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Unión Europea Europa celebra su día ahogada por la emergencia del coronavirus, su mayor desafío tras la II Guerra Mundial

En el setenta aniversario de la Declaración Schuman, germen de la Unión Europea, cinco expertos analizan si las ideas sus fundadores siguen de actualidad o, por el contrario, no conseguirían salir adelante en el contexto actual.

Banderas de la Unión Europea ondean delante del edificio que alberga la Comisión Europea en Bruselas. | Reuters
Banderas de la Unión Europea ondean delante del edificio que alberga la Comisión Europea en Bruselas. | Reuters

La declaración Robert Schuman, uno de los padres de la Unión Europea, cumple este sábado 70 años. Una pequeña unión del sector del carbón y el acero, con la solidaridad como bandera, sentó las bases de la construcción de la UE. Siete décadas más tarde, en el periodo más largo de paz en el bloque, Europa se enfrenta a una pandemia y a la mayor crisis económica de su historia.

El virus ha dinamitado el orden mundial. Europa no es una excepción y la pandemia le ha sacudido en el peor momento, mientras revivía viejos fantasmas y digería el Brexit. Los países del sur nunca comprendieron la actitud de sus vecinos en la última crisis del euro, que les empujaron hacia políticas de austeridad y reformas estructurales de las que todavía no se han recuperado. Así, la salida de Reino Unido ha marcado un punto de inflexión en la historia de la Unión Europea, ya que por primera vez en la historia del bloque un país se ha atrevido a decir que prefiere caminar solo.

La actual Comisión Europea, liderada por la alemana Ursula von de Leyen, ha trazado una hoja de ruta basada en la solidaridad, la transición ecológica y la digitalización. Pero, ¿son suficientemente sólidos los cimientos de la UE para aguantar el vendaval que se avecina? ¿Europa da valor al significado del mercado único o la eliminación de fronteras interiores? ¿Siguen estando de actualidad los valores de paz, unidad y solidaridad que defendían a capa y espada Robert Schuman, Jean Monnet y Alcide de Gasperi?

Para analizar las costuras de la Unión Europea, Público pulsa la opinión de cinco personas que conocen muy bien los entresijos de Europa. Ellos son los académicos Mario Telo, presidente emérito y profesor de relaciones internacionales en el Instituto de Estudios Europeos (IEE) de la Universidad Libre de Bruselas  y Michele Chang, profesora de política europea en el prestigioso Colegio de Europa  . También Consuelo Femenía, miembro del cuerpo diplomático español y actual embajadora de España en Malta, y Jaume Duch, portavoz del Parlamento Europeo. Y, por último, con Manon Aubry, copresidenta del grupo Izquierda Unitaria en la Eurocámara.

Mientras que para Jaume Duch la Unión Europea es "una forma de estar en el mundo, que aúna derechos humanos y valores con libertades, progreso económico y social", para Manon Aubry en la práctica es "un espacio de competición". Para la francesa este espacio engloba "una competencia fiscal en evasión de impuestos dentro de nuestras fronteras, dumping social en materia salarial e incluso competencia en materia sanitaria, como la producción de mascarillas". 

Más próxima a la definición del portavoz de la Eurocámara, se encuentra Consuelo Femenía. Para la alicantina, Europa es sinónimo de hogar. "Una casa imperfecta y que cuando llega el mal tiempo evidencia fallos de construcción, pero yo no conozco mejor alternativa", puntualiza.

Por lo que respecta al momento histórico más importante desde la construcción de la Unión, los expertos y expertas coinciden en que la caída del muro de Berlín y la reunificación europea marcaron dos fechas clave. Sin embargo, Femenía sentencia que "el paso más importante fue la creación del euro, que nos ata a los demás países más que el mercado común, el Parlamento Europeo, la eliminación de las fronteras interiores o las becas Erasmus".

70 años de la declaración de Schuman

En 1950 los distintos países de Europa intentaban reconstruir sus vidas tras los estragos de la II Guerra Mundial y fue un auténtico reto vender un mensaje de paz y unidad a antiguos enemigos. Sin embargo, siete décadas más tarde, la Unión Europea es una realidad y uno de los mayores logros de la historia del continente.

Siguiendo este proyecto el profesor Mario Telo abandonó su querida Italia e hizo de Bruselas su hogar. "Si dejé mi país hace más de treinta años no fue por la comida o el tiempo que había en Bruselas, sino por entender mejor la idea más innovadora del siglo XX: el proyecto de paz, democracia y prosperidad social de la UE", comenta.

Sin embargo, por poner un ejemplo, la idea inicial de solidaridad de los padres de Europa choca frontalmente con la actitud de algunos Estados miembros como Alemania durante esta crisis sanitaria, cuando prohibieron exportar a sus vecinos material de protección. Entonces, ¿siguen en vigencia estos ideales o han caído en saco roto?. Para verlo más claro, este diario analiza algunas de las frases más relevantes de la Declaración Schuman. A pesar de que Jean Monnet fue el principal artífice del texto, decidió que el nombre de este documento fundacional tuviera el nombre de su colega Robert Schuman, político francés de origen alemán que fue llamado a filas en la I Guerra Mundial.

"Europa no se construyó y hubo la guerra"

El profesor Mario Telo es muy contundente con esta frase y afirma que los "nacionalismos de extrema derecha del siglo XXI ignoran la historia". "Los nacionalismos significan guerra, mientras que Europa significa paz", apostilla.

"Europa no se hará de una vez, ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho"

Para la profesora Michele Chang esta declaración choca con la política actual, "donde muchos culpan a Europa de aquello que va mal y raramente reconocen sus logros". 

“La contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas”

La embajadora española en Malta considera que "cuando Europa está unida, es un factor de estabilidad mundial". El portavoz de la Eurocámara, por su parte, insiste en que la Unión Europea "fomenta el multilateralismo como forma moderna de establecer relaciones y exporta derechos humanos y paz a través de los acuerdos comerciales, de cooperación y de asociación con decenas de países".

“Europa está buscando; sabe que tiene en sus manos su propio futuro. Jamás ha estado tan cerca de su objetivo. Quiera Dios que no deje pasar la hora de su destino, la última oportunidad de su salvación”

Jaume Duch recuerda que "la suerte es de los que arriesgan", mencionando la labor de Schuman, Monnet o De Gasperi, entre otros. "Tener en nuestras manos el futuro es el objetivo último de la construcción europea", amplía Consuelo Femenía.

“La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan”

Para Manon Aubry esta idea sigue estando de rabiosa actualidad. Según la copresidenta de GUE, "durante años, la Unión Europea ha atrapado a sus propios pueblos en la austeridad, la productividad y dogmas de comercio libre". "Ahora nos enfrentamos a los mismos peligros, pero es hora de despertar y reinventar nuestros sistemas sociales y económicos para proteger a la ciudadanía y al planeta", concluye.

A pesar de la ruina económica que atravesaba el continente cinco años después del fin de la II Guerra Mundial, la Declaración Schuman mostró a la ciudadanía un camino para iniciar una nueva vida, dejando a un lado guerras, nacionalismos y miedos. 70 años más tarde Europa tiene ante sus ojos la difícil tarea de surfear la mayor crisis económica de su historia y hacer frente al auge de populismos y nacionalismos, regados con una alta dosis de desinformación y fake news.

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