Feijóo renuncia al triunfalismo y cambia su hoja de ruta para el 28M ante la resistencia del PSOE
Fuentes populares creen que Feijóo se equivocó al reconocer el aguante del PSOE. El paulatino giro en el argumentario de Génova va de la mano de un cambio en el papel del presidente del PP en la campaña electoral.
Madrid-Actualizado a
Hizo falta que Alberto Núñez Feijóo le dijese a su partido que se hacía "corresponsable" del resultado en las elecciones del 28 de mayo. Ese compromiso —propio de un jefe— se convirtió automáticamente en noticia. La sorpresa por la contundencia en su reivindicación como un líder político que no "escapa" de las responsabilidades llegó hasta las filas del Partido Popular: ¿qué les quería decir Núñez Feijóo? ¿Por qué ahora? El diagnóstico que hacen todas las fuentes populares consultadas es coincidente: a mes y medio de las elecciones autonómicas y municipales, el presidente del PP ha cambiado el paso y se ha involucrado de pleno en la campaña, consciente de que el resultado estará más ajustado de lo que pronostica Génova desde hace meses
El giro en el discurso del PP es evidente desde hace semanas, pero esta semana quedó sellado cuando Feijóo reconoció en la última Junta Directiva Nacional del partido antes de las elecciones, frente a la plana mayor de la formación, que sabía "perfectamente" que el 28M "el partido de Sánchez aguantará mejor que en las elecciones generales". "Es la lógica electoral", apostilló. La frase resonó dentro y fuera del PP.
Algunas fuentes populares creen que lo trató de hacer Feijóo es rebajar las expectativas para que nadie caiga en un triunfalismo desmedido —alimentado por la propia cúpula nacional, que daba por seguro que los españoles harían "una moción de censura a Sánchez" el 28M— que juegue en su contra. Esa fue la estrategia que siguió Juan Manuel Moreno Bonilla en la campaña andaluza, escondiendo sus extraordinarias expectativas hasta el último momento. Pero hay también quien cree que el líder del PP se equivocó.
Apuntan otras fuentes a que fue un error de Feijóo reconocer esa resistencia del PSOE cuando lo que trataba de señalar es que los socialistas cuentan con una implantación territorial muy sólida, con mucho poder municipal, que sostendrá a Pedro Sánchez. Nadie en el PP se atreve ahora a augurarle al PSOE un descalabro el próximo 28 de mayo. Es más, algunos dirigentes regionales temen que la confluencia de los comicios autonómicos y municipales juegue en su contra porque ven "muy difícil que alguien vote en un sobre el PP y en otro al PSOE".
Así, Feijóo ha puesto ya la pista de aterrizaje para un 29 de mayo —el día después de las elecciones— sin el éxito tan holgado y rotundo que preveían. Desde su equipo reconocían también que en muchos territorios la victoria frente a la izquierda será por la mínima. Cuestión de "foto finish", asumen. Una imagen en la que seguramente también estará Vox.
Cambia la estrategia y se vuelca en los territorios
El paulatino giro en el argumentario de Génova va de la mano de un cambio en el papel de Núñez Feijóo en la campaña electoral. Hasta ahora, desde la dirección nacional del PP se había trasladado que el protagonismo del presidente del partido sería limitado, siguiendo con la máxima que arrastra desde que asumió los mandos del PP de respetar la independencia y autoridad de los líderes autonómicos. Ya no será así. "Podría esconderme detrás de vosotros. Podría protegerme en una campaña de equidistancia o perfil bajo, pero estaré con vosotros en las calles de España", le anunció Feijóo a su partido el pasado lunes. El presidente del PP tendrá caravana electoral propia en la campaña electoral, algo que hasta semanas rechazaban desde su equipo.
El sprint de los populares es claro, pero desde el entorno del líder de la oposición siguen sosteniendo que "no ha cambiado nada". Sobre la rebaja de las expectativas electorales creen que no es real y defienden que, al contrario, Feijóo "ha dejado claro qué espera del 28M" mientras que Sánchez se esconde, razonan, detrás de Yolanda Díaz.
De lo que suceda en los comicios autonómicos y municipales dependerá la posición de salida en la carrera para las generales, lo saben tanto a izquierda como a derecha, y la cronificación de las tendencias electorales —con poco movimiento entre bloques— dibuja un horizonte más difícil del esperado para los populares, demoscópicamente atados a la extrema derecha para formar gobiernos. La corresponsabilidad de Feijóo será con los resultados del 28M, pero también con los pactos postelectorales, el escenario más que asumido en el PP que menos le gusta al expresidente de la Xunta de Galicia.
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