La Fiscalía se opone a amnistiar al único independentista que espera beneficiarse del perdón desde la cárcel
El Ministerio Público considera que el delito de lesiones por el que fue condenado Abel M. no se enmarca en un acto de reivindicación independentista.
La Fiscalía se opone a amnistiar a Abel M., el manifestante que está en prisión desde el pasado 30 de mayo (el mismo día en que el Congreso dio luz verde a la ley de amnistía) por una agresión en el metro de Barcelona a un hombre que llevaba una bandera española. Los hechos sucedieron después de que el condenado asistiera a un acto convocado por la asociación sindical de la Policía Nacional Jusapol en noviembre de 2018.
La Fiscalía determina que las agresiones pretendían menoscabar la integridad física de la víctima
Abel, el único independentista que espera beneficiarse de la amnistía desde la cárcel, fue condenado en 2021 a tres años y nueve meses de cárcel por un delito de lesiones con la agravante de discriminación ideológica.
El Ministerio Público entiende que el delito de lesiones por el que fue condenado no se enmarca en un acto de reivindicación independentista y, por tanto, descarta que la amnistía abarque su caso. Cuando el juez declaró firme, hace ocho meses, su condena, la defensa del manifestante independentista solicitó que se le aplicara la amnistía, al entender que los hechos encajan en los supuestos previstos por la ley.
No obstante, la Fiscalía considera que el caso no es amnistiable, al entender que la lesión que causó el condenado no se enmarca "en un acto de reivindicación o promoción de la secesión o independencia de Catalunya" o con el propósito de convocar o procurar la celebración de las consultas del 9N o el 1-O. Además, la Fiscalía ha determinado que las agresiones tuvieron por objeto menoscabar la integridad física de la víctima.
La víctima sufrió varias lesiones que precisaron de tratamiento quirúrgico
Según figura en la sentencia, el independentista y su acompañante siguieron a la víctima hasta la parada de metro de la Plaza Urquinaona de Barcelona y cuando entraron en la estación esperaron a que la víctima se hallara al borde de las escaleras para propinarle un "fuerte empujón" por la espalda que hizo que la víctima cayera rodando hasta golpearse frontalmente contra el suelo.
A raíz de la agresión, la víctima sufrió varias lesiones que precisaron de tratamiento quirúrgico, por lo que la sentencia obliga al condenado a indemnizarle con 9.000 euros. De las distintas condenas por disturbios, altercados y agresiones durante el transcurso del proceso soberanista, la de Abel es de las pocas que han traído consigo el ingreso efectivo en prisión.
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