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Javier Cuesta, músico agredido en Granada: "¿Nos vamos a matar por poner una bandera tricolor en el balcón?"

Cuesta fue agredido el pasado sábado en la puerta de la casa de sus padres, de cuyo balcón cuelga una bandera de la II República en homenaje a Julio Anguita, fallecido recientemente

Javier Cuesta, con la denuncia, en la puerta de los juzgados.
Javier Cuesta, con la denuncia, en la puerta de los juzgados.

maría serrano

"No me explico este ambiente de odio en plena democracia. La responsabilidad la tienen los políticos que no hacen nada para evitarlo", afirma Javier Cuesta, músico de profesión. Cuesta vive en el barrio de Fígares (al sur de Granada capital) donde recibió, según su testimonio, una brutal agresión que ha denunciado en el juzgado por parte de cuatro ultras que antes de darle una paliza, se habían "meado debajo de su balcón" del que colgaba una bandera tricolor de la II República en homenaje a Julio Anguita, histórico líder comunista fallecido recientemente.

"Mi padre me había dicho, chico, habrá que poner algo por Anguita, un lazo rojo o algo", explica este martes a Público en conversación telefónica. Así que el pasado 16 de mayo decidieron poner la bandera tricolor. Jamás pensaron que ese gesto iba a desatar una violencia descomunal.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado, 23 de mayo, hacia las nueve y media de la noche, el mismo día en que Vox convocó su manifestación. En el barrio de Fígares, cerca del centro de Granada, se reúnen cada tarde un centenar de personas con banderas españolas", frente a la oficina de Correos. Cuesta asegura a Público que "en muchas ocasiones pasamos por delante, cada tarde, cuando nos movemos a dar un paseo o a hacer la compra".

Escuchan sus arengas patrióticas, sus "viva España", pero "no suelen dispersarse de su grupo para increpar a nadie", señala. Aquel sábado por la tarde fue diferente. 

Un joven con barba se paró junto a tres más para orinar bajo el portal de Cuesta, desde cuyo balcón donde sobresalía la bandera republicana. "Mi sobrino les increpó, les dijo que se fueran y que dejaran de molestar", afirma Cuesta. Acto seguido los cuatro individuos, "bien vestidos", se acercaron a la planta baja donde está el domicilio de los padres de Cuesta. Todos viven en el mismo bloque.

La denuncia, presentada al Juzgado de Instrucción de Granada, detalla que Javier Cuesta se asomó al escuchar "los gritos de auxilio y miedo" de sus padres y su hermana, por lo que bajó "lo más rápido posible". La puerta solo tenía echado un pequeño pestillo, que rompieron "a patadas" los agresores. Luego, empujaron la puerta.

Mientras el sobrino y hermana de Cuesta se escondían para no enfrentarse a los cuatro jóvenes en una habitación, los padres del músico estaban en el salón. Javier bajó las escaleras y aún quedaba un individuo en la vivienda. "Me dirijo a la puerta para alcanzar al último y logro agarrarlo por la espalda", puntualiza en la denuncia. Le grita para preguntar su identidad pero el joven hace caso omiso.

"Le conminé a que saliera del edificio pero se intentó girar hacia mí para darme un puñetazo que pude esquivar". En la calle, fuera ya del portal, esperaban a Cuesta los otros tres manifestantes que habían logrado salir de la casa antes de ser sorprendidos. "Cuando salí a la puerta para comprobar que estaba fuera, de forma sorpresiva se abalanzaron sobre mí los otros tres ". A Javier le propinaron una paliza en cuestión de segundos.

"Empezaron a darme puñetazos y patadas entre los cuatro. Tras un golpe en el estómago perdí el equilibrio, caí al suelo y siguieron agrediéndome a patadas", reza en el comunicado difundido por la víctima. Los padres de Cuesta comenzaron a pedir auxilio. Los cuatro manifestantes, uno de ellos "alto con barba y media melena negra, otro de pelo corto con vaqueros y camisa blanca" corrieron calle abajo sin lograr ser detenidos por ningún vecino.

Por la bandera

A Cuesta lo trasladaron al hospital. Recuerda a Público como a las cuatro de la mañana que su sobrino le dijo "¿tú crees que ha sido por la bandera?". Cuesta desconocía el motivo de la agresión pero argumenta que "su casa es la única de la zona con una bandera republicana colgada en una ventana". "¿Nos vamos a matar por poner una bandera tricolor en el balcón?", se pregunta.

El parte médico, al que ha tenido acceso Público, describe cómo el dedo índice de la mano derecha lo tenía desencajado y torcido, con contusiones y magulladuras por todo el cuerpo. El informe se completa con "hematoma en el ojo derecho, gran hematoma en brazo izquierdo con erosión de cuello y dolor de cuello y espalda con limitación de movilidad". El juicio clínico diagnostica, que Javier Cuesta se encuentra "politraumatizado" horas después de la agresión.

El músico granadino pudo recibir el alta en urgencias a las pocas horas de la paliza. El lunes pasado acudió a la comisaría de la Policía Nacional , ya que según su abogado los hechos constituyen un delito de odio.

En el balcón de Cuesta continúa colocada la bandera republicana por Anguita pero ahora ha puesto también la española porque, según aclara a Público, a "él no solo le representa la tricolor. Yo cuando hay un mundial saco la bandera de España también. No tengo problemas en lucirla. Yo soy español. Puse la bandera republicana por Julio Anguita".

El músico, de 44 años de edad, concluye que "los responsables de esta situación son los políticos que han permitido crear este escenario público, este ambiente crispado". Recuerda un episodio reciente a principios de marzo cuando un jeep militar fue colocado en el centro de Granada con banderas y propaganda de Vox.

"Nunca he visto tanto odio en las calles y tantos disparates en las manifestaciones del centro de mi ciudad. No sé sinceramente a dónde vamos a llegar", dice en conversación con Público. Aún conserva varios objetos que los agresores dejaron tirados en el portal, unas latas de cerveza, un reloj Lotus, unas gafas de sol. "Lo guardo por si pudiera tener huellas para encontrar a los agresores pero no sé si servirá de algo".  

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