Entrevista a Mertxe Aizpurua (EH Bildu)"Al PSOE le ha costado tiempo darse cuenta de que no puede comprar los marcos de la derecha"
Madrid-Actualizado a
Han hecho de la discreción su principal bandera en el terreno de las negociaciones. "Solo hablamos en los medios cuando tenemos algo cerrado". Es una respuesta que ha dado más de una vez Mertxe Aizpurua (Usurbil, Guipuzkoa, 1960), portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados. Este miércoles, concede una entrevista a Público. La política abertzale habla de la relación de su partido con el PSOE, de las posibilidades de que se culmine la investidura, de la primera fotografía entre la izquierda independentista vasca y un presidente del Gobierno, de la construcción del proceso de paz en Euskadi tras el fin de la actividad terrorista de ETA o del conflicto entre Israel y Palestina.
Diputada en la Cámara Baja —además de portavoz de su grupo parlamentario— desde 2019, Aizpurua fue, antes, alcaldesa de Ursúbil, su pueblo natal, y directora de varias publicaciones, entre ellas, los diarios Egin y Gara. De este último fue su fundadora.
Señora Aizpurua, dicen que "no hablan con medios hasta que no tienen algo cerrado". La pregunta es obligada: ¿han llegado ya a algún acuerdo con Pedro Sánchez para la investidura?
Todavía no hay acuerdo, pero es verdad que no descubro nada nuevo si digo que, desde la noche electoral, ya anunciamos que nuestra intención era cerrar las puertas —puertas y ventanas, añadiría yo— a cualquier opción de los partidos reaccionarios, ya sea Partido Popular con Vox o PP en solitario. Lo dijimos claramente. Creemos que tenemos una oportunidad histórica. No está el acuerdo cerrado, estamos todavía en conversaciones, pero nuestra voluntad es firme. Lo contrario sería dar oportunidades, otra vez, para que la derecha llegue al poder. Es un lujo que no nos podemos permitir.
Decía que es una "oportunidad histórica". También fue histórica la fotografía que protagonizaron ustedes con Pedro Sánchez el pasado día 13. Fue la primera entre un presidente del Gobierno y EH Bildu. ¿Cómo lo valoran?
Es cierto que representa un cambio de ciclo. Nosotros hemos tenido buenas relaciones a lo largo de toda la legislatura. Hemos trabajado y hemos llegado a acuerdos, así que creo que la reunión es el colofón de unas relaciones normalizadas que se han ido tejiendo a lo largo de estos últimos años. Lo valoramos positivamente. Denota normalidad en un clima de respeto y de colaboración en todas aquellas cosas que creemos que se deben de poner en marcha.
Nosotros defendemos los intereses de Euskal Herria, pero también los avances sociales para toda la clase trabajadora del Estado español. Creemos que el hecho de que el presidente nos reciba es positivo y que es un camino que había que hacer.
Hubo algunos sectores de la sociedad civil y de la política que pusieron el grito en el cielo con la reunión. ¿Cómo lo reciben?
Lo esperábamos. Y creo que también lo esperaba el PSOE. Pero hay momentos en los que tienes que tomar decisiones al margen de lo que la derecha, la ultraderecha y los reaccionarios digan. Naturalmente, sabíamos de antemano que iba a suceder eso, pero creo que no podemos dar derecho a veto a una gente que en ningún caso quiere avances. Lo sí quiere, en cambio, es retroceder al pasado. Creo que, a través de gestos, es importante dar a conocer a la ciudadanía que no estás dispuesto a aceptar los vetos que la derecha te quiere imponer.
"Hay momentos en los que tienes que tomar decisiones al margen de lo que la derecha, la ultraderecha y los reaccionarios digan"
Toda esta campaña que han llevado a cabo las fuerzas y los medios de comunicación reaccionarios intenta dificultar un posible gobierno y una posible investidura. También pretende ensuciar nuestra imagen y que no demos pasos hacia adelante. No lo van a conseguir. Estamos acostumbrados a hacer frente a esas situaciones y en ningún caso nos van a hacer cambiar ni un ápice el camino que hemos marcado y que vamos a seguir marcando.
Durante el encuentro, ustedes trasladaron a Sánchez sus conclusiones de los resultados del 23J. ¿Nos podría resumir la radiografía que hacen de España tras el paso por las urnas?
Es clarísimo. La sociedad vasca no quiere gobiernos de derecha o ultraderecha ni en el Estado ni en ningún sitio. Es un principio que mantenemos en cualquier lugar donde podamos influir. Ese es el mandato que recogimos. En la reunión con Sánchez, lo que trasladamos fue la necesidad de que haya avances sociales, de que se ponga sobre la mesa la necesidad de avanzar en la paz y la convivencia en el País Vasco y, naturalmente, el debate territorial.
"Este es un Estado plurinacional y debe ser reconocido como tal"
Eso es algo que ha permanecido durante décadas y décadas cerrado con 20 candados, como algo que no se podría abrir. Lo que salió de las urnas y la composición del hemiciclo es un ejemplo palpable de que este es un Estado plurinacional y de que debe ser reconocido como tal. Lo que hay que hacer es tomar medidas y hacer políticas que supongan avances, también, en el tema territorial, que, como digo, ha estado enquistado y cerrado, aunque no por ello oculto.
De hecho, el propio grupo de apoyos de investidura que puede habilitar un gobierno de progreso en el Estado español pasa por ahí, por reconocer lo que está a la vista de todos. En el Estado español no puede haber un gobierno de progreso si no cuenta con el apoyo de las fuerzas de esa plurinacionalidad, y creo que eso va a ser así durante mucho tiempo. La realidad es la que es.
El apoyo de esas fuerzas pasa por sus reivindicaciones y por una serie de derechos que pide que se les reconozcan. Esta legislatura tiene que ser la de los avances en el terreno de la plurinacionalidad.
Ustedes insisten en que no ponen líneas rojas, pero, ¿hasta dónde creen que se debe llegar durante esta legislatura en materia territorial o nacional?
"Ponemos sobre la mesa que se abra el debate territorial"
Sí, es verdad. Hay diferentes formas de encarar una negociación. Nosotros no somos muy amigos de poner líneas rojas. No va con nuestro estilo y no va con nuestra concepción de la negociación. Creemos que es mejor que se vayan estableciendo marcos de confianza. En toda negociación es importante la confianza mutua que se tenga, es decir, tener la seguridad de que va a haber lealtad. También es importante conocer cuáles son los límites de cada uno [de los interlocutores] para que el diálogo sea fructífero.
Por tanto, no hay líneas rojas. Lo que, en principio, ponemos sobre la mesa es que se abra el debate territorial. Es un tema lo suficientemente complejo y delicado como para dar pasos con tranquilidad, pero sí hay que hablar. Hay que hablar de todo, y eso es algo que no se ha hecho. Tampoco creo que sea bueno anunciar el fin último de estas negociaciones. Creo que hay que trazar un camino y que, ahora, lo importante es empezarlo, que se abra. Eso sí, tiene que estar sustentado sobre ese reconocimiento de la plurinacionalidad de este Estado.
¿Y vio a Pedro Sánchez en esa línea?
Yo creo que Pedro Sánchez es consciente de lo que acabo de decir, de que un gobierno de progreso en el Estado español va a pasar —ahora y durante muchos años— por esa realidad plurinacional, aunque haya nuevas convocatorias de elecciones.
Habla de esa aritmética parlamentaria que, prácticamente, obliga al PSOE a abrir sus miras. Hasta este momento, Sánchez había dicho, muchas veces, que no se iba a sentar a negociar con ustedes. ¿Cree que ha cambiado algo en la postura del PSOE más allá de la necesidad que tiene de sus votos? ¿Hay algún cambio más profundo?
Creo que el tiempo te arma de razones, seguramente. Cuestiones que antes se veían de una forma, quizá se vayan viendo de otra. Al PSOE le ha costado tiempo darse cuenta de que no puedes comprar los marcos que te pone la derecha al principio y hasta mediados de la legislatura, diría yo. Creo que el PSOE se dejaba arrastrar demasiado por ese marco que imponía la derecha y considero que eso también ha cambiado.
"La derecha ha ejercido, ejerce y seguirá ejerciendo mucha presión"
Han tomado conciencia de que a la derecha no se le puede dar más oxígeno y han visto que, según qué decisiones tomes en un determinado momento, tienes ese riesgo: dar alas a la derecha, precisamente, por por temor a lo que pueda llegarte a presionar. La derecha ha ejercido, ejerce y seguirá ejerciendo mucha presión. Lo hará desde los ámbitos comunicativos, judiciales, políticos... Hay que plantar pie en pared, como digo, contra la derecha y la extrema derecha. Si no, es imposible. Me parece que esa percepción también ha cambiado y eso es importante.
Sánchez ha cambiado de opinión. ¿En política se penalizan los cambios de opinión? ¿Cuántas veces puede, un político, cambiar de opinión?
Hay ocasiones en que la necesidad provoca cambios a mejor. Son cambios buenos. Quizá, si el PSOE no se hubiese visto necesitado, no hubiese tomado las decisiones o no tomaría la línea que parece que va a tomar ahora. Me acuerdo que mi padre me decía que todo era cuestión de principios y no tanto de opiniones. Y que principios, cuanto menos tengas, mejor. Eso sí, los tres o cuatro que tengas, que estén sólidamente asentados y que no los cambies. Eso es lo importante, los principios. Luego, las condiciones y las situaciones cambian.
"Me acuerdo de que mi padre me decía que todo era cuestión de principios y no tanto de opiniones. Y que principios, cuanto menos tengas, mejor"
Cambiar de opinión me parece algo que hacemos todas las personas a lo largo de muestra trayectoria de vida por diferentes motivos: por experiencias acumuladas, por el entorno que te rodea, porque ves las cosas desde otra perspectiva... No me parece mal cambiar de opinión. Ser inamovible en las opiniones tampoco es bueno. Lo que nos debería guiar a todos es dar servicio a lo que necesita la ciudadanía. Entonces, bienvenido sea el cambio de opinión cuando es para avanzar y para conseguir una mejor solución para todos y todas.
Su padre le hablaba de principios, ¿cuáles son esos principios políticos que Mertxe Aizpurua quiere mantener?
Yo creo que ser fiel a uno mismo. Lo pienso muchas veces: que te reconozcas en el espejo cuando te veas. Y que, a lo largo del día, no hagas cosas que contradigan a lo que tú podías haber pensado, por la mañana, que ibas a hacer. Es importante reconocerte y no variar de posición hasta el punto de que no te reconozcas, algo que pasa mucho en política. También creo son importantes la seriedad y el rigor.
"Es un principio el estar en política para cambiar las cosas"
Tienes que saber para qué estás en política. Para mí sí es un principio el estar en política para cambiar las cosas. No estamos para figurar. Hay que cambiar las cosas. Creo que ese es el mandato que tenemos de la ciudadanía. Y luego, para nosotros, también es fundamental la defensa de los intereses del pueblo vasco. Estamos aquí [en Madrid] para eso, para defender lo que creemos que es justo para nuestra ciudadanía y, también, desde una óptica solidaria y de un internacionalismo de izquierda, para mejorar la vida de la gente.
¿Habló con Pedro Sánchez de una ley de amnistía para los encausados por el procés de Catalunya?
Sí, claro. Es uno de los temas que salieron. No tanto por nuestro posicionamiento, que es claro. Nunca se debió judicializar el tema catalán. Eso es evidente. Creo que ningún tribunal ni ningún juez, nunca, conseguirá solucionar una cuestión política. Judicializar la política daña la política misma, daña la justicia y daña a un Estado democrático. Creo que no hay otra salida y que es la salida razonable porque, como digo, esto nunca debió de llegar a los tribunales.
Durante el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo se alzó mucho el tono. No es nuevo, pero se les vinculó, otra vez y de forma directa, con el terrorismo. ¿Qué se les pasa por la cabeza en esos momentos?
Que es totalmente injusto. Es la repetición de la verdad única, de la historia única y del marco al que nos quieren llevar. El pasado pesa mucho en la derecha. Es recurrente porque no tienen otros argumentos. Cuando te atacan siempre con lo mismo es porque no tienen otra cosa con la que atacarte, que con cuestiones que han pasado ya a la historia. En Euskal Herria no se pierde tanto el tiempo con esas cosas. Y no es que sea agua pasada, está muy presente. Naturalmente que está muy presente. Sobre todo porque aún hay que arreglar las consecuencias del conflicto y dar pasos en la normalización y la convivencia, en la paz. Hay que dar muchos pasos.
"El pasado pesa mucho en la derecha, es recurrente porque no tienen otros argumentos"
Pero recurrir constantemente a ese pasado y mirar por el retrovisor el único tema con el que te pueden criticar es algo que conocemos ya aquí —lo hemos visto durante toda la legislatura— y que continuará así.
Eso sí, creo que cada vez tiene menos enganche y creo que solo llega a los núcleos que llega: la derecha y la extrema derecha. Los insultos y las repeticiones pierden credibilidad y efectividad. Tantas veces repetido el mismo insulto tiene, ya, poca receptividad.
En ese proceso de normalización y pacificación hay dos partes, o muchas partes. Desde la de EH Bildu, ¿cuál es la hoja de ruta para ese proceso de paz?
Nosotros seguimos. En EH Bildu, desde el inicio, hemos ido dando pasos muy importantes. La Declaración del 18 de octubre, que luego repetí yo, aquí, en el Congreso, fue importante. Lo hemos dicho siempre. Tenemos consideración y toda nuestra empatía hacia las víctimas sean de un sitio o sean de otro. Sean víctimas de ETA o sean víctimas del Estado. Es cierto que tampoco creemos que se pueda y se deba acentuar el dolor de esas víctimas porque cualquier cosa que rememora el pasado, supone, en esas víctimas, una doble penalización, un doble sufrimiento.
"Tenemos consideración y toda nuestra empatía hacia las víctimas sean de un sitio o sean de otro. Sean víctimas de ETA o sean víctimas del estado"
Es verdad que todo esto se tiene en cuenta para un tipo de víctimas, pero hay otras, las víctimas del Estado, que no tienen ese reconocimiento. Hay mucho por donde avanzar, mucho que hacer y nosotros vamos a seguir la trayectoria que nos hemos marcado y no vamos a cambiar. Por mucho que nos llamen de todo, no vamos a cambiar. Por muchas presiones que haya para que 'saltemos', en algún momento, o crucemos alguna barrera, no las vamos a cruzar. Tenemos muy claro a dónde queremos llegar y cuál es el camino de la convivencia. Exige respeto, aunque a nosotros no nos lo tengan.
Cambiemos de ámbito. En Euskadi habrá elecciones próximamente. Le pregunto de forma directa. ¿Arnaldo Otegi será candidato a lehendakari?
"EH Bildu somos una fuerza muy coral"
No lo sé. Nosotros estamos muy tranquilos y todavía no hemos empezado el proceso de elección de candidatos. No tengo ninguna duda de que Arnaldo Otegi sería un buen candidato —maravilloso—, pero no sé si él lo aceptará. En algunas declaraciones, ha dicho que se reserva la última palabra. Es que EH Bildu somos una fuerza muy coral. También lo vemos en el Congreso, donde, en muchos grupos, suele haber una sola persona conocida. En el nuestro, y me honra, todo el mundo puede aparecer.
Eso ocurre aquí y ocurre, también, allí, en el Parlamento Vasco. También tenemos alcaldes y alcaldesas que son buenísimos. De hecho, yo creo que el reconocimiento que se ha plasmado en votos en las últimas elecciones tiene mucho que ver con la labor que hacemos en los ayuntamientos, diputaciones, en el Parlamento Vasco o en el navarro.... Tenemos muchas opciones [de cara a las elecciones vascas] y ese capítulo no lo vamos a abrir hasta diciembre.
¿Qué fortalezas y debilidades le reconoce a Arnaldo Otegi como posible futuro lehendakari?
Arnaldo Otegi tiene, en su haber, el conocimiento y la experiencia. En los últimos años, su gran labor ha sido el conseguir que hubiese un giro para abrir caminos hacia la paz. Ese es uno de los grandes valores que tiene. Posee una innata capacidad política, es un animal político.
Además, tiene una visión estratégica, a largo plazo, que creo que es lo que importa en política. Muchas veces, en política, solo miramos a un medio o corto plazo. Él sabe mirar hacia adelante y creo que, en base a eso, articula las estrategias y hace sus posicionamientos. También sabe escuchar. Esas dos últimas cuestiones son las que hacen a un gran líder y creo que Arnaldo Otegi lo es.
Hablemos de encuestas. EH Bildu podría ser la primera fuerza política en Euskadi en las próximas elecciones, pero necesitaría apoyos para poder gobernar. ¿Cree que los socialistas vascos podrían apoyar un Gobierno presidido por EH Bildu en Euskadi?
"Por qué el PSOE no podría apoyar a EH Bildu, que es una opción de progreso?"
Es cierto que prácticamente todas las encuestas nos dan que seguimos en línea ascendente. En cualquier caso, yo, por si acaso, las encuestas las dejo para el último momento, aunque sí, las percepciones son buenas. En cuanto al hecho de que el PSOE pudiera apoyarnos... Bueno, nosotros estamos preparados para gobernar. Ya lo hemos hecho anteriormente. Gobernamos en muchísimos ayuntamientos, sabemos hacerlo. Además, lo hacemos contando con la ciudadanía, que creo que es algo que se olvida mucho en política.
A veces, se nos llena la boca cuando hablamos de "contar con la ciudadanía". El resto de partidos lo practican de forma muy mínima, si es que lo hacen. Y nosotras, sin embargo, en los ayuntamientos y allá donde gobernamos, ponemos especial atención en ello. ¿Si el PSOE está preparado para poder apoyarnos? Es un camino. Las cosas cambian rápidamente. En Navarra, en la Federación de Municipios, hubo asamblea hace diez días y todos los representantes del PSOE votaron que la presidencia recayera en nuestro representante, que es EH Bildu.
¿Por qué no? ¿Por qué el PSOE no podría apoyar a EH Bildu, que es una opción de progreso, que es una opción de dar avances en los aspectos sociales y de avanzar en todos los ámbitos? Creo que es lo que correspondería a una fuerza se supone que de izquierdas y de progreso... Está en sus manos. Es lo lógico desde la óptica de un partido que se supone que es progresista votando a otro partido progresista. Es lo lógico si la política fuese más ajena al ruido, a las presiones mediáticas y a las presiones de la derecha.
¿Puede condicionar un apoyo socialista a Bildu en Euskadi a un apoyo de Bildu a los socialistas en el Gobierno del Estado?
Nosotros, en eso, somos también diferentes. Y lo estamos demostrando. No condicionamos así las cosas. No hacemos un trueque ni estamos en un mercado persa en el que "yo te doy esto por si tú me das esto otro". Es verdad que es algo que, en política convencional, se hace mucho. Vuelvo al tema de los principios. Nosotros decimos: "A la derecha, no". Y actuamos en función de eso. No somos iguales y no queremos ser iguales que los demás.
Le cambio otra vez de arena. La política internacional ha dado un vuelco esta última semana. Todas las miradas están puestas en Israel, Palestina y la Franja de Gaza. ¿Cuál es la posición de Eh Bildu en este conflicto?
La situación que vivimos ahora es brutal contra el pueblo palestino, contra la gente de Gaza. Es algo inasumible e inaceptable. Creemos que la posición internacional y los gobiernos internacionales deben de hacer todo lo que haga falta para evitar que esto vaya a más. Tiene que parar. Los ataques contra Gaza tienen que parar porque es una situación terrorífica. Ya nos quedamos sin calificativos. No hay forma de poder asimilar lo que está pasando. Hay que volver al origen.
"Palestina tiene el derecho a ser un Estado"
Hay algo que no se nos tiene que olvidar: Palestina tiene el derecho a ser un Estado. Es una población ocupada y sitiada desde hace décadas y décadas. A partir de ahí, a partir del fin de la ocupación de Palestina, se tienen que entablar las conversaciones y las negociaciones para que esto termine y haya, realmente, un diálogo que posibilite la paz. Pero hay que hacerlo sobre esa premisa.
Los ataques a civiles también hay que pararlos sean palestinos o israelís. Creo que no hay nadie que pueda permanecer impasible ante lo que está sucediendo. Los ataques a s niños deberían reventarnos por dentro. No puede haber pasividad en este tema. Tiene que darse una solución dialogada. No puede ser de otra forma. Los que se saltaron los acuerdos internacionales tienen que cumplir.
Hay algo concreto que ocurrió el domingo, en un partido entre la SD Eibar y el Huesca. Un aficionado sacó una bandera palestina y se le expulsó. Parece que se le va a multar, según ha trascendido, por la Ley del Deporte, que lo que en realidad condena son los elementos humillantes y ofensivos. ¿Cómo lo ve?
Es una muestra más de cómo las presiones, al final, te mueven hacia terrenos que no son los justos. Está ocurriendo en Francia o en Alemania, donde se están prohibiendo manifestaciones propalestina. Al final, Israel impone una caracterización del tema y hay estados que se doblegan. Se dejan llevar y arrastrar. No puede ser que esto ocurra. Cuando te ponen ese marco, olvidas el origen, olvidas los argumentos que hay detrás. Creo que es lo que pretende Israel con la presión internacional que está ejerciendo.
¿Usted cree que el Gobierno debería reconocer el Estado palestino de forma pública y oficial?
La decisión de la necesidad de reconocimiento del Estado palestino se tomó en el Congreso hace unos años, si no me equivoco. Allá por el 2017 o 2018. Esto es lo que está acordado y esto es lo que debería mantenerse. El reconocimiento del Estado palestino es coherente, desde el punto de vista democrático y con la legalidad internacional en la mano, además, incluso, de lo que han expresado los observadores internacionales. Esa coherencia es la que debe imponerse en este sinsentido en el que vivimos.
¿Qué opinión le genera el comunicado de la Embajada de Israel, de este lunes, en el que fue muy duro con opiniones de los integrantes del Gobierno de coalición que han hecho declaraciones en favor de Palestina?
"Me parece bien la respuesta que se le ha dado desde el Gobierno"
Me da mucho que pensar. Un Estado que se permite el lujo de presionar de esa forma a otro Estado soberano... Realmente dice mucho de qué no hará [en otras circunstancias]. No sé. Se me ocurre pensar en vosotros, en los periodistas, en todo aquel agente que pueda ser susceptible de hacer opinión pública. Me parece que no es de recibo y me parece bien la respuesta que se le ha dado desde el Gobierno.
¿Y la continuidad y fortaleza de Ursula Von der Leyen, después de su errático posicionamiento estos últimos días, cómo la ve?
No soy experta en estos temas internacionales y europeos, ni en cómo se entrelazan los poderes. Pero creo que lo que se necesita es presionar, precisamente, a Europa para que todo esto se encauce de la única manera posible, que también es la mejor manera posible. Todo lo que no sea eso va a ser perpetuar el conflicto. Estamos hablando de Palestina ahora, pero Palestina ya hace mucho que sufre esta situación. No se puede perpetuar más. Todo lo que no sea encauzar bien el conflicto va a ser mantenerlo en el tiempo y, por tanto, perder. Los palestinos, al final, van a terminar sin territorio. Es tremendo.
Le pregunto, ya, por último, por otro caso. En Polonia parece que Donald Tusk va a poder formar Gobierno. Usted es periodista. Allí lleva unos 20 meses encarcelado Pablo González, todavía sin juicio. ¿Cree que ese posible cambio de Gobierno puede llegar a influir en su situación?
"Haremos todo lo que esté en nuestras manos y hablaremos, otra vez, con Albares"
Ojalá que sea así. Creo que es una ventana que se nos abre, un rayo de luz y de esperanza para que la situación de Pablo González cambie. Nosotros haremos todo lo que esté en nuestras manos y hablaremos, otra vez, con José Manuel Albares [ministro español de Exteriores en funciones], con quien hemos hablado bastantes veces sobre el tema. Volveremos a hacerlo rápidamente para que se pueda aprovechar cualquier oportunidad para cambiar su situación, que es dramática y, además, totalmente antidemocrática.
Lleva tanto tiempo sin juicio, tanto tiempo sin acusación... Esto no resiste ninguna prueba de algodón democrático. Es un periodista que está encarcelado en Polonia sin ningún argumento en contra, más allá de ese genérico que se inventaron y del que no han planteado ninguna prueba. De hecho, ahí está, que aún no se ha puesto ni fecha de juicio.
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