Este artículo se publicó hace 3 años.
El Congreso da un nuevo paso para acabar con el voto rogado mientras se suceden las convocatorias electorales
El Pleno de la Cámara Baja rechazará previsiblemente la enmienda a la totalidad con texto alternativo presentada por ERC, la cual contempla la delegación del voto a una persona de su misma circunscripción en España.
Pilar Araque Conde
Madrid-Actualizado a
El Congreso de los Diputados dará este jueves un nuevo paso en la derogación del voto rogado para los españoles residentes en el extranjero, una reivindicación pendiente desde hace seis años, coincidiendo además con un contexto en el que no han dejado de sucederse convocatorias elecciones. De esta forma, el Pleno de la Cámara Baja ha rechazado la enmienda a la totalidad con texto alternativo presentada por ERC a la proposición de PSOE y Unidas Podemos, como había avanzado este medio.
El grupo republicano pretendía con su iniciativa, a la que ha tenido acceso Público, que los ciudadanos españoles en el extranjero puedan delegar su voto a una persona de su misma circunscripción en España para cualquier tipo de comicios, aunque limitado a una sola convocatoria electoral. "Aquellos ciudadanos que se encuentran en el exterior, ya sea de forma permanente o temporal, podrán ejercer su derecho al sufragio mediante la figura de la delegación de voto en urna a un ciudadano de su elección de la misma circunscripción", sostenía el texto.
Asimismo, la enmienda recogía que "cada delegación se establece a través de un formulario administrativo puesto a disposición por las autoridades o accesible en línea". Eso sí, "un ciudadano no podrá ejercer el voto delegado de más de tres delegantes". Es decir, un elector puede votar hasta cuatro veces en unas elecciones, una vez en su nombre y el resto asumiendo el voto delegado de residentes en el extranjero. También, proponía un modelo de papeleta "autorrellenable" para los votantes inscritos en el Censo de Electores Residentes Ausentes (CERA).
El voto rogado 'condena' a los españoles residentes en el extranjero
Una vez superado el debate a la totalidad, la proposición de ley seguirá su trámite parlamentario de enmiendas parciales. La iniciativa de los partidos del Gobierno pretende revocar la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral, la LOREG, impulsada por PP y PSOE con el apoyo del PNV y CiU. El artículo 75 de esta norma obliga a los electores residentes en el extranjero a solicitar expresamente el voto cumpliendo una serie de plazos muy breves, tanto para la solicitud de la documentación como para la remisión del voto por correo postal o su depósito en urna.
A la reducción de plazos se suma el incremento de los trámites para rogar el voto y las dificultades que plantea el envío del sufragio a España para que llegue a tiempo al recuento de votos, lo que ha supuesto un enorme descenso de la participación: del 31,88% en 2008 a poco más del 8% en abril de 2019, que se incrementó al 10,61% en la repetición de noviembre de 2019. Además, de entre los que solicitaron votar se perdió entre un tercio y la mitad de los votos por insuficiencia de los plazos para enviar la documentación y remitir los votos a las Juntas Electorales a tiempo para su cómputo. Y, precisamente, el desplome en la participación ha coincidido con el aumento del CERA, esto es, de menos de un millón y medio en 2008 a más de dos millones de personas censadas en enero de 2021.
Para las elecciones madrileñas del próximo 4 de mayo, de los 300.000 electores madrileños que residen en el exterior, sólo el el 4,4% del total de los inscritos en el CERA ha conseguido rogar su voto. En cuanto a los comicios de Catalunya del pasado 14 de febrero, solo rogaron el voto el 6,56% de los catalanes que viven en el extranjero, de los que solo fueron aceptados el 6,21%.
Nuevo intento para derogar el voto rogado
Desde al menos 2016, el Congreso ha abordado a través de diferentes formas esta cuestión, pero la falta de consenso, primero, y la disolución de la Cortes en 2019, en segundo lugar, han retrasado una reforma muy esperada. De este modo, el este nuevo intento, cuya toma en consideración fue aprobada por unanimidad en el Congreso el pasado mes de febrero, plantea la eliminación del voto rogado recuperando el sistema de voto sin solicitud previa. La Oficina del Censo Electoral remitirá de oficio a todos los inscritos en el CERA las certificaciones, los sobres y la documentación requerida para votar, así como las indicaciones necesarias para descargar las papeletas de forma telemática y obtenerlas presencialmente en los consulados.
También, se acortará el plazo para la remisión de la documentación, por lo que el periodo máximo para remitir la documentación a los inscritos en el CERA se reduce del día 34 al 18 posterior a la convocatoria de elecciones. Asimismo, se podrán descargar las papeletas de forma telemática, o se indicará en la documentación que se remita a los inscritos la forma para obtenerlas en papel. Este modelo facilita el proceso y permite enviar las certificaciones necesarias para votar antes de la finalización del plazo de proclamación de las candidaturas, que es imprescindible, tal como recoge la iniciativa.
Por otra parte, el Pleno de la Cámara Baja tiene pendiente constituir una subcomisión en el seno de la Comisión Constitucional para estudiar posibles cambios en la LOREG, más allá de la eliminación del voto rogado. Este órgano, impulsado también por los partidos del Ejecutivo, abordará, entre otros asuntos, la mejora de la proporcionalidad del sistema electoral, la posibilidad de otorgar el derecho de sufragio activo y pasivo a jóvenes de 16 y 17 años o instaurar las listas cremallera, unas premisas recogidas en el acuerdo de Gobierno.
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