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Machismo institucional ¿Las juezas no cuentan?

El escándalo de la discriminación de la juez Vivas

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Los miembros de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo con Felipe VI, en el centro. A su derecha, Carlos Lesmes, presidente de este órgano judicial. Foto: poderjudicial.es

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MADRID.- Una imagen recorre las redes sociales estos días. Es la fotografía de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, tomada el pasado 4 de septiembre con motivo de la apertura del año judicial: son trece hombres togados. En el centro, su presidente, Carlos Lesmes, y Felipe VI. No hay rastro de magistrada alguna, a pesar de que las mujeres son mayoría en la carrera judicial... y en la sociedad.

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Desde entonces ninguna otra magistrada ha alcanzado la cúpula judicial ni, por lo tanto, ha posado en esta foto de familia. La Sala de Gobierno del Supremo está integrada por los presidentes de las cinco salas jurisdiccionales y de otros cinco magistrados elegidos por votación directa de sus compañeros. Está presidida por el presidente del Supremo.

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La fotografía se ha convertido en símbolo del techo de cristal que impide que las mujeres accedan al poder real en un mundo gobernado por el Derecho como es la Justicia. Unas cifras para ilustrarlo: en enero de 2016 había 2.812 mujeres juez, frente a 2.554 hombres. Las mujeres representan el 52,4% de la carrera judicial. Mas datos: esta dura oposición fue aprobada en 2015 por 35 personas, de las que 25 eran mujeres (el 70,8% del total).

Milagros Calvo, primera magistrada en llegar al Supremo, durante una jornada de puertas abiertas. Foto: poderjudicial.es

Pocas son las mujeres que alcanzan la cúpula judicial. Tampoco sirve de explicación que hace falta tiempo para el recambio generacional, porque han pasado casi 40 años desde que la primera mujer accediera a esta carrera reservada hasta entonces para los hombres. Fue en 1977 cuando Josefina Trigueros se convirtió en la primera mujer juez.

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Más ejemplos. En España hay 17 Tribunales Superiores de Justicia y sólo uno está presidido por una mujer: Pilar de la Oliva, presidenta del TSJ de la Comunidad Valenciana. Antes había dos presidentas, pero la llegada de Carlos Lesmes de la mano del PP a la institución que elige la cúpula judicial -el Consejo General del Poder Judicial- ha provocado esta disminución.

El escándalo de la discriminación de la juez Vivas

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En ocasiones los frenos al ascenso de la mujer al poder ni siquiera son sutiles. Así ocurrió en marzo de 2015 cuando el CGPJ eligió como presidente del TSJ de Murcia a un juez frente a Pilar Alonso Saura, una magistrada que lo superaba en méritos, curriculum y que estaba 1.160 puestos por encima de él. Esta discriminación sexista fue denunciada por la minoría progresista de este órgano. El Tribunal Supremo anuló el acuerdo, pero el CGPJ repitió el mismo nombramiento para el cargo de Miguel Pasqual del Riquelme, una vez subsanado el "déficit de motivación" que tuvo la primera elección.

Àngels Vivas fue discriminada en julio y el CGPJ nombró como presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona a un hombre con un currículum muy inferior al suyo.

Lesmes se movió para evitar este nombramiento entre los vocales del CGPJ, entre otras cosas porque no perdona que Vivas firmara el Manifiesto de los 33 jueces, donde defendían el llamado “derecho a decidir”. Un ejemplo más del "machismo institucional" y del "sectarismo" en que incurre el CGPJ, según esta asociación progresista.Más ejemplos de discriminación. De las 49 Audiencias Provinciales que hay en España, tan sólo ocho de ellas están presididas por mujeres. Esther Erice, presidenta de la Audiencia de Navarra, considera que este CGPJ no es paritario a la hora de elegir la cúpula judicial.

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¿Acaso no hay juezas de Civil en España?

La primera mujer en convertirse en juez fue Josefina Trigueros, en 1977. Dos años después, en 1979, llegó la primera generación de mujeres que aprobaron la oposición ya en democracia. Eran tres pioneras: María Elisabeth Huertas, Celsa Pico Lorenzo y María Dolores Márquez de Prado.

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JUEZAS EN ESPAÑA. Pirámide de la carrera judicial durante los años 2016 y 2006. Fuente: CGPJ

A Celsa Pico le choca, por ejemplo, que jamás haya llegado una magistrada de oposición entre los diez integrantes de la Sala de lo Civil del Supremo, cuando las mujeres son mayoritarias en esta jurisdicción, el 65% del total de jueces de toda España. "¿Es que no hay juezas civiles en España?", se pregunta Pico mientras recuerda que la única en acceder a esta Sala fue Encarnación Roca, quien entró por el llamado quinto turno, reservado para catedráticos.

Muchas claudican

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La elección de magistrados para la cúpula judicial se basa en criterios de mérito y capacidad. Celsa Pico encuentra que en estos criterios de selección priman circunstancias como la asistencia a cursos o la impartición de clases académicas: "Tendría que valorarse más el trabajo de día a día, las sentencias que ponemos, porque las mujeres tienen las de perder" ya que, en muchos casos, ellas "claudican" ante las necesidades familiares como la enseñanza de los hijos.  Ella lo ve entre parejas judiciales, cuando ambos son jueces: "las mujeres claudican y dejan que sean ellos los que avancen".

Machismo judicial y otros frenos

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Gloria Poyatos, presidenta de la Asociación de Mujeres Juezas, es tajante: la famosa fotografía de la apertura del año judicial es un símbolo machista. " Esa imagen es un insulto a la dignidad de las mujeres juezas, porque las invisibiliza con un mensaje simbólico de negación de su existencia y de su importante aportación a la justicia", sostiene.

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