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Catalunya Sentencia del 'procés': cinco días de protesta ciudadana y parálisis política

Desde la publicación del fallo del Tribunal Supremo, las protestas han monopolizado la respuesta ciudadana, mientras que los principales dirigentes políticos no han acordado ni propuesto una solución para el conflicto.

Miles de personas que participan en las "Marchas por la libertad" entran en Barcelona por la Gran Vía / EFE

Las calles se mueven, las instituciones, no. El balance que deja la semana de las reacciones a la sentencia del procés está marcado por una fuerte protesta ciudadana y por el endurecimiento de los discursos de la mayoría de los dirigentes políticos, pero no por los movimientos por parte de los principales partidos para trabajar hacia una solución del conflicto.

Las manifestaciones de los días han dejado paso a las tensiones y las cargas policiales de las noches, pero, pese al aumento de la conflictividad, no ha habido una propuesta clara por parte de ningún dirigente político para atajar la crisis. Sí que se han producido movimientos entre las fuerzas políticas, pero casi siempre de carácter discursivo o simbólico.

Hay buenas pruebas de ello tanto en Barcelona como en Madrid. El president de la Generalitat, Quim Torra, pidió la celebración de un Pleno extraordinario en el Parlament para comparecer ante las protestas que se estaban dando en las calles. Los partidos protagonizaron un tenso debate en la Cámara y toda la oposición pidió a Torra que se apartara de su cargo ante su inacción.

La propuesta del president para encauzar la crisis política fue el anuncio de que para la próxima primavera volvería a “poner urnas para la autodeterminación” en Catalunya. Este anuncio visibilizó importantes divisiones en el seno del Govern y del movimiento independentista, ya que, según apuntó ERC, Torra no comunicó a sus socios de gobierno que iba a proponer una nueva consulta, a pesar de que lo hizo como líder del ejecutivo autonómico.

En Madrid, el movimiento más importante del Gobierno consistió en una reunión del líder del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, con los líderes de las principales fuerzas políticas. Casado, Rivera e Iglesias acudieron a La Moncloa con sus propuestas y reivindicaciones, pero lo cierto es que a estas reuniones no les acompañó la apuesta por una propuesta clara para dar respuesta al conflicto en Catalunya.

Casado le pidió a Sánchez intervenir los Mossos, Rivera, más policía, e Iglesias, "diálogo" para avanzar hacia la "desinflamación" del conflicto

Mientras desde la derecha se instaba al Gobierno a aplicar el artículo 155 de la Constitución, a mandar más efectivos de la policía a Catalunya (Albert Rivera) y aplicar la ley de seguridad nacional (Pablo Casado), desde la izquierda, Pablo Iglesias le pedía a Sánchez avanzar hacia el “diálogo” y la “desinflamación”, y le ofrecía apoyo para el impulso de medidas que fueran en este sentido.

Sin embargo, tras las reuniones el presidente del Gobierno en funciones no se ha decantado por ninguna acción concreta, más allá de las intervenciones que ha protagonizado Sánchez en los últimos días. El lunes, tras la publicación de la sentencia por parte del Tribunal Supremo, el líder socialista protagonizó una declaración institucional, primero en castellano y luego en inglés, asegurando que la resolución judicial había puesto “punto y final a un proceso que se ha desarrollado con todas las garantías y máxima transparencia”, a la vez que se comprometía a “garantizar la convivencia y la seguridad”.

Declaraciones sin acciones ni propuestas

También avanzó Sánchez que en los siguientes días se producirían los “estertores de una etapa superada”. Sin embargo, estos estertores se encontraron con las manifestaciones y protestas en toda Catalunya, y el Gobierno en funciones se vio forzado a emitir un comunicado en el que aseguró que los incidentes registrados habían sido coordinados “por grupos que utilizan la violencia en las calles”.

Un día después, el miércoles, y tras reunirse con los líderes de PP, Cs y Unidas Podemos, el presidente instó a Quim Torra a que condenara la violencia y afirmó que se trataba de un “deber político y moral”. “No puede ocultar su fracaso con cortinas de humo y fuego”, dijo sobre el president de la Generalitat.
Este viernes, tras persistir las marchas y las protestas en las calles catalanas, Sánchez avanzó que “no habrá ningún espacio para la impunidad de los hechos vandálicos” y acusó a Torra de “banalizar” y “frivolizar” con la violencia.

En este escenario, el cruce de declaraciones ha sido la constante en la semana de la publicación de la sentencia del procés, una semana que ha terminado con una marcha masiva en Barcelona, pero sin ninguna propuesta política.

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