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Las frases más memorables de Correa ante el tribunal: "No es lo mismo un funcionario cabreado que una oficina con unas señoritas muy agradables"

Primeras declaraciones

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Varios periodistas siguen la declaración de Correa a través de un monitor. EFE

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MADRID.— El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, continua con su declaración ante el tribunal que juzga uno de los mayores casos de corrupción en España. El interrogatorio, que empezó este jueves, se prevé que dure al menos tres días. Como era de esperar, las declaraciones del cerebro de la trama no han dejado indiferente a nadie. En su confesión ha protagonizado una ristra de frases memorables. Aquí recopilamos algunas.

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"El primero fue un Range Rover de color blanco que traje de Barcelona, que me costó medio millón de pesetas, un jeep de tercera mano para andar por la playa. El segundo fue un Jaguar, me dio a cambio el que tenía. Y el tercero, cuando fue alcalde, le di el dinero en efectivo e hizo un renting para otro Range Rover". El cerebro de la trama ha aclarado que regaló tres coches al marido de la exministra Ana Mato, Jesús Sepúlveda.

"No es lo mismo un funcionario con plaza adquirida y cabreado porque no le pagan lo que cree que merece que una oficina externa con unas señoritas muy agradables, profesionales, bien entrenadas, uniformadas, y que te van a atender"
. Ha asegurado Correa sobre el proyecto de Oficinas de Atención al Ciudadano que implantó en Pozuelo y Majadahonda.

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Primeras declaraciones

En su primera declaración, Correa decidió cantar como Pavarotti, si se permite la expresión. En su confesión se podían escuchar perlas como estas:

"¿Cómo no voy a hacer regalos a un señor que me está dando un negocio importante?". Correa ha confesado que que entregó "dádivas" a los extesoreros del PP Luis Bárcenas y Ángel Sanchis, así como al exconsejero de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo y los exalcaldes populares Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato, y Guillermo Ortega.

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"No tengo nada contra Garzón, lo digo de corazón, pero me podía haber llamado y le hubiera dicho la verdad". Correa se ha mostrado amable con el primer instructor que tuvo el caso, el juez Baltasar Garzón, posteriormente inhabilitado precisamente por ordenar escuchas desde la prisión a los acusados. De hecho, ha dicho que estaba dispuesto a colaborar desde el primer momento: "Le hubiera reconocido mis cuentas en el extranjero".

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