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DEBATE ELECTORAL A CINCO Ilegalizar partidos, expulsar a inmigrantes y disolver las autonomías: la noche “patriótica” de Abascal 

El líder de Vox busca separarse de Casado y Rivera con sus propuestas contra las personas extranjeras y sembrando dudas sobre las víctimas de violencia machista. También acusó al Gobierno de "dividir a los españoles con odios viejos".

El candidato de Vox, Santiago Abascal, momentos antes del inicio del debate electoral. EFE/Juan Carlos Hidalgo

Con las encuestas soplando a favor, Santiago Abascal ha aprovechado su primer debate electoral para reafirmar, sin complejos, los rasgos ultraderechistas de Vox. Consciente de los movimientos que pueden producirse en el electorado tras este encuentro televisivo, intentó que sus intervenciones valiesen, por sobre todas las cosas, para oponer su “alternativa patriótica” ante el “consenso progre”, también definido por Abascal como “un proyecto multicultural dictado desde los despachos de la progresía internacional”.

Catalunya fue uno de los ámbitos en los que exhibió con mayor dureza esas posiciones “patrióticas” de la extrema derecha. En tal sentido, el candidato criticó la aplicación “descafeinada” del artículo 155, ya que a su juicio no permitió “recuperar el control” de TV3 o de los Mossos. Del mismo modo, consideró que en ese territorio “se ha producido un golpe de estado permanente” que, a su juicio, “se inició en los tiempos de Jordi Pujol”. Por ello, quiso “denunciar a los partidos nacionales que durante décadas han regalado impunidad a los golpistas”.

¿Qué haría entonces Vox con Catalunya si estuviera en el Gobierno? En primer lugar, “impulsar la suspensión de la autonomía de Catalunya” e ilegalizar a los “partidos golpistas”. Además, prometió que Torra sería “detenido, esposado y puesto a disposición judicial con una querella por rebelión de la Abogacía del Estado”.

Cuando llegó el bloque sobre economía, Abascal citó la “inmigración ilegal subvencionada” como uno de los factores que contribuyen a una “situación dramática”. De hecho, planteó “terminar con la sanidad universal para los inmigrantes”. Habló también del “despilfarro de las autonomías” e incluso aseguró que habrá que “elegir” entre “autonomías o pensiones”.

Uno de sus rifirrafes fue con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que le recriminó que viviese “cuatro años de un chiringuito político”. “Estoy muy orgulloso de haber pedido el cierre de esa institución que yo mismo dirigía”, contestó el líder de Ciudadanos.

"Los muertos se respetan"

El Abascal en estado puro se dejó ver con claridad a la mitad del debate, cuando al referirse a los asesinatos machistas dijo que había “un 86% de denuncias archivadas”, mientras que criticó al Gobierno en funciones por haber tenido como “principal emergencia desenterrar un muerto” y querer “dividir a los españoles con odios viejos”. “Los muertos se respetan, se llamen Franco o La Pasionaria”, dijo poco después.

Luego volvió a cargar contra las personas provenientes de otros países. Aseguró que en Hortaleza, el barrio madrileño donde reside, “hay un centro de menas”. “Hay mujeres que me vienen a contar que la Policía les dice que no salgan con joyas a la calle”, afirmó. Seguido aseguró que hay “más de cien manadas en España” y que el 70% de los imputados “son extranjeros”.

En otro momento de la noche apuntó hacia las "personas procedentes de culturas incompatibles con nuestros valores" y defendió la "identidad cristiana de Europa". "Ya pueden juzgar por ustedes mismos", dijo en su minuto de oro. La extrema derecha cerraba así su estreno en un debate electoral. Ahora mira a las urnas.   

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