Este artículo se publicó hace 2 años.
El nuevo presidente ultraderechista del Congreso peruano es uno de los aliados de Vox en Latinoamérica
El militar retirado José Williams, portavoz del grupo Avanza País, se adhirió en septiembre de 2021 a la "Carta de Madrid", la campaña anticomunista lanzada por el partido que dirige Santiago Abascal a ambos lados del Atlántico.
Bilbao-Actualizado a
Vox tiene línea directa con la oficina principal del Congreso de Perú. El nuevo presidente de esa institución, José Williams, es un veterano militar de ultraderecha que hace ahora un año se reunió en Lima con una delegación del partido que dirige Santiago Abascal. La amistad se selló con la firma de la "Carta de Madrid", la iniciativa de Vox para formar un frente anticomunista a ambos lados del Atlántico.
Williams es uno de los siete diputados de Avanza País, una formación política que en las elecciones peruanas de 2021 consiguió el 11,4% de los votos. Su elección como presidente del Congreso tuvo lugar el pasado lunes, tras la destitución de la anterior responsable de la Cámara.
El 22 de septiembre de 2021, Williams estuvo al frente de la comitiva de Avanza País que recibió en Lima a una delegación de Vox encabezada por el eurodiputado ultraderechista Hermann Tertsch.
En ese encuentro –en el que participaron también representantes de la Fundación Disenso, creada por Vox a modo de think-tank–, Williams mostró el apoyo a la campaña internacional lanzada por la formación que dirige Santiago Abascal para hacer frente al "avance del comunismo" en lo que denominan "Iberosfera", en relación a España y América Latina.
Vox aprovechó aquella visita a Lima para obtener también el respaldo de Fuerza Popular, el partido político que dirige Keiko Fujimori, y Renovación Popular, una formación de extrema derecha que cuenta con representantes en el Congreso peruano y que es dirigida por Jorge Montoya, otro militar retirado.
Los contactos realizados por Vox en ese país forman parte de la campaña ideada por el partido de Abascal para establecer lazos con ultraderechistas de todo el continente. El paraguas de esta estrategia es el Foro de Madrid, una alianza internacional de "líderes, entidades y partidos que defienden la Libertad, la Democracia y el Estado de Derecho ante el avance de la extrema izquierda en países de ambos lados del Atlántico", según palabras de sus promotores.
"Ascenso de la ultraderecha"
"La designación de Williams como presidente del Congreso confirma el ascenso –escalón a escalón– de la ultraderecha peruana con el apoyo de Vox", resumió Pepe Mejía, corresponsal para Europa de Lucha Indígena y miembro del colectivo Peruanxs en Madrid. "No hay compatibilidad entre defender la democracia y defender los postulados de Vox, y Williams defiende los postulados de Vox", remarcó.
El militar retirado también es un viejo conocido de las organizaciones de derechos humanos. En 1985 fue señalado como uno de los presuntos responsables de la masacre de Accomarca, en la región andina de Ayacucho, donde murieron 69 campesinos a manos de una patrulla del Ejército de Perú.
"Ese hecho, que ocurrió durante el primer gobierno de Alan García, es recordado por la brutalidad con la que actuaron los uniformados, quienes arrasaron el lugar bajo la premisa de que allí había una base de Sendero Luminoso. Los pobladores fueron sacados de sus viviendas y separaron a los hombres y ancianos para encerrarlos en tres casas, a las que les dispararon, les lanzaron granadas y prendieron fuego para carbonizar los restos", señala Mejía.
Casi treinta años después de aquel hecho –del cual Wiliams resultó absuelto–, uno de los participantes en el operativo, el entonces subteniente Telmo Hurtado, confesó ante la Fiscalía que el militar ordenó "no dar cuenta por escrito de las bajas terroristas en toda operación militar, sino de forma verbal" para "evitar denuncias de los familiares de las víctimas". "Williams tuvo la tarea de encubrir la masacre", resume Mejía.
En el currículum de este militar figura también su papel como jefe de la Operación Chavín de Huántar, ideada en abril de 1997 por el Gobierno de Alberto Fujimori para acabar con la toma de la embajada de Japón en Lima por parte del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Los 14 guerrilleros que se encontraban dentro de la sede diplomática fueron acribillados a balazos por los militares.
En junio de 2015, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que el Estado peruano incurrió en responsabilidad internacional por la ejecución extrajudicial del guerrillero Eduardo Cruz Sánchez, conocido como 'camarada Tito', cuando ya estaba en manos de los hombres dirigidos por Williams, ahora presidente del Congreso peruano y aliado de Vox.
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