Este artículo se publicó hace 4 años.
Gobierno de coaliciónUn documento interno del PSOE fija posiciones sobre feminismo que colisionan con las de Igualdad
Un argumentario interno del PSOE sienta su posición contraria al "derecho a la libre determinación de la identidad sexual" y lo que se conoce como el borrado de las mujeres, que puede provocar serios desencuentros con el Ministerio que dirig
Marisa Kohan
Madrid-Actualizado a
Un documento interno del PSOE, distribuido en las últimas horas por diversas redes sociales y chats de Whatsapp, fija la posición del Partido Socialista sobre lo que desde esa formación llaman "las teorías que niegan la realidad de las mujeres". Se trata de un "argumentario", es decir, un documento que emiten los partidos políticos cuando acuerdan una posición y ésta debe ser conocida y utilizada por los distintos portavoces o cuadros de la formación.
En el documento, el que el PSOE deja clara su posición en contra del "derecho a la libre determinación de la identidad sexual" o "derecho a la autodeterminación sexual", que "carece de racionalidad jurídica". Estas manifestaciones colisionan con las posiciones del Ministerio de Igualdad, que tiene sobre la mesa aprobar diversas leyes a lo largo de esta legislatura, como son la de derechos LGTB y de las personas Trans. Esta diferencia de posturas augura un arduo debate político.
Pero también puede provocar serios desencuentros entre los socios de Gobierno en otras normas, como la Ley de Libertad Sexual, una de las prioridades del ministerio que dirige Irene Montero y cuya tramitación se inició el pasado 8 de marzo por el Consejo de Ministros, pero que sufrió un parón por el estado de alarma debido al coronavirus.
La ley ya había provocado diversas discrepancias antes del momento de su aprobación por el Consejo de Ministros que no solo fueron de forma, sino también de contenido. Entre ellas se encontraban algunas definiciones y afirmaciones de la ley que, según algunas fuentes socialistas invisibilizaban o "borraban" a las mujeres de la norma.
En su documento los socialistas establecen lo que entienden por conceptos como el "sexo" y el "género", dos vocablos que en algunos momentos se utilizan como sinónimos pero que, afirman, hacen referencia a realidades muy distintas. El documento define el sexo como una serie de características biológicas y fisiológicas con las que se nace. En cambio el género es una "construcción social", es decir "un conjunto de roles sociales y culturales, de tareas, estereotipos" que se asignan a los hombres y las mujeres de manera diferenciada.
El problema, afirma el documento, es que "el género está siendo ahora utilizado por determinados movimientos para sustituir el propio concepto de sexo". Y si esto ocurre, añaden, "se desdibuja la situación de desigualdad estructural de las mujeres respecto a los hombres". El género "es una categoría de análisis que lleva implícita la opresión, la desigualdad y la subordinación de las mujeres respecto de los hombres. Por ello, las socialistas feministas pretendemos su abolición para conseguir la emancipación de las mujeres".
El PSOE señala en su argumentario su "compromiso con las personas transexuales y la lucha por la consecución de sus derechos" y afirman que hacen "propias sus reivindicaciones a favor de la plena consideración de sus derechos de ciudadanía y de no discriminación". Pero afirman estar en contra "de los posicionamientos que defienden que los sentimientos, expresiones y manifestaciones de la voluntad de la persona tienen automáticamente efectos jurídicos plenos".
Según el argumentario, la lucha contra la discriminación y las políticas de inclusión "son una obligación para las democracias" y que "no pueden utilizarse torticeramente o como coartada para socavar las conquistas en materia de igualdad entre mujeres y hombres. Como socialistas, defendemos que la igualdad y el respeto a la diversidad hacen mejores democracias".
El documento el PSOE explica que aunque los conceptos de identidad sexual o identidad de género no son estrictamente iguales, se ha venido usando de manera indiferenciada en textos legales y demás documentos a nivel nacional e internacional. "Si bien, en los últimos tiempos se está generado una utilización interesada (por parte del activismo queer), que está ganando terreno en espacios académicos y ciertos movimientos sociales, en torno a la utilización de ambos términos y con la incorporación de nuevos conceptos ambiguos. Las consecuencias de manipular confusamente dichos términos están poniendo en riesgo el propio concepto jurídico y sujeto político 'mujer'. Un debate en el que está inmerso el feminismo desde hace tiempo".
"Estamos en contra de los posicionamientos que defienden que los sentimientos, expresiones y manifestaciones de la voluntad de la persona tienen automáticamente efectos jurídicos plenos". El denominado "derecho a la libre determinación de la identidad sexual" o "derecho a la autodeterminación sexual" carece de racionalidad jurídica.
El argumentario cuestiona la viabilidad de seguir avanzando hacia la igualdad si "se cambia la definición de mujer y se niega su realidad". "Si basta con que un hombre exprese en un momento determinado que se siente mujer, sin ninguna otra consideración, ¿Cómo afecta a la recopilación de datos estadísticos? Las estadísticas se desagregan por sexo, y son fundamentales para conocer los problemas (la desigualdad laboral y salarial, la feminización de la pobreza, el techo de cristal, la violencia machista...) y determinar las políticas públicas para su abordaje ¿Cómo afecta a la ley de violencia de género? ¿Podría un hombre maltratador señalar que se siente mujer y por tanto no poder ser juzgado por este delito?" se pregunta entre otras cuestiones.
El Ministerio de Igualdad no ha hecho ningún comentario sobre este documento de su socio de Gobierno.
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