Este artículo se publicó hace 2 años.
ERC y Junts se atascan en la negociación para salvar al Govern
Empieza una intensa semana para el Ejecutivo catalán en la que ambos socios continúan con las negociaciones para acercar posiciones, con los presupuestos catalanes en el horizonte. Por el momento, no hay avances palpables y Junts lo achaca al inmovilismo de ERC mientras los republicanos señalan la división interna de los primeros.
Barcelona-Actualizado a
Empieza una intensa semana para salvar al Govern de la Generalitat, con negociaciones entre ambos socios para acercar posiciones tras la escalada de tensión en torno a la Diada por las diferencias en la estrategia independentista. El próximo martes 27 comienza el Debate de Política General, plazo inicialmente marcado por Junts para que el Govern haga un "cambio de rumbo" respecto a la mesa de diálogo, la coordinación en Madrid y la dirección estratégica del Procés. Son tres puntos clave en los que el partido defiende que no se está cumpliendo el acuerdo de Gobierno firmado con ERC en mayo de 2021, y reclama a los republicanos que lo subsanen como condición para mantener la coalición.
Toma fuerza la opción de alargar el plazo para tomar una decisión definitiva
Pasado este plazo, y si las negociaciones no se desatascan, Junts podría salir del Govern. Ya lo ha advertido en varias ocasiones, aunque en el seno del partido conviven varias posiciones al respecto. Fuentes de ambas formaciones coinciden en señalar, sin embargo, que se está abriendo paso la opción de un plazo de tiempo más amplio para tomar una decisión definitiva.
El ultimátum planteado por Junts —y que Esquerra rechaza a toda costa—, de esta manera, quedaría amortiguado al menos en lo que se refiere a los tempos. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, asegura que su partido "no se siente interpelado" por ningún plazo de cara al debate parlamentario, ya que la sesión debe girar en torno a la ciudadanía: "El país no puede esperar que Junts se ponga de acuerdo".
La tensión entre ambas formaciones ha escalado en los últimos días. Mientras Junts critica a los republicanos por considerar que la acción de Govern está "alejando a Catalunya de la independencia", ERC señala la división dentro de la formación e insta a que las cuestiones internas no impacten al Ejecutivo. En medio del ruido mediático, las reuniones entre ambos socios son "constantes y frecuentes" no sólo ahora sino a lo largo de la legislatura, ha aclarado el portavoz de Junts, Josep Rius, tras la reunión de la ejecutiva.
El pasado miércoles tuvo lugar una tensa cumbre al más alto nivel entre ambos partidos para evaluar el estado de la coalición, aunque por ahora no ha habido avances en las cuestiones que plantea Junts. "El debate de política general debe ser en positivo y debe servir para recuperar la agenda independentista del Govern", ha señalado Rius.
Suspenso en la estrategia independentista
Junts realizó una auditoría sobre el acuerdo de gobierno y concluyó, a finales de agosto, que se está incumpliendo con respecto a la cuestión nacional. Para reconducir las relaciones, instan a reconsiderar la relación con Madrid, marcada fundamentalmente por la mesa de diálogo, así como la actuación unitaria de los independentistas en el Congreso y la creación de un nuevo espacio de coordinación estratégica que agrupe a partidos y entidades independentistas. "No queremos que ERC asuma nuestra estrategia, ni al revés. Queremos un espacio colegiado de dirección estratégica donde tomar conjuntamente las decisiones", ha sostenido Rius.
"Junts ha tendido la mano hacia el presidente. Para garantizar la estabilidad de la legislatura no hay mejor forma que cumplir el acuerdo", ha añadido. La comparecencia del portavoz, sin embargo, no ha estado exenta de reproches, y ha reclamado a Pere Aragonès que actúe "como presidente de un Gobierno de coalición y no como líder de un partido".
ERC no prevé ceder en ninguna de las tres exigencias de Junts
Por ahora, las conversaciones están atascadas, según fuentes de ambos partidos. ERC no prevé ceder en ninguna de las tres exigencias: "No vamos a participar de este espacio de dirección estratégica para hacernos una foto como si todo se hubiera arreglado para que al día siguiente todo siga igual".
Los republicanos también rechazan que la actual tensión se pueda resolver con la aprobación de alguna proposición en el Parlament en la línea de las exigencias de Junts. "Hay que ser serios y no hacer gesticulaciones, si no llegar a acuerdos de fondo que permitan restablecer la normalidad en el Govern y garantizar que podamos gobernar sin tensiones constantes, y eso lo que requiere es que Junts se aclare en su interior", aseguran.
Junts, sin embargo, niega que haya división interna alguna y asegura que el Govern tiene futuro "si ERC cumple el acuerdo firmado". Sin embargo, fuentes de ambos partidos aseguran que los contactos se mantendrán durante toda la semana, bajo la consigna de la discreción. Incluso se ha cambiado algunos encuentros entre dirigentes de ambos partidos para evitar filtraciones como la que se produjo en la reciente cumbre celebrada en el Palacio de Pedralbes durante más de seis horas. Aragonès está de viaje oficial a Nueva York, pero eso no frena que las conversaciones se desarrollen casi a diario.
Las conversaciones han pasado de un primer momento de fuerte tensión a un ambiente más relajado, aunque infructuoso. Según los dirigentes de ERC consultados, el problema de las conversaciones es que "no hay nada claro, hablamos con cuatro o cinco dirigentes de Junts y ninguno de ellos dice exactamente lo mismo". Desde Junts defienden que el problema es que ERC no quiere ceder en ninguno de los aspectos planteados.
Los presupuestos, en el aire
Por encima de las negociaciones sobrevuela la cuestión de los presupuestos, que el conseller de Economia, Jaume Giró, —de Junts— ya ha empezado a encarrilar y prevé aprobar en el Govern y entrar en el Parlament entre el 15 y el 20 de octubre. Una ruptura del ejecutivo justo antes podría ser un duro golpe para las cuentas.
Giró prevé entrar los presupuestos en el Parlament entre el 15 y el 20 de octubre
Fuentes de Junts reconocen que Giró tiene bastante avanzada la propuesta de presupuestos y que ya ha establecido la negociación con la CUP, los Comuns e incluso con el PSC. Una salida del Govern, en este sentido, sería un descalabro. ERC, por su parte, reafirma que espera que Junts siga en el Govern porque "hay demasiadas cosas en juego", entre ellas, unos presupuestos "fundamentales", pero señala que "así no se puede continuar" en referencia a las tensiones constantes entre socios.
Este lunes, tras la ejecutiva del partido, Vilalta ha sido contundente: "No hay ninguna crisis en el Govern. Hay una crisis en Junts que impacta en el Govern". La portavoz del partido ha vuelto a pedir "responsabilidad, lealtad y altura de miras" a Junts para que la política sea una "herramienta útil". "El país no puede esperar a que Junts se aclare sobre si quiere estar o no en el Govern", ha reiterado.
Así las cosas, el Govern cuelga de un hilo, pero la cosa podría ir para largo mientras se acerca la conmemoración de un acontecimiento políticamente muy importante para el independentismo, como es el quinto aniversario del 1-O. Aunque parezca paradójico, todos los consellers de ambos partidos aseguran que el Consell Executiu se ha blindado a la presión y las reuniones se desarrollan con total normalidad. El Govern trabaja con cordialidad por ambos lados y con la aprobación de los presupuestos como uno de los principales objetivos.
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