El Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática ha retomado este miércoles las excavaciones en el barrio de Montecarmelo (Madrid), donde busca los posibles restos de 451 brigadistas internacionales asesinados por las tropas franquistas durante la Guerra Civil. El Ayuntamiento de Madrid y el Gobierno de Ayuso han tratado de retrasar –en la medida de lo posible– la petición de la Secretaría de Estado para trabajar en un terreno anexo al cementerio de Fuencarral, donde el Consistorio pretendía instalar un cantón de basuras, pese a la negativa vecinal. Almeida dio su visto bueno a finales de septiembre. La Comunidad de Madrid tardó más de la cuenta en autorizar las prospecciones. 

La asociación encargada de las excavaciones, ArqueoAntro, terminó la primera fase de la búsqueda en agosto de 2024, sin hallar "elementos de relevancia arqueológica". "El Ministerio hubiera deseado que nos dieran antes los permisos para tener continuidad con los trabajos realizados", confirman a Público fuentes de Política Territorial. El delegado municipal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha dado un plazo de 15 días para llevar a cabo los nuevos trabajos.

"Trabajamos con la expectativa de poder encontrarlos [los restos], aunque por la experiencia anterior, no se tienen certezas", advierten desde el Ministerio. La Secretaría de Estado de Memoria Democrática considera que el plazo puede ser "suficiente" para llevar a cabo las catas arqueológicas.  

Los primeros trabajos, realizados el pasado mes de agosto, se hicieron en dos áreas designadas por el Ayuntamiento de Madrid. Las excavaciones en esta ocasión tendrán lugar en los puntos acotados por ArqueoAntro. Los efectivos, no obstante, deben despejar primero una capa de escombros de más de diez metros de profundidad. "Las excavaciones van a ser mecánicas dada la composición del terreno", reconocen desde el Ministerio. La arquitecta Esther Ripoll dirigirá los trabajos, que contarán con  "maquinaria pesada" y explorarán zonas todavía sin perforar.

La única parcela sin edificar de todo el barrio

La historia se remonta casi cien años atrás. El estallido de la Guerra Civil movilizó a cientos de voluntarios de distintos países, que se integraron en las Brigadas Internacionales. La mayor parte de los combatientes venían de Francia, Alemania, Italia y Polonia. Las Batallas de Brunete y el Jarama se saldaron con cientos de muertes y el cementerio de Fuencarral fue el lugar elegido para darles sepultura. Los falangistas, sin embargo, decidieron exhumarlos una vez llegaron al poder e instauraron la dictadura.

Los restos han sido "arrojados" en "algún lugar" de la parcela, que tiene nueve hectáreas y es la única que continúa sin edificar en todo el barrio, según explican desde la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales. Almeida tendría que reubicar el cantón de basuras si finalmente ArqueoAntro localiza la fosa con los cadáveres de los brigadistas. 

"Nos gustaría concluir con éxito la intervención. Hablamos de  400 cadáveres que han arrojado a una fosa y tenemos la obligación de buscarlos", señalan desde Política Territorial y Memoria Democrática. El Ministerio que dirige Ángel Víctor Torres y la empresa encargada de las excavaciones confían en terminar esta segunda fase con el hallazgo de la mayor fosa común de la Guerra Civil en Madrid.