien calificó el discurso del monarca como "mera propaganda", a la vez que denunció que eludió "hechos fundamentales", en referencia a los escándalos que acorralan al rey emérito.
Mayoral: "¿Es la institución monárquica una herramienta idónea para delinquir?"
Pero, además, volvió a poner sobre la mesa los planteamientos que defiende esta coalición de izquierda, asegurando que seguirán trabajando para conseguir un "horizonte republicano" y que la Jefatura del Estado sea elegida por los ciudadanos.
Discrepancias esperadas
Pese a estos planteamientos, tanto desde el PSOE como desde Unidas Podemos aseguraron que estas diferencias tan radicales no tienen por qué poner en cuestión el Gobierno de coalición ni su funcionamiento, y que eran esperadas y previsibles. Además, ambas partes saben que nadie se va a mover de sus posiciones en este asunto.
El portavoz de la formación morada aseguró que su partido respeta la adhesión monárquica del PSOE, aunque también quiso recordar que la formación de Pedro Sánchez es "un partido fundamental en la defensa de monarquía" y, a día de hoy, "es el principal sostén de la monarquía en un momento como este".
Desde el PSOE también se asume la posición de Unidas Podemos y no se quiere entrar en confrontación sobre este tema, ni tampoco se considera determinante en lo que es la propia acción del Gobierno, ni que puede poner en cuestión su estabilidad a corto plazo.
En este caso, se podría decir que la discrepancia es pactada y consentida, y cada parte cree que defiende lo que quiere su propio electorado, por lo que ni les quita ni les da votos. El PSOE no se va a mover un ápice de la defensa del modelo constitucional de monarquía parlamentaria que quiere reforzar y modernizar con algunas reformas; y Unidas Podemos va a seguir batallando para que vuelva la república. Y, mientras tanto, todo apunta a que seguirán gobernando juntos.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.