Este artículo se publicó hace 2 años.
El Gobierno busca el respaldo económico europeo al hidroducto conjunto con Francia y Portugal
Este viernes se espera cerrar en Alicante todos los detalles del nuevo corredor de hidrógeno verde, que se llamará H2Med. El proyecto debe presentarse antes del día 15 de diciembre a la Comisión Europea para que pueda optar a financiación por parte de la UE. El Ejecutivo de Pedro Sánchez confirma que no transportará gas, un requisito que ponen desde Bruselas.
Madrid-
Primero era MidCat. Luego BarMar. Y finalmente se llamará H2Med. Este viernes está previsto que se conozcan todos los detalles técnicos del nuevo corredor "verde" que pactaron el pasado mes de octubre los Gobiernos de España, Francia y Portugal. Alicante acoge una cumbre formal sobre este asunto, aprovechando las horas previas a la Cumbre Euromediterránea programada a continuación. El principal objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez es conseguir que el proyecto tenga el respaldo económico de la Unión Europea.
Las incógnitas sobre el nuevo conducto son todavía numerosas. La intención es que transporte únicamente hidrógeno verde. Algo que los expertos consultados por Público hace casi un par de meses veían difícil de conseguir. Fuentes del Gobierno de Sánchez aseguraron este miércoles que el hidroducto solo transportará hidrógeno verde y no gas en un primer momento como se había dejado entrever.
Uno de los motivos principales está precisamente relacionado con el acceso a la financiación por parte de la UE. Los requisitos impuestos por la Comisión Europea para sufragar los costes de este tipo de proyectos nuevos indican que las infraestructuras solo pueden ir destinadas a energías verdes. "Las reglas son claras", destacan en Moncloa.
En la cumbre, que se desarrollará por la mañana, el Gobierno espera formalizar el compromiso de España, Portugal y Francia con el proyecto del H2Med. Además estará presente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Algo que según Moncloa es muy importante a nivel simbólico ya que en todo momento consideran que el hidroducto tiene que tener una "dimensión europea" y que conecta con la estrategia comunitaria de dar relevancia a energías como el hidrógeno verde.
El proyecto, una vez ultimados los detalles, se presentará a la convocatoria europea de proyectos cuyo plazo termina el día 15 de diciembre. En este tipo de convocatorias para infraestructuras la Comisión Europea financia entre un 30% y un 50% de los costes totales. El Gobierno de Sánchez tiene el objetivo de aspirar al máximo, es decir, que sea la UE quien financie la mitad del hidroducto.
La transición ecológica o las energías renovables han sido uno de los aspectos políticos en los que más ha querido incidir Sánchez durante los últimos tiempos. Incluso en un documental proyectado por el PSOE con motivo del 40 aniversario de la victoria de Felipe González reconocía que le gustaría ser recordado como un presidente que puso en la agenda pública este asunto. Impulsar la transición ecológica también está entre sus objetivos como nuevo presidente de la Internacional Socialista.
Sánchez ha forjado una relación especial y estratégica con el primer ministro de Portugal, el también socialista Antonio Costa. Su complicidad en materia energética pudo verse de nuevo en Madrid con motivo del Congreso de la Internacional Socialista. Ambos compartieron una charla enfocada directamente a este asunto. Y sentaron sus objetivos políticos con su apuesta por ser, conjuntamente, una potencia exportadora de hidrógeno verde.
El presidente habló en ese momento de "socialismo ibérico" o de "utopía ibérica" para referirse a esta oportunidad. "Es una apuesta ganadora para España y Portugal. El que podamos convertir la Península Ibérica en esa potencia exportadora, por primera vez, es algo por lo que merece la pena trabaja", destacó Sánchez. Precisamente la capacidad de generar esta energía y su rentabilidad en la Península Ibérica es otra de las dudas que muestran algunos expertos en la materia.
La infraestructura que conectará Portugal con Barcelona y con la ciudad francesa de Marsella es compleja, costosa y con plazos largos para que comience a funcionar. A Sánchez y Costa les costó convencer al mandatario francés Emmanuel Macron. Pese a que el proyecto resultante no era el que habían ideado (este consistía en un gasoducto al uso para paliar la dependencia energética de Rusia en Europa), el Gobierno vendió el acuerdo como una victoria sin matices.
A la espera de los detalles de este viernes y de cómo quede la financiación del proyecto, el Gobierno baraja que pueda estar en marcha entre 2026 o 2030. Lo avanzó hace unos días la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. "En una o dos legislaturas" dijo que espera que esté operativo el H2Med.
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