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Eligia Lorenzo, la mujer que cosió la bandera andaluza que ondeó en la Giralda en 1977: "Hace falta coraje y memoria"

Fue fundadora del PSA. En esta entrevista con 'Público' recuerda el icónico episodio y la manifestación del 4D de 1977.

Eligia Lorenzo ,en su casa.
Eligia Lorenzo ,en su casa, con la icónica fotografía. Raúl Bocanegra

Eligia Lorenzo tiene 86 años, la mente lúcida, muy lúcida y una memoria de elefante. Eligia Lorenzo fue, junto a su marido Emilio Vaz, una de las fundadoras del PSA (Partido Socialista de Andalucía), luego Partido Andalucista, hoy extinto. "Estábamos mi marido Emilio Vaz. También Luis Uruñuela, Diego de los Santos, Alejandro Rojas Marcos y sus señoras, por que en ese momento éramos las señoras: no éramos nada. El PSA así empezó. En contacto con gente de izquierdas. Aunque ellos estaban en los papeles, fuimos las mujeres también", afirma con espíritu peleón y  feminista.

"Empezó la lucha y nos tirábamos en plancha. Pusimos aquí [en Mairena del Aljarafe] una sede y toda esta parte la concienciábamos con Andalucía. Las ideas del PSA de entonces eran maravillosas para aplicarlas ahora: promocionar el campo, donde se sembraba colocar fábricas, y lo que no se vendía, transformarlo en botellas, en latas y venderlo. Esa era la idea", añade, de pie en el salón de su casa, donde recibe a Público. "Éramos un grupo de amigos que nos veíamos en el Gorka, gente con inquietudes, que queríamos luchar por Andalucía, porque es el colmo como está Andalucía", añade.

Eligia Lorenzo ha tenido una vida de mucho trajín, profundos dolores. Mantiene un espectacular sentido del humor: "He trabajado siempre en Telefónica. Esa película que ahora ve la gente, Las Chicas del cable, yo he sido una chica del cable: se llamaba a través de nosotras".

Eligia Lorenzo es viajera, tiene otra aventura en ciernes, ha estado "en los cinco continentes". Su casa da alegría, con los cuadros que pinta ella misma, que cuelgan de sus paredes. Tiene muy buena mano con los colores. En el balcón, azulejos con mensajes reivindicativos: "Pan, trabajo y libertad"; "tierra sin amo"; "quitando penas, quitando hambre"; "Extremadura hermana". En la entrada, tiene cinco paraguas, que los usa de parasol cuando llega el calor. Ella camina a diario. Así se mantiene muy despierta, de cuerpo y de espíritu.

Doce metros

Armada con una memoria precisa, recuerda para Público el episodio de la bandera andaluza, la verde y blanca, que, en 1977, meses antes de las masivas manifestaciones del 4D y un año antes de la Constitución ondeó en la Giralda durante un par de horas y se convirtió en un póster y en un icono de la época.

"En el PSA se habló de hacer algo. Mi marido, Emilio Vaz, me dijo: Vamos a hacer una bandera grande, grande y la vamos a colgar en la giralda. ¿Tú me la harías? Cuando éramos jóvenes, a las mujeres nos enseñaban a coser, esas cosas, pero yo no soy capaz de hacer un traje. Sí sé coser a máquina", dice.

"Medía doce metros. Me fui a San Juan [una localidad vecina a Mairena], que había unas tiendas muy buenas de tela, y pedí: córteme usted doce metros verde, doce metros blanco y doce metros verde. El señor era muy así [hace un gesto como de seriedad], y cuando iba por la mitad me dice: ¿No irá usted a hacer una bandera de Andalucía? Era un momento en que las fuerzas vivas estaban muy vivas. Yo haría un respingo o algo, que me dijo: No se asuste usted, que mi hijo es cercano a la nieta de Blas infante. Y ya le dije: Ah, pues sí, es para una bandera".

"Tenía –prosigue– mi máquina de coser e hice la bandera con ella, los 12 metros. Había entonces obras en el barrio, y fui y cogí chinos, chinitas. Le hice un doblez a la bandera y metí las piedras para que pesara. Por arriba, dos dobleces para meterle un cordón fuerte y un alambre, porque no sabía cómo ellos, cuando subieran, podían amarrar ahí la bandera".

En su casa se juntaron, según recuerda, su marido, Emilio Vaz, "Pepe, el de la óptica y Alejandro Cota, Carlos Donaire y otro chaval, Juan Manuel". Continúa Eligia Lorenzo: "Vamos a pintarla, se dijo. Autonomía, Andalucía libre, algo. Este corredor [señala un pasillo de su casa] lo llenamos de papel de periódico y Carlos Donaire, con pintura de esa de titanlux negra pintó: "Autonomía". La sacudimos [la bandera] hasta que se secó y la llevaron a Sevilla a la Giralda".

Ella no fue a descolgar la bandera. De eso se encargó la cuadrilla. "Era demasiado, mis niños". Hoy es seguro que Eligia Lorenzo hubiera ido. Añade al respecto: "Aquí por lo visto, eso ya me lo dijeron, en un piso de estos, vivía un comisario y por lo visto le gustaba el ambiente del andalucismo, y Emilio, mi marido, le dijo que iba a poner la bandera. Y él le dijo: descuida que eso te lo va a quitar el arzobispado. Después de colgarla, se quedaron vigilando a ver cuánto tiempo estaba la bandera. Vieron que la estaban quitando y pensaron que era el palacio arzobispal. Esperaron a ver quién era, porque si era el arzobispado se tenían que aguantar, pero vieron que eran niños de Fuerza Nueva. Entonces, se formó un lío. ¿Dónde vais con esto? Les quitaron la bandera a tirones a los de Fuerza Nueva y la trajeron otra vez", recuerda que le contaron.

Después, esa bandera viajó por Europa, a un acto con andalucistas. También, recuerda Eligia Lorenzo, a un partido de fútbol Betis-Barcelona, en el Camp Nou, que fue donde se perdió. "Sacaron la bandera y recorrió casi todo el campo. Creyeron que era un bandera del Betis, imagina los emigrantes con la bandera". El fin de la bandera fue el siguiente, según dice Eligia Lorenzo que le contaron. Allí mismo, en Barcelona, "la Policía la cogió y la quemó".

Coraje y memoria

Eligia lleva una vida de mucho trajín. Participa de las causas sociales –estuvo en la pasada manifestación en defensa de la sanidad pública– y de las luchas de la izquierda andaluza. No profundiza mucho en los asuntos de la actualidad, pero sí deja algunas frases demoledoras, plenas de sabiduría como esta: "Hoy hace falta coraje y memoria". No le gusta que se metan con el habla andaluza: "Cómo representan nuestras cosas. Cómo hablamos, nos dicen". "En Andalucía hemos mejorado y hemos empeorado". "Entonces no se sabía lo que era la bandera de Andalucía, como no fuese gente implicada, del PC, de los trabajadores, izquierdas, que tenían una idea. No lo sabían, pero tenían una idea. Andalucía nadie la sabía".

Eligia Lorenzo sigue siendo andalucista. "Yo soy seguidora de Andalucía". Para ella, el PSOE se esforzó en aquella época mucho en acabar con el PSA y con el partido Andalucista, sobre todo después del 4-D, cuando se vio la fortaleza de la idea de Andalucía. De la política de hoy, le gusta Teresa Rodríguez. "Ella es de verdad andalucista, pero no tiene el respaldo. Su padre era del PSA, de las fuerzas de Cádiz".

Sobre el 4 de diciembre de 1977, Eligia recuerda que se hinchó, junto a las mujeres de Mairena, de hacer banderas. "En el PSA me dicen: Necesitamos banderas. Tenemos que hacer muchas banderas. Esa entrada [señala la de su casa] me la llenaron de piezas de tela blancas y verdes". "Hablé con las mujeres –recuerda– y nos pusimos a hacer banderas. Teníamos unas bolsas con el mapa de Andalucía y el sello era una novelería esas bolas. Y montones de mujeres vinieron a coserlas. Les metía en la bolsa el paquetito con las telas".

¿Cuántas? Muchas: "Hicieron ¡Qué cantidad! Yo solo hacía cortar y romper telas. Las banderas se las iba llevando el PSA, que venían a por ellas. Luego, los catalanes empezaron a mandar banderas de allí, de las fábricas de tejidos. A la manifestación bajé a Sevilla con mis niñas en el carrito. El ambiente fue maravilloso, aquello fue... Cómo será que la gente aún lo recuerda".

Se fue de allí Eligia Lorenzo antes de tiempo: "La que liaron en la casa tan bonita que hay en el centro, de estilo árabe [al final de la sevillana Avenida de la Constitución]. Esa planta era de [afines al franquismo], siempre asomados con el uniforme y tenían sacos de naranjas y nos las tiraban. Ellos tenían el berrinche. Cuando yo lo vi cogí a las niñas y salí corriendo. Yo ya sé mucho de correr".

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