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El exjefe de la brigada política de Interior cuela en el 'caso Pujol' un pen drive robado en sede policial

El ladrón era el jefe

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El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aplaude al director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino. - EFE

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@patricialopezl

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MADRID-. El último capítulo de "mala praxis policial en el caso Pujol", tal como lo definen diferentes fuentes relacionadas con el procedimiento, tuvo lugar la semana pasada y consiste en el intento de la Policía de incluir un pen drive con presunta información relevante sobre la familia, que la cúpula policial guardaba, aparentemente, desde 2013.

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El ladrón era el jefe

El pasado junio, la Comisaría General de Policía Judicial (CGPJ) recibió el encargo del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz de iniciar una investigación sobre quién había osado grabarle en su despacho mientras conspiraba contra los políticos soberanistas catalanes con el ex director de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso.

La hiperactividad de un comisario jubilado

Aún así, Pino se ha puesto en contacto con la Audiencia Nacional para acusar directamente al comisario Marcelino Martín Blas de la ocultación del pen drive desde 2013. No es la primera acusación que vierte contra su ex subordinado, también ha remitido escritos al juzgado de instrucción número 2 apoyando a la defensa del pequeño Nicolás, cambiando su versión de los hechos y acusando al CNI y a Asuntos Internos de reunirse ilegalmente y de filtrar incluso escritos de la Fiscalía para desacreditar a los investigadores. Además, Pino y Villarejo intentan también involucrar a Martín Blas en unas presuntas coacciones a los dueños de Banca Privada de Andorra (BPA), denunciadas cuando comenzó la persecución del comisario. 

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