MADRID-. Dicen de él que es demasiado buena persona para ser político, pero no piensa renunciar a lo primero, ni siquiera teniendo como adversario a un rival al que le vale todo, y que su moral y su ética se pueden medir por sus viajes a Canarias a cargo del dinero de todos para ver a su ex novia. Aún así, cree que será el próximo presidente de Extremadura tras el 24-M, para lo que se está dejando la piel desde hace meses. Sólo, o en compañía de otros, está convencido de que volverá.

Como candidato, ¿Cómo estás viendo los debates internos del PSOE? ¿No os perjudica a quienes os vais a presentar el 24-M?
El PSOE siempre ha sido un partido de debates, siempre los ha habido, y siempre los habrá, y cuando no los haya, el PSOE dejará de ser el PSOE. Si a esto se le añade que tenemos menos Gobiernos, estamos en menos instituciones, es todavía más fácil que haya debates, porque gobernar siempre acalla polémicas internas. Por eso lo veo como algo natural, y si algún día no los tuviéramos perderíamos un cierto encanto como partido. Pero otra cosa distinta es que traspasemos determinadas líneas o que no reconozcamos cuestiones que yo voy a defender siempre, como es la legitimidad que el secretario general tiene habiendo sido elegido por todos los militantes. Eso es incontestable. A partir de ahí, debates siempre van a existir.

"La legitimidad de Pedro Sánchez es incuestionable"

Pero, ¿por qué se discute la legitimidad de un secretario general elegido hace seis meses por la militancia?
Pues no lo sé. Me gustaría saberlo. Pero la verdad es que, probablemente, sea por gente que no sabe las consecuencias que eso tiene, y gente que no sepa hasta qué punto las bases de este partido se encuentran cercanas a Pedro Sánchez. Mientras algunos se dedican a enredar, Pedro Sánchez se dedica a hablar con la gente, y no hace visita de cortesías a las federaciones Hace visitas para comunicar y estar con la gente. Mi experiencia personal es que las bases del partido lo quieren mucho y, a fecha de hoy, incluso aquellos que no le votaron.

¿Crees que Susana Díaz es la solución o el futuro inmediato del PSOE?
Susana Diaz es un cañón. Como comunicadora, como mujer con las ideas absolutamente claras, lo que para mí es un orgullo. El PSOE siempre ha tenido varios referentes, y eso también es bueno ahora. Que haya un secretario general consolidado y luego haya líderes que tienen voz propia y que pueden hacer llegar con más fuerza el mensaje del partido, no me produce ningún temor.

En todo caso, de líder del PSOE y de secretario general, ve usted a Pedro Sánchez
Sí, claro, sin ninguna duda

¿Qué espera de la Convención Autonómica de este fin de semana en Valencia?
Que seamos capaces de hablar de la gente. No son tiempos de grandes discursos, sino de soluciones a los problemas reales de la gente. No hay que perder el tiempo en filosofar. Sabemos cuál es nuestro hecho diferencial, que es la igualdad. Y tenemos que llevar eso a la vida diaria de la gente. Hay cinco elecciones, y es una magnífica oportunidad para lo que nosotros llamamos un tridente, que consiste en llevar las mismas ideas a cada una de las elecciones. Me gustaría volverme el domingo de Valencia lleno de esperanza y de que de la Conferencia surja que tenemos las ideas claras, que sabemos lo que queremos y que los vamos a proyectar a los ciudadanos. No son tiempos de discursitos, son para poner propuestas que mejoren la vida de la gente.

"Susana Díaz es un cañón, lo que para mí es un orgullo como socialista"

¿Podemos es el futuro aliado del PSOE o su gran adversario? ¿Usted pactaría con Podemos?
Primero tenemos que saber de qué estamos hablando. Todo aquel que defienda la escuela pública tiene que reconocer que eso fue gracias a la tarea del PSOE. Todo aquel que defienda el Sistema Nacional de Salud tiene que acordarse de Ernest Lluch. Y todo aquel que defienda el sistema de dependencia tiene que recordar a Zapatero. Si eso es así, y entendemos que eso es lo que conforma la base del sistema de la igualdad, puede ser más fácil entendernos de lo que parece. Estoy convencido de que el día que nos pongamos a hablar de personas, y no sólo con esta formación, probablemente será fácil encontrar puntos de aproximación.

Entonces, ¿no descartas un pacto con Podemos en Extremadura?
Voy a esperar a lo que digan los ciudadanos. Si los ciudadanos no quieren que haya pactos nos darán la mayoría absoluta a unos o a otros. Si eso no ocurre, te obligarán a acuerdos y, llegado ese momento, veremos con quién te pones de acuerdo. Ahora, ponernos de acuerdo con quien ha hecho una reforma laboral como la que ha hecho, y ha precarizado el empleo, es muy difícil que no pongamos de acuerdo en nada.

Una asunto que ha causado mucho polémica es la reunión de Zapatero con Pablo Iglesias ¿Qué opina de ello?
Es un gesto. Y conociendo como conocemos a las personas, aún con el afecto que se les tiene, pues tiendes a disculparlo. Pero las explicaciones no me han convencido, porque en ninguna he visto nada que hubiera evitado coger el teléfono y llamar al secretario general del PSOE y contárselo antes del encuentro. Si es verdad que todos estamos al servicio de un proyecto, un político no tiene vida privada. Y no se puede considerar un encuentro privado con un líder de un partido político que te está poniendo a parir todos los días.

"Puede ser más fácil entenderse con Podemos de lo que parece"

Usted consiguió el mejor resultado para el PSOE en Extremadura, y también el peor, ¿Qué espera el 24-M?
Me fui del Gobierno siendo el presidente autonómica más valorado de toda España. Pero se tomaron decisiones muy duras que tienen que ver con la vida de la gente y que en Extremadura afectaron más. Lo que espero es plantear un proyecto alternativo y recuperar una mayoría suficiente para poder gobernar.

¿Por qué IU le ha dado tanta estabilidad al PP durante cuatro años?
Lo que votaron las bases de IU se debe a que había detrás una historia de fricciones entre nosotros. Pero creo que hoy está superado. Mantengo unas relaciones excelentes con IU. Y estoy convencido que no va a volver a ocurrir.

El escándalo de Monago y sus viajes a Canarias tuvo gran repercusión, hasta tal punto de que los parlamentarios ya tienen que explicar a dónde van y por qué. ¿No estuvo el PSOE extremeño muy pusilánime en este asunto?
Es verdad que hay quien me acusa de haberme puesto de lado. Yo estoy muy lejos del Monago político y del Monago presidente, pero me siento cerca del Monago persona, de su familia y de sus hijos. Soy así, y difícilmente me van a cambiar. Nosotros denunciamos el hecho, pedimos su dimisión, pero no quise que nadie tuviera la misma sensación de que yo quisiera arañar un solo voto a expensas de alguien que estaba atravesando un momento personal duro. Es verdad, que tenía su connotación pública, es indiscutible, pero yo que había sufrido por parte del PP extremeño muchas faltas de respeto , la invención de noticias sobre mí… pensé que la política también tiene algo de ejemplaridad, y creí que era mejor que se supiera que no todos somos iguales. No estaba dispuesto a hacer sangre.

"No estaba dispuesto a hacer sangre con los viajes de Monago. La política tiene algo de ejemplaridad"

¿Le tiene miedo a Monago?
En absoluto. Para nada. De hecho, lo conozco tan bien, que si tuviera algo contra mí lo sacaría, aunque yo no me haya portado así. Esa no es la cuestión.

Por último, ¿Qué ofrece Vara a los extremeños? Sus tres grandes propuestas
En primer lugar, por las situaciones de exclusión social que hay, no habrá ningún extremeño que no tenga agua y luz en su casa. En segundo lugar, es imprescindible un plan de empleo, que yo valoro en 150 millones de euros, para estimular la economía. ¿No ha funcionado bien el plan PIVE para los vehículos? Pues hacerlo en más sectores: reforma energética de las viviendas de más de veinte año, o las pernoctaciones en Extremadura, porque esas medidas de estímulo tienen un gran potencial de retorno. Hay que darle estímulos a la demanda. Y, en tercer lugar, el tema de la regeneración democrática. Transparencia total. Y al final de la legislatura conseguir el silencio positivo, no hay nada más progresista que una Administración que funcione bien.