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Las otras primarias: El modelo Compromís

La formación valenciana aprobó esta semana su proceso de primarias, que igual que el de Equo pero a diferencia del PSOE, no solo permitirá a la ciudadanía participar en la elección de su cabeza de cartel, sino tambi&eacu

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El PSOE permitirá a los ciudadanos participar en la elección de su cabeza de cartel para las próximas elecciones generales. Compromís, en las próximas europeas, en la elección de su cabeza de cartel y de buena parte de su lista. Así podría resumirse -muy por encima- la diferencia entre el proceso de primarias establecido por el PSOE y el aprobado tan solo unos días después por la formación valenciana, popularmente conocida en el ámbito estatal por la beligerante diputada Mónica Oltra, o por haber indirectamente propiciado a Equo la posibilidad de afirmar que tiene -encarnado en el diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví- representación en el Congreso de los Diputados.

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El proceso es similar al que ha puesto en marcha precisamente Equo, que está inmersa también en unas primarias abiertas a la ciudadanía para elegir a sus candidatos a las europeas, en un proceso que se celebra a dos vueltas y que concluirá en marzo. 

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El reglamento de las de Compromís —que se presupone un avance del que se instaurará para las autonómicas y estatales— llegaba días después del socialista, pero su gestación venía de más lejos: del momento en que anunciaron su compromiso de "no ser un partido clásico al uso como PP y PSOE, sino una formación más abierta a la ciudadanía". Y no se puede decir que el parto haya sido sin dolor. Formación emergente en el País Valenciano, Compromís es el resultado del pacto de tres partidos con muchos puntos en común, pero cuyas respectivas particularidades han generado las tensiones para determinar un reglamento que por un lado cumple esa promesa, pero por otro lado preserva los equilibrios de poder existentes en la actualidad en su seno.

El mecanismo es sencillo, aunque más complejo que el socialista y que el de Equo. En sus primarias habrá dos elecciones: una para elegir la cabecera de la marca al Parlamento Europeo y otra para elegir el resto de la lista. Las elecciones serán abiertas a toda la ciudadanía, pudiendo participar tanto militantes como cualquier persona mayor de 16 años que haya declarado compartir "los valores de Compromís". No obstante, y aquí llega la complejidad, si el resultado no refleja los equilibrios de poder actuales de los partidos que componen la coalición, un comité permitirá modificar los puestos 2, 5 y/o 7 de la lista para que ese equilibrio esté presente.                                                                                                                                       

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"Ese mecanismo de corrección en la lista no es muy común, pero dada la naturaleza de la organización, se entiende su uso", señala Juan Rodríguez Teruel, doctor en ciencia política por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y profesor en esta disciplina en la Universitat de València. Además, añade, ""no es un límite fuerte" a la votación, aunque advierte que, si se emplea para corregir los desequilibrios de poder, "puede descuidar la paridad de las listas", para el que suele utilizarse en las formaciones progresistas.

Y es que el núcleo de Compromís lo integran el Bloc Nacionalista Valencià, partido valencianista mayoritario dentro de la formación, que nunca obtuvo representación parlamentaria autonómica sin formar parte de una coalición de partidos; Iniciativa del Poble Valencià, partido de izquierdas formado por una de las múltiples escisiones de Esquerra Unida, con menos peso numérico pero líderes de mayor tirón popular entre los no militantes (como la citada Mónica Oltra o Mireia Mollà); y Els Verds-Equerra Ecologista, el partido minoritario pero que tiñe de verde la propuesta socialdemócrata del conjunto; partidos a los que cabría sumar los militantes adheridos a Compromís sin formar parte de ninguno de ellos, como el independiente Joan Ribó, concejal en el Ayuntamiento de Valencia.

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A pesar de los matices, a Rodríguez Teruel el sistema le parece ambicioso y muy abierto. "Es el más abierto de los posibles, el conocido como one man, one vote (un hombre, un voto)", recuerda en relación al hecho de que cualquier ciudadano pueda participar. ¿Podría asumir este u otro método similar el PSOE para permitir a la ciudadanía participar también en la elección de sus listas, garantizando al tiempo la presencia equilibrada de todas sus familias? "Podría, pero ni PSOE, ni PP, ni los partidos clásicos lo harán, porque sería reconocer que en su seno hay facciones", explica el doctor, miembro también del Grupo de investigación en elites y partidos políticos de la UAB. Sin embargo, añade, las primarias también son buenas en esas situaciones "porque suelen ser un elemento conductor de las diferencias en el seno de los partidos y quien resulta ganador sale más legitimado de las mismas".

En el caso de Compromís, diversas fuentes presentes en el proceso de elaboración del reglamento que se empleará por primera vez para elegir lista y candidata para las elecciones europeas, han coincidido a la hora de señalar a Público que el camino para alcanzar este acuerdo ha sido largo y dificultoso. "Por un lado estaba un sector del Bloc, empeñado en convertir Compromís en su propia marca blanca, que quería una elección completamente abierta, consciente de que en unas primarias de ese tipo seguramente se les escaparía el candidato pero —bien organizados— sus militantes coparían todos los puestos inferiores", señala como uno de los principales opositores a la decisión final, una de estas fuentes. La otra oposición, añade, la aportaron "los que lanzan el mensaje de que la coalición tiene que converger en una única formación, cuando eso no es así y no tiene por qué serlo".

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"Somos —continúa esta fuente— varios partidos con una serie de puntos en común, que defendemos en común, pero también tenemos nuestras diferencias, a pesar de las cuáles nos entendemos y nos respetamos. Y eso no tiene por qué ser malo ni por qué cambiar". Por lo pronto, así será en las elecciones europeas, una vez se cumpla el trámite de ratificar este proceso en el Consell general de Compromís el próximo 15 de febrero.

Y que no sea un modelo ya firme para elegir la lista de las autonómicas no es tampoco malo, advierte otra fuente del proceso: "Hay que hacer un ensayo y ver cómo va para ver si el sistema es válido y añadir correctivos". Además, sospecha, "el haber tardado tanto en determinar el mecanismo va a acabar justificando la existencia del mecanismo regulador, porque organizándose con tan poco margen antes de las europeas, no se podrá movilizar a la ciudadanía como habría tenido que hacerse y votarán poco más que los afiliados, por lo que, sin él, seguramente saldría una lista monocolor". La solución, si se cumple la agenda de la coalición, llegará antes de Fallas.

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