Público
Público
Elecciones autonómicas y municipales 2023

Disputas ajustadas en las principales ciudades de Tarragona en las elecciones municipales

En Tarragona, el republicano Pau Ricomà, actual alcalde de la ciudad, aspira a un segundo mandato, pero el candidato del PSC -y ex líder de Ciutadans en el consistorio-, Rubén Viñuales (PSC), le sigue muy de cerca. En Reus, Carles Pellicer abandona la política y se abre una batalla electoral entre Noemí Llauradó (ERC), Teresa Pallarès (Juntos) y Sandra Guaita (PSC). Los pactos serán clave.

L'alcalde de Tarragona, Pau Ricomà. JORDI SANS
El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà. JORDI SANS.

A pocas semanas de las elecciones municipales del 28-M, el Camp de Tarragona se prepara para una batalla electoral bastante igualada. En Tarragona, el republicano Pau Ricomà, actual alcalde de la ciudad, aspira a un segundo mandato, pero el candidato del PSC -y exlíder de Ciutadans en el consistorio-, Rubén Viñuales (PSC), le sigue de cerca. En Reus, el actual alcalde, Carles Pellicer, abandona la política y se abre una disputa muy ajustada entre Noemí Llauradó (ERC), Teresa Pallarès (Juntos) y Sandra Guaita (PSC). La dirección de voto de los electores y la aritmética a la hora de pactar será clave.

En las últimas elecciones municipales, celebradas el 26 de mayo de 2019 y con las generales de precedente, importantes consistorios del Campo vieron cómo se rompía la hegemonía CiU-PSC, una combinación desgastada por diversos casos de corrupción, como el caso Inipro o Innova. El ejemplo más claro fue el de Tarragona, donde Pau Ricomà (ERC) rebatió la alcaldía a Josep Fèlix Ballesteros (PSC) después de 40 años de gobiernos encabezados por el PSC o la antigua CiU; en Reus, se impuso Carles Pellicer (PDeCAT), aunque ERC triplicó a los concejales; y en Salou, ganó el convergente Pere Granados, que ahora se ha aliado con los socialistas.

Por tanto, mientras el PSC aspira a recuperar las alcaldías del Camp de Tarragona, ERC, Junts y el PDeCAT quieren mantenerlas o llegar por primera vez. A falta de encuestas oficiales, los resultados en las urnas de las próximas elecciones quedan abiertos, con victorias muy ajustadas. Los pactos serán decisivos.

Prueba de fuego para ERC en Tarragona

Hace cuatro años, ERC conseguía la alcaldía de Tarragona por primera vez después de la vuelta de la democracia a España. Durante 40 años, el PSC y los convergentes se habían ido combinando la alcaldía hasta el 2019, cuando Pau Ricomà rompió esta hegemonía, aunque los republicanos no fueron la fuerza más votada. Los socialistas ganaron las elecciones, pero el republicano recibió el apoyo de los dos concejales de la CUP, los dos comunes y los tres de Junts por ser alcalde, una votación que desbancó a Josep Fèlix Ballesteros, que abandonó la primera línea política.

Pese al cambio de ciclo, el mandato ha sido convulso para muchos de los partidos tarraconenses en el consistorio. Durante los dos primeros años, los dos concejales de la coalición En Comú Podem que apoyaron a Ricomà formaron parte del gobierno municipal. Dos años más tarde, ERC incorporó los dos concejales de la CUP y los tres de Junts al gobierno, un movimiento que dividió a los comunes: Hermán Pinedo se quedó como no adscrito, y Carla Aguilar pasó al oposición, que lidera el PSC (7), junto a Ciutadans, que tenía 4 concejales, de los que 2 salieron del grupo, y el PP (2). Así pues, ERC, con siete concejales, se quedó en uno de la mayoría absoluta.

El PSC ahora se presenta con un nuevo candidato, Rubén Viñuales, diputado en el Parlament de Catalunya y exlíder de Cs en el consistorio. Con este cambio, los socialistas esperan recuperar los votos que en las anteriores elecciones acudieron a Ciudadanos, ahora en caída libre, y gobernar de nuevo Tarragona. Esta aspiración choca, sin embargo, con la de Ricomà, que quiere revalidar la alcaldía con un segundo mandato. Estas elecciones serán, pues, una prueba de fuego por ERC, donde los electores valorarán su gestión al frente del consistorio.

Si Ricomà sale primera fuerza, necesita que quienes han sido sus socios durante el mandato también ganen para reeditar su pacto. Si sale Viñuales, tendrá que encontrar un socio estable para un acuerdo de gobierno sólido.

Como precedente, en las últimas elecciones catalanas, el PSC fue el claro vencedor en la capital tarraconense con un 24,5% de los votos, muy por encima del 19% que se llevó Esquerra. Un 14% votó a Junts y el 12% a Vox. Ahora bien, para sacar alguna conclusión clara de cara al 28-M es necesario analizar los resultados barrio a barrio, ya que la diferencia de voto entre una zona y otra fue importante: ERC ganó en la Part Alta y en los barrios marítimos, los postconvergentes se impusieron en Levante y el PSC fue el gran vencedor de los barrios de Ponent (Torreforta, Campclar y Bonavista), Sant Salvador y en Sant Pere y Sant Pau. En las zonas de los ensanches, PSC y ERC quedaron igualados. Por tanto, el voto de los barrios podría ser determinante.

Ricomà saca pecho de los proyectos históricos de la ciudad que ha contribuido a desatascar, como el Foro Judicial, que debe agrupar todas las sedes judiciales repartidas por la ciudad y que finalizará en 2026, la Ciudad Residencial o la ampliación del Hospital Juan XXIII. El próximo mandato será decisivo para salir adelante y hacer frente a uno de los principales retos del futuro consistorio: la aprobación del nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM), anulado por el Tribunal Supremo. Éste será clave para proyectar el espacio, ahora en desuso, de la Tabacalera, una propuesta que se repiten en cada cita electoral.

Por lo que respecta al resto de partidos, el alcaldable de Junts en Tarragona será Jordi Sendra; la candidata de la CUP será Eva Miguel "para evitar pactos con el PSC", dijo durante la presentación de su candidatura; después del batacazo del 2019, con solo dos representantes -tenía cuatro-, el PP recupera a Maria Mercè Martorell para encabezar su lista; y Ciutadans, tras sufrir una escisión dentro del grupo municipal, apuesta por el actual portavoz en el Ayuntamiento, Lorena de la Fuente.

Por su parte, Tarragona en Comú, marcado por la crisis que supuso la expulsión de uno de los concejales del partido al quedarse en el gobierno de Ricomà desobedeciendo así las órdenes de la formación morada, presentará Jordi Collado de número 1 y Toni Carmona de segundo.

Hace pocos días conocimos que Sí Tarragona-Ara Pacte Local toma el relevo del espacio postconvergente que el PDeCAT dejó en la ciudad en los anteriores comicios. La formación se presentará con la candidata Mar Giné encabezando la lista.

Pugna entre Junts, ERC y el PSC en Reus

La decisión de Carles Pellicer (PDeCAT/Junts) de no concurrir a los próximos comicios, después de 12 años como alcalde de Reus, deja una pugna abierta entre Junts, ERC y el PSC en la capital del Baix Camp. Los post-convergentes apuestan por Teresa Pallarès, actual segunda teniente de alcaldía y concejala de Economía, Conocimiento y Vivienda.

Pallarès fue delegada del Govern en Tarragona y había sido concejala en Reus en dos etapas anteriores con el PSC, hasta que se dio de baja en el 2017. Enfrente tiene a Noemí Llauradó, actual vicealcaldesa del Ayuntamiento de Reus y presidenta de la Diputación de Tarragona, y en la diputada en el Congreso Sandra Guaita (PSC). Los resultados de hace cuatro años auguran una batalla muy igualada: mientras el espacio postconvergente espera repetir victoria por cuarta vez, los republicanos aspiran a ganar por primera vez y los socialistas en ser la fuerza más votada. El futuro en el Ayuntamiento de la capital del Baix Camp está abierto.

Juntos, con Carles Pellicer al frente, ganó las elecciones del 2019, con 7 concejales, seguido muy de cerca de ERC y el PSC, empatados a 6. Cs fue la cuarta fuerza, con 3 concejales, y la CUP la quinta, también con 3 representantes. El partido municipalista Ara Reus se quedó con 2 concejales. Pellicer ha gobernado con mayoría absoluta gracias a un pacto con ERC y Ara Reus, que repite candidato: Daniel Rubio, actual tercer teniente de alcalde.

La formación local fue clave hace cuatro años, ya que hizo alcalde en Pellicer y, junto con ERC, contribuyó a conformar una amplia mayoría y estabilidad en el plenario. Esta vez, sin embargo, hay que tener en cuenta que los municipalistas concurrirán con el PDeCAT, bajo la plataforma Ara Pacte Local, movimiento que provocó que Pellicer rompiera su carnet de militante.

La CUP, que hace ocho años se quedó a 1.400 votos de ser la primera fuerza en Reus, perdió la mitad de los concejales en el 2019. Marta Llorens y Edgar Fernández pliegan, y la candidata de los cuperos será Mònica Pàmies. Ciudadanos repite con la abogada Débora García, que quiere mantener a los 3 concejales actuales, aunque veremos cómo afecta la dramática situación del partido a nivel nacional. Por su parte, el PP, que hace cuatro años se quedó fuera, quiere volver a tener voz en el consistorio con una nueva candidata, Sílvia Virgili.

Los socialistas quieren recuperar fuerza en la Costa Dorada

El PSC, que cuenta con 93 candidaturas en todo el Camp de Tarragona -un 25% más que en los anteriores comicios-, no sólo quiere reconquistar la alcaldía de Tarragona y Reus, también aspira a recuperar la fuerza perdida en los últimos años en la Costa Dorada. Para ello, el partido ha hecho un movimiento clave: se ha aliado con el actual alcalde de Salou, Pere Granados, líder de Sumem por Salou, una candidatura que hasta ahora había liderado con Junts.

Granados es heredero de CiU, cuando éste se disolvió fundó Formación Unidad por Salou para aglutinar el espacio postconvergente, que más tarde se acabó transformando en Sumem por Salou-Junts. Pero el estropicio primero entre Convergència y Unió y después entre Junts y el PDeCAT ha debilitado las coaliciones municipales de este espacio, sobre todo en los municipios donde el independentismo no es mayoritario. Salou es un ejemplo.

En 2019, Granados pactó con el PSC, que quedó segundo, para poder tener mayoría absoluta. Durante ocho años, Sumem y los socialistas han compartido gobierno. Fruto de este entendimiento, en las elecciones del próximo 28 de mayo las dos formaciones concurrirán juntas bajo las siglas Sumem por Salou-PSC y la lista estará liderada por Granados. Por su parte, Junts, tras el cambio de alianzas del actual alcalde, ha tenido que buscar un nuevo candidato, que será Martina Fourrier, que en 2019 se presentó con la lista Fem Salou, Fem República, que no va entrar en el consistorio.

Otra de las derivadas de la alianza de Granados con el PSC, ha sido el surgimiento de una nueva candidatura que aglutina a varias fuerzas del espacio postconvergente: Siempre Salou-Ara Pacte Local, liderada por el que fue número 2 de Pere Granados en 2019, Marc Montagut, y aún primer teniente de alcalde del ayuntamiento.

En los comicios de 2019, Esquerra Republicana se quedó muy cerca de ser segunda fuerza en Salou, a 91 votos del PSC. Sin embargo, Marçal Curto no repetirá como alcaldable, que será Sebastià Domínguez. Por su parte, Ciutadans presentará un nuevo candidato, Sergio Susínuna. Por último, Mario García permanece al frente de la lista del PP.

En Vila-seca, el PSC también ha movido ficha para captar más votos. Tras echar a su portavoz municipal, Ivan Navarro, por presuntas irregularidades, los socialistas se aliaron con Vila-seca Som Tots, una formación municipalista liderada por Joan Anton Ramírez, que en las pasadas elecciones encabezó la lista de Ciutadans, el segundo partido más votado. Ramírez, que dejó la formación naranja y pasó a concejal no adscrito, es el alcaldable del PSC en Vila-seca.

En los anteriores comicios, la lista más votada fue la de la marca municipalista vinculada a Junts Vila-seca Segura, liderada por Pere Segura, heredero de Josep Poblet, que fue alcalde de Vila-seca durante 26 años. Pese a imponerse en las urnas, la formación perdió a tres concejales y no pudo retener la mayoría absoluta. Entonces, Segura cerró un acuerdo de gobierno con el PSC y sumó a dos concejales socialistas. A lo largo de estos cuatro años, el panorama ha cambiado mucho y está por ver cómo reaccionarán los votantes a estos cambios.

En Cambrils, el mandato ha sido bastante convulso. Durante los primeros dos años y tres meses, el gobierno municipal estaba formado por Esquerra Republicana i Junts, pero la oposición (PSC, PP y Cs) se alió para impulsar una moción de censura contra la entonces alcaldesa Camí Mendoza, que va prosperar. Los tres partidos que presentaron la moción -y dos concejales no adscritos- aceptaron como candidato a la alcaldía a Oliver Klein, líder de la formación local Nuevo Movimiento Ciudadano, que en los anteriores comicios quedó en quinto lugar.

Sin embargo, hay que recordar la victoria socialista en los municipios de la Costa Dorada en las últimas elecciones catalanas, las del 14 de febrero del 2021. Tanto en Cambrils como en Salou, Vila-seca y Tarragona se impuso el PSC, unas victorias que el 2017 -año marcado por el Proceso- fueron hacia Cs. Veremos cómo se traduce esta tendencia en las municipales del 28 de mayo.

El independentismo, dividido en tres en Montblanc 

Hace seis años, Josep Andreu, alcalde de Montblanc desde el 2007 con la marca Agrupament Catalanista de Montblanc, bajo el paraguas de ERC, saltó a los medios para iniciar una huelga de hambre en solidaridad con varios de los presos políticos de JxCat en Lledoners. Se trataba del primer militante de ERC que se sumaba a la reivindicación.

Esta acción y el hecho de que se sumara al espacio Llamada Nacional por la República, entonces liderado por Carles Puigdemont, acabó con la decisión de Andreu de romper el carnet de ERC a principios del 2021 tras casi treinta años de militancia republicana. Esto desató un terremoto en el gobierno que encabezaba. Meses más tarde, la mayoría absoluta de Agrupament se rompió: Andreu y otros dos concejales por un lado, y por otro, el resto, que reclamaban constituir el grupo municipal de ERC.

Por último, los cuatro concejales de ERC salieron del gobierno municipal, que se quedó en minoría. En diciembre, se sumó el único concejal del PSC.

En los próximos comicios, Josep Andreu se presentará con su nueva formación, Montblanc Progressa, y lo hará bajo el paraguas de Junts. Sin embargo, Junts per Montblanc no desaparece del mapa y se vuelve a presentar con la coalición del PDeCAT, Ara Pacte Local. El candidato será Marc Vinya, actual concejal en la oposición. Por su parte, ERC quiere retener el apoyo de los últimos años con el concejal y diputado Oriol Pallissó. El PSC repite con el actual concejal de Urbanismo, Vivienda, Movilidad y Policía Local, Juanma Cabello.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias