El rey emérito, Juan Carlos I, ha conseguido que la Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales se le conceda la inmunidad en Reino Unido para sortear una demanda por acoso de su antigua amante, Corina Larsen, quien le acusó de haber estado detrás de una situación de espionaje a partir de 2012, tras la ruptura de la relación. 

Larsen interpuso la demanda contra Juan Carlos I en 2020, al considerar que tras el final de la relación amorosa, la Casa Real y el CNI trataron de desprestigiarla por todos los medios. 

Según informa la Cadena SER, los abogados de Corinna denunciaron presiones contra su defensa, además de vigilancia ilegal. Todo ello, después de que ésta se negase a devolver 65 millones de euros que, supuestamente, Juan Carlos I le habría donado en 2012. 

La defensa del emérito intentó en un primer momento que la Justicia británica no aceptase la demanda de Larsen, asegurando que Reino Unido no tiene jurisdicción sobre las acciones del monarca. Así pues, una vez aceptada la petición de Corinna, los abogados de Juan Carlos I –presentando al prestigioso despacho Clifford Chance– argumentaron que su defendido disfrutaba de inmunidad ya que los hechos se produjeron entre 2012 y 2014, años en los que todavía era monarca.

La defensa de Corinna: "La inmunidad es muy limitada"

La defensa de Corinna ha subrayado, después del anuncio del Tribunal de Apelaciones, que la inmunidad concedida a Juan Carlos I es "muy limitada". El abogado Michael Kim, del despacho Kobre & Kim ha recordado que la demanda todavía tiene recorrida ya que la decisión el blindaje del que disfruta el emérito solo afecta a su reinado, hasta 2014. 

"La mayor parte de la demanda no se ve afectada y debería ir a juicio", ha valorado el letrado en un comunicado. Bajo su punto de vista, los hechos denunciados responden a una situación "muy grave" de "un acoso que prosiguió a lo largo de mucho tiempo y que será examinado en detalle cuando el juicio tenga lugar".

"Bolsas de efectivo": Juan Carlos I, obsesionado con el dinero

La examante detalló recientemente, en un podcast titulado Corinna y el Rey, algunos aspectos de su relación con el monarca español, a quien acusa de "estar obsesionado" con el dinero. "Lo veía regresar de los viajes y estaba feliz como un niño de cinco años, traía bolsas llenas de efectivo", cuenta.

En ese mismo programa, Larsen explica cómo su relación con Juan Carlos comenzó a fraguarse en una cacería en Castilla-La Mancha. Allí fue presentada como experta en armas y desde entonces los contactos comenzaron a fluir en una relación que terminó saliendo a la luz a raíz del accidente en Bostwana.

"Estaba acostumbrado a niveles disparatados de riqueza. A donde va toda esa riqueza es otra cuestión", revela en el podcast. "Una vez tiene dinero en posesión es capaz de hacerlo desaparecer gracias a un talento inigualable. No siempre aparece en las cuentas del banco. Las autoridades fiscales en España definitivamente no encuentran nada ahí".