Antonio Maíllo, el líder de IU en Andalucía, afronta un momento importante para su organización y para toda la izquierda a la izquierda del PSOE. Anda enfrascado estos días, pegado al móvil, yendo de pueblo en pueblo, en la idea de cerrar cum laude la alianza en la que lleva trabajando más de dos años con la líder de Podemos, Teresa Rodríguez. Su idea, una confluencia abierta, con capacidad de decisión propia, a imagen y semejanza de la Andalucía discreta, trabajadora y solidaria, superó la semana pasada superó un jalón importante: las primarias de Podemos en las que Rodríguez obtuvo un espaldarazo para proseguir con los planes previstos. Maíllo recibió a Público el pasado miércoles en el Parlamento de Andalucía, dispuesto a hablar de todo y con ganas de explicar y también, como buen profesor, de poner los puntos sobre las íes.
Siguen las reflexiones de Maíllo estructuradas por los temas que tocó en su conversación con Público.
Las primarias de Podemos Andalucía
Al final el debate en Podemos no ha estado solo en las personas que era lo que tocaba en unas primarias, sino que subyacía otro debate: si la estrategia que se había aprobado se ratificaba o no. En el proceso estricto de primarias no voy a entrar. Cada organización es legítima para elegir a las personas que considere. Sobre las tesis políticas, sí. Celebramos que haya ganado la propuesta de confluencia en red por la que hemos apostado en Andalucía y que es válida para el resto de territorios del Estado.
Hay gente que piensa que Lavapiés es el centro del universo y no deja de ser un barrio de Madrid
Había una cosa que decía Íñigo Errejón, de Podemos, sobre su organización. Decía que Podemos se tenía que parecer a los españoles. La confluencia es igual, debe parecerse a lo que es este país. Y los modelos de confluencia tienen que reconocer la especificidad de los territorios, los impulsos populares que los conforman y una diversificación que no supone fragmentación. Desde ese punto de vista celebramos que la tesis que ha prevalecido sea esa.
Quien esté pensando que esto es 2015 está fuera de la realidad. En la volatilidad que caracteriza estos tiempos, que no ha cesado, 2018 no tiene nada que ver con 2015 ó 2014. Eso fue un tiempo de desborde que ahora no se esta dando. Nosotros llevamos años en esto. Ahora hace dos años que publicamos un libro conjunto en el que hablábamos sobre la confluencia (Diálogos para la confluencia, de Juan Pinilla, editado por Atrapasueños). Esto no viene de un impulso de hace nada. Hay gente que piensa que Lavapiés es el centro del universo y no deja de ser un barrio de Madrid. En esa defensa de modelo en red, todos los territorios merecen ser escuchados.
Pacto republicano
El debate de las primarias de Podemos ha sido en unas coordenadas que no nos han gustado. Hemos optado por una posición de silencio y de prudencia responsable. Créame que nos hemos mordido la lengua. Y ahora IU quiere contribuir, desde la consistencia política, a hilachar las costuras que haya abiertas porque nos necesitamos todas para ganar al PSOE. Quien piense que va a hacerlo desde la hegemonía de una de las partes de este bloque de cambio no solo es que esté despistado, sino que forma parte cómplice del mantenimiento del PSOE en Andalucía.
Esto no es un
juego de niños, ni un juego de tronos. La confluencia es un acto de responsabilidad
Por tanto estamos hablando de cosas muy serias. Esto no es un juego de niños, ni siquiera de un juego de tronos. Esto es un acto de responsabilidad política en el que hay que apelar a todo el mundo. En el modo de pensar en los problemas de la gente y en las soluciones que tenemos que dar, porque las hay. ¡¡¡Las hay¡¡¡ Y más en un contexto de cambio, de una voluntad de que hay que cambiar los ciclos políticos. Ese pacto republicano que es el que ha subido al poder a Pedro Sánchez, de partidos discrepantes, pero que tienen un mismo modelo de democracia, en Andalucía lo configura este bloque. Y el bloque tiene que ser muy amplio para poder disputarle el espacio al PSOE.
Una confluencia en red
Apostamos por una confluencia en red, en la que cada sujeto organizado vuelca su patrimonio a este espacio de manera natural, de manera simbólica y de manera política para ganar. Y es un error de libro la tentación que puedan tener algunos compañeros de Podemos a los que hemos escuchado el discurso de una confluencia radial en la que ellos son el centro del universo y los demás satélites. Porque eso no suma. Eso puede ser muy satisfactorio para según qué aspiraciones de corto recorrido. Pero lo que suma son los acumulados patrimoniales, el sentir de cada hombre y mujer que tiene hambre de cambio y que es protagonista de este proceso.
Por eso, nosotros, cuando decimos que el proceso de Andalucía depende del impulso popular, lo que planteamos es que cada andaluz y andaluza que se sienta identificado con este ilusión de cambio sienta que forma parte protagonista y activa del mismo, esté organizado o no. Hemos asistido al debate de las primarias de Podemos desde la sorpresa, la perplejidad y a veces la preocupación. Ahora lo que confiamos es que una vez acabado este proceso haya una cohesión. Lo que no puede haber es una despatrimonialización. Nadie sobra en este proceso de cambio.
Una oportunidad histórica
Lo estamos haciendo bien. Con respeto. Rompemos con las dicotomías que a veces suceden en procesos políticos de unificación, que obedecen a intereses partidarios profundamente sectarios y de aritmética y de intereses de aparato, y no responden a lo que sume. Nosotros queremos sumar. Este es el modelo de Andalucía. Queremos construir un proyecto de cambio. Los vientos de cambio en Andalucía somos nosotros. No es Susana Díaz. No es un PSOE de Andalucía profundamente conservador en términos etimológicos, con una incapacidad de afrontar un proyecto estratégico para Andalucía, que solo podrán pensar cuando estén en la oposición.
La gran novedad de las andaluzas va a ser el espacio que interpelamos como Adelante Andalucía
En la crisis se han roto muchas certezas, se han deshilachado muchas seguridades, la gran novedad de las elecciones andaluzas la va a conformar el espacio que nosotros estamos interpelando como Adelante Andalucía. El PP se va a volver a presentar como tal. El PP no es modelo, está superado, ha dejado altas cotas de desigualdad y de corrupción, a Ciudadanos le salen dos corruptos por cada concejal y el PSOE no puede ser alternativa por unas cuestión biológica, ya no política. Quien está 36 años en el gobierno, no puede renovar Andalucía. Nos une una responsabilidad histórica.
Por un debate andaluz
Buscamos con Adelante Andalucía ofrecer un instrumento de cambio, nuevo, que permita que la gente politizada y que está fuera se incorpore. Ahí hay dos niveles. Observamos una suscripción al manifiesto y observamos redes de profesionales en diferentes sectores que no quieren incorporarse al modelo tradicional de activismo político, pero sí quieren formar parte incluso protagonista, y lo celebramos, de la elaboración programática, de las propuestas para el proyecto de país que tenemos que tener para Andalucía.
Adelante Andalucía tiene un proyecto de país sobre una credibilidad que no tiene el PSOE
El pegamento del éxito lo va a determinar el impulso popular, que solamente va a tener un motor: un proyecto de país al que se adhiera la gente. Qué hacer frente a la precariedad del sector de la hostelería, cómo proteger el trabajo en sectores emergentes, cómo establecer los mecanismos para una PAC que recupere los cultivos mas importantes, qué hacer con la dependencia, cómo blindar los servicios públicos en un momento de amenaza, cómo afrontar las energías renovables. Adelante Andalucía tiene un proyecto de país sobre una credibilidad que no tiene el PSOE, que es la credibilidad de lo nuevo para un nuevo momento en Andalucía.
Voluntad de mayorías
El debate no es qué vamos a hacer después de las elecciones en función de la aritmética. El debate es cómo pergeñamos un proyecto de mayorías. Si estamos dispuestos en Andalucía a encontrar una salida de la crisis que le enseñe el camino incluso al Gobierno de Pedro Sánchez. Esa va a ser la clave futura. No la entrada o no en un Gobierno. Y situarnos en una voluntad de mayoría. Detecto con perplejidad a veces y con preocupación en otras que en algunos sectores de la izquierda, de todos lados, el sectarismo está instalado y o alguno se quitan las costras del sectarismo o nunca ganaremos. Esa mentalidad de mayorías es una mentalidad abierta y tanto Teresa como yo, la podemos representar muy bien.
La marca electoral
Adelante Andalucía es una interpelación que hacemos a un manifiesto, pero tenemos que reconocer que ha tenido mucho éxito. La gente ha asumido de manera natural esa interpelación como un posible nombre. ¿Lo hemos decidido? No. ¿Me gusta? A mí me encanta. Y lo he visto. A la gente le gusta porque mira a futuro y mira a Andalucía. Identificar Andalucía con futuro es que hay proyecto y hay algo que configura una buena energía para construir algo nuevo. Pero no lo hemos decidido. Que yo diga que a mí me encanta, espero que no sea luego un obstáculo para que ocurra o no.
Adelante Andalucía ha tenido mucho éxito. ¿Me gusta? A mí me encanta. Pero no lo hemos decidido
El debate de los nombres, que también lo hemos tenido en IU, es tan profundamente ajeno a las preocupaciones de la gente, que casi le faltas al respeto. Cuando escucho a alguno de Podemos hablar de cuál era el tamaño dentro de la papeleta, yo pienso en las trabajadoras que van todos los días a los hoteles y me pregunto qué podían pensar de nosotros… en fin. Nos lo tenemos que mirar. Ni un minuto a ese tema y mucho a definir para Andalucía un proyecto, donde hay varias preocupaciones como la transformación de una economía extractiva en otra de desarrollo e innovación, que no se ha hecho. Aquí sigue la cultura de la subvención, del clientelismo y del status quo. Y como los procesos de despoblamiento que se están produciendo desde el interior de Andalucía hacia las zonas costeras y metropolitanas, de manera silenciosa y sutil.
Las primarias conjuntas
Hay dos escenarios. IU, con sus candidatos, se presenta a las primarias. Y Podemos, con los suyos, se presenta a las primarias. Y se vota. Ese es un escenario legítimo. Y hay otro escenario, que es que IU vuelca a sus candidatos y Podemos vuelca a sus candidatos y hacemos una candidatura que sirva para un proceso de movilización y de acumulación de fuerzas. Si hicimos antes una apelación en términos políticos con el manifiesto Adelante Andalucía, debemos hacerla ahora en términos referenciales de nombres. Queremos convertir las primarias en un elemento positivo. Porque a veces se convierten en distorsión.
Hay que aprender de las experiencias y situarse en este escenario en el que yo personalmente, me sitúo. Y hablarlo todo en términos políticos. Estamos en una Andalucía en que el valor del feminismo debe conformar gran parte del discurso político. Una Andalucía de futuro es una Andalucía feminista igual que la España de futuro. Ha habido un hito en torno al cual este país ya no es el mismo, el 8 de marzo. Estamos hablando también de la Andalucía sostenible de defensa de Doñana, de los servicios públicos. Y desde ese marco hay que configurar ese proyecto de futuro.
Candidatura a la presidencia
Ahora mismo no tenemos decidido nada, tenemos que decidirlo y debemos hacerlo en términos políticos. Es el tiempo de la política. Y, afortunadamente, cuando decía que estábamos haciéndolo bien en Andalucía, es porque no ha habido ni una fisura. Pero no porque no haya diferencias, sino porque se está haciendo pensando en Andalucía y en la gente, y cuando se hace así, todo esto es absolutamente irrelevante.
Ahora mismo no tenemos nada decidido. Vamos a ver quién es la persona que simboliza mejor el bloque del cambio
Vamos a ver quién es la persona que debe simbolizar mejor el bloque de cambio que debe disputarle el espacio al PSOE en el bloque de la izquierda y vamos ver quién es la mejor referencia para eso. A lo mejor es otro el referente. Dependerá de lo que queramos configurar. Lo que tenemos claro, tanto Teresa como yo, es que estamos a disposición de lo que decidan. Donde nos pongan. Y esto no es un tema menor en la historia de nuestra tradición, en la que los egos han interrumpido procesos hermosos, que se han reventado por ambiciones personales. No estaría mal tenerlo como contraejemplo.
Los plazos de la confluencia
Desde IU queremos que el 15 de septiembre haya unas jornadas programáticas y por tanto tengamos ya resuelto el proceso de acumulación de las primarias conjuntas. Que sea un proceso rápido, pero también positivo e ilusionante, de recorrido por Andalucía, de incorporación de gente del mundo académico, profesional, cooperativo, de las pequeñas empresas, estudiantes docentes….
La Andalucía discreta
Me siento muy privilegiado de que esta responsabilidad me haya permitido descubrir una Andalucía que desconocía. De pronto te encuentras en cualquier pequeño pueblo cooperativas con una potencialidad brutal, que hacen un trabajo silencioso, discreto. Hay una Andalucía discreta que me gusta mucho. Yo soy cordobés y me gusta la sobriedad y la discreción. Me gusta esa Andalucía que desde la discreción está haciendo cosas enormes, gente que toma iniciativas empresariales o de cooperativas en islas, en el peor de los sitios en que se podía montar una experiencia económica. Y tienen éxito. Me he quedado sorprendido también con el proceso de transformación de las cooperativas de Almería y las de transformación de la aceituna negra, aquí en Sevilla, en La Roda de Andalucía. Con las experiencias que ahora empiezan a abrirse de aceites con una calidad inigualable.
En esa Andalucía
he conocido también una desigualdad absolutamente insoportable
Y ese tipo de experiencias, en las que también hay modelos de escuela rural con una innovación que sonrojaría al más moderno de las escuelas finlandesas, esa vertebración de la sociedad civil y esa discreción le han dado una patada al Gobierno de Susana Díaz, que es un gobierno ostentoso, de propaganda huera y que, de alguna forma, es una contraprogramación de esa Andalucía laboriosa. Esa Andalucía discreta y laboriosa, que trabaja desde experiencias anónimas, como las asociaciones de padres y madres que se ocupan de los comedores escolares, construyen una sociedad a la que nosotros queremos representar. Y en esa Andalucía he conocido también una desigualdad absolutamente insoportable. A veces nos instalamos en una autocomplacencia que no hace bien a nuestra tierra. Y ahí el topizaco, la elaboración del tópico. Vivimos aquí y para qué más. Y el gobierno de Díaz lo promueve. A veces el Canal Sur lo promueve y ahí hay que cambiar muchas cosas.
Adelanto electoral
Todo apunta a eso. El vacío de gestión de Susana Díaz hace que esté siempre recurriendo a imaginarios en el que al final lo que va a determinar la decisión es su proyección electoral. El cálculo electoral puro y duro. En términos políticos, la legislatura no tendría que estar agotada porque hay muchos retos que resolver. Tendríamos que agotar todos los trámites de leyes pendientes y que un adelanto electoral anularía. Sin embargo en términos de gestión: es que no ha habido. Estoy deseando escuchar el argumentario de lo que han hecho. El Gobierno de Susana Díaz ha asumido la propaganda como una ocupación del vacío de su gestión.
Las lecciones del Gobierno PSOE-IU
No hemos olvidado la etapa de gobierno de coalición. Ni mucho menos. La experiencia nos sirve de lección. La primera: que se puede gestionar de otra forma, incluso con los pocos recursos que se tienen. La segunda: que el efecto o el síndrome que tiene la administración de la Junta es de aguas estancas. Hace falta una renovación. La tercera: la experiencia del cogobierno demostró que el PSOE no es agente de cambio, no porque no se podía, que se puede, sino porque no tienen voluntad de cambio.
Y yo les entiendo en sus parámetros. Si me va bien y hegemonizo la sociedad andaluza con este modelo ¿para qué voy a cambiarlo? El problema es que los intereses del PSOE han dejado de ser hace mucho los intereses de Andalucía. El PSOE paró la creación de un polo financiero para un nuevo modelo productivo. Paró la sustitución de la cultura de subvención por la de transferencia, paró las leyes más audaces de participación democrática y de participación de gobierno. Paró las medidas de transparencia, bloqueó las medidas de protección de los derechos de los consumidores frente a los abusos de las grandes empresas financieras, bancos o empresas de servicios.
Todas aquellas medidas que suponían un cambio estructural en las relaciones de poder en Andalucía, el PSOE las boicoteó
No he defendido ni voy a defender a quienes cometieron una prevaricación política firmando un acuerdo que sabían que no iban a cumplir. Porque no tenían intención de cumplirlo. Esa es la primera cosa: fueron unos prevaricadores políticos. Segundo. Todas aquellas medidas que suponían un cambio estructural en las relaciones de poder en Andalucía, las boicotearon, impidieron que se desarrollaran. Y tercero, cuando nosotros desarrollamos determinadas actuaciones y las hicimos con mucho orgullo, las intentaron reventar como fue la ley de función social de la vivienda. Por tanto, lo que no voy a defender es a quien desde el PSOE utilizó la experiencia de gobierno como repliegue táctico en un momento de debilidad electoral, en un momento en que el PP les ganó las elecciones y tenían la necesidad de mantenerse en el poder. No quisieron hacer un cambio de políticas. El PSOE es incapaz porque le tiene vértigo y miedo. Es una estructura muy periclitada para el cambio. Hablar de PSOE y de cambio es una contradicción.
Un bloque de victoria
Queremos construir un espacio de unidad para situarnos en un bloque de victoria. Y se dirá pero ¿Estos se creen que van a ganarle al PSOE? Sí, pues sí. La mentalidad que tenemos que configurar es la mentalidad de qué vamos a hacer al día siguiente si nosotros tuviéramos la responsabilidad de gobierno. Esa es la construcción que tenemos que hacer. Y ese es el triunfo del proyecto de unidad. Unirse para ver cómo vamos a gestionar más diputados o menos, para ese viaje no necesitamos esas alforjas. Que lo hagan otros. Hablar de aritmética de pactos predice situaciones subalternas. Toca situarnos en mentalidad de Gobierno. En que hay gente que quiere gobernar esta tierra. En eso nos tenemos que situar. Y después, la política la determinará la correlación de fuerzas. ¿Qué voy a defender yo? La política. Que nos dejen de historias ya. La política y contribuir a cambios.
El viaje de unirse para gestionar más o menos diputados que lo hagan otros. Nos toca situarnos en mentalidad de ganar
Mejoras de los servicios, que la gente cuando vaya a la sanidad no tenga una mala gestión. Porque el modelo andaluz es un buen modelo, público, universal, gratuito, sin discriminación. Pero nosotros vamos a degüello con la gestión tan desastrosa que el Gobierno ha desarrollado en la sanidad andaluza. Y cuando quieran tenemos un debate con Susana Díaz sobre sanidad, monográfico, excluyendo a los partidos de derecha, si quiere. Y hablamos del desastre que han supuesto determinadas medidas de externalización, del deterioro de los servicios, de la derivación a las clínicas privadas, de servicios que se pueden hacer con la propia infraestructura pública y con la diagnosis adecuada, no tardía de las enfermedades.
El comunismo hoy
Si hablas de comunismo hay alguno que se espanta y otro que va todos los domingos a misa y comulga y entra en unión con dios, nada menos. Y es la misma raíz, la apuesta por el común, por el espacio colectivo, frente al individualismo feroz del capitalismo. Me parece que es un ideal hermoso. En el caso de España es una apuesta que siempre se ha caracterizado por la unidad. Ser comunista en Andalucía y apostar por la clase a la que defiendes siempre ha sido cómodo. Ser comunista en España nunca se ha caracterizado por el sectarismo.
Hablar de comunismo en España es hablar de libertad. Los ideales de emancipación siguen vigentes hoy en día
Desde las políticas de Pepe Díaz y Dolores Ibárruri cuando apostaron por los frentes populares, la política de conciliación, la plataforma democrática en la transición, Izquierda Unida, en todo ese camino, hablar de comunismo en España es hablar de libertad. No hubo otra organización que luchara más contra el franquismo. Otras estaban de vacaciones. Y creo que los ideales de emancipación de la especie humana siguen vigentes. Cada periodo tiene una representación en términos electorales de esos ideales de emancipación y eso es lo que importa. Que haya algo organizado. Se llame Partido Comunista u otra cosa.
La memoria democrática
Llevamos ya un año de ley y han ido con una lentitud insultante, porque a diferencia de otras leyes la ley de la memoria va a contrarreloj. Hay toda una generación a la que necesitamos darle una respuesta simbólica y real. Hay mucha gente que se han ido sin reconocimiento. Es una ley a contrarreloj. No ha tenido un correlato en términos presupuestarios. Sin la ley, la dirección general de memoria democrática tenía un 0,5% menos de presupuesto. Por tanto, no hay voluntad de un desarrollo diligente de la ley. Cuando hay un desarrollo y una acción, eso es un desarrollo diligente. La recuperación, el reconocimiento de los lugares, de los senderos, la necesidad de los procedimientos para las fosas comunes, la eliminación de los símbolos.
Cuando un Gobierno no es capaz de hacer cumplir la ley en un sitio público, es que el franquismo está vivo
¿Qué ha pasado con Queipo? El gobierno de Susana Díaz ha estado silbando mientras no había presión. Se han movido dos tipos de presión. Y a nosotros reconozco que el debate de los restos de Franco en el Valle de los Caídos nos ha favorecido y ha favorecido a las asociaciones memorialistas porque cuando llega cada año la conmemoración del golpe de estado que provocó la guerra civil, hemos reclamado la salida de Queipo de la Macarena y hemos tenido siempre la misma respuesta por parte de una hermandad. No. Mire usted. Cuando hay una ley, se hace cumplir la ley. Y no lo están haciendo.
Y ahora como llega el 18 de julio, se sacan un informe técnico sobre Queipo de Llano. El Gobierno de Susana Díaz ahora intenta demostrar que acelera los procedimientos porque hay un impulso popular. Y aquí hay un debate. Queipo no puede estar en la basílica de la Macarena. No puede estar en un templo público. Por respeto a los cristianos que están enterrados en la propia Macarena. Si no, no estamos resolviendo. El problema no son unos restos que ya no hacen daño. Lo que hay que enterrar es el franquismo. Cuando un Gobierno no es capaz de hacer cumplir la ley en un sitio público, es que el franquismo está vigente. El gobierno de Susana Díaz no se atreve a enfrentarse a la hermandad de la Macarena y al arzobispado.
Reunión Susana Díaz-Pedro Sánchez
A la presidenta le presentamos un decálogo de peticiones. Están aquellas normas que no son de competencia autonómica pero cuya derogación nos permitiría liberarnos de su cumplimiento. Ahí van los Reales Decretos de los recortes, en educación y sanidad, de 2012. El compromiso de Pedro Sánchez de la cofinanciación de la dependencia, la derogación de la LOMCE, de la reforma local y de la ley de estabilidad financiera para levantar la tasa de reposición y su compensación, la paralización del almacén de gas natural en Doñana. La reivindicación de que productos como el almendro, el olivar en pendiente y la uva pasa puedan ser subvencionables en ayudas de la PAC, el desarrollo del artículo 50 en aguas del Estatuto de Autonomía, para recuperar la gestión del Guadalquivir, y por supuesto, la puesta en marcha de la negociación para un nuevo acuerdo de financiación.
El oportunismo político es una de las causas de que tengamos que echar al PSOE del Gobierno andaluz
La decisión de abrir décimas de déficit para tener liquidez nos parece insuficiente y una tomadura de pelo porque demuestra el tacticismo de Susana Díaz y la ausencia total de convicciones. Susana Díaz desarrolla una estrategia discursiva porque piensa que el antagonista va a ser Rajoy. Y cuando eso se deshace, vemos cómo cambia de registro. Eso está personalizado en Susana Díaz y en la consejera de Hacienda, hoy ministra de Hacienda. La que nos decía que los servicios públicos implosionarían si no había nueva financiación, es ahora la misma que dice que no va haber tiempo y lo sustituye por acuerdos bilaterales.
Ese oportunismo tiene que pagarse y es una de las causas de que tengamos que echar al PSOE del Gobierno andaluz. El PSOE de Andalucía no da más. El cinismo institucional es insoportable y que no nos vendan la burra del PP y Cs son alternativa en Andalucía, que no lo van a ser. Y el bloque del cambio no va a permitirlo. Por ahí no está el debate. Está en que es insoportable el grado de cinismo político. Si no hay acuerdo, nos sentiremos frustrados.
¿Te ha resultado interesante esta noticia?
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>