Unas trescientas personas se han concentrado este viernes frente a las Cortes de Castilla y León para protestar por la gestión de los incendios forestales, reclamar un operativo público y estable todo el año y pedir la dimisión del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al grito de "Mañueco, Quiñones dimisión". La concentración arrancó a las 10.30 horas, justo antes del incio del pleno extraordinario en el que ha comparecido el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco.

Una protesta centrada en la gestión de unos incendios forestales que en las últimas dos semanas han arrasado miles de hectáreas en varias provincias de la comunidad. Además, han exigido las dimisiones del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y del  director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz. 

Bomberos forestales y agentes medioambientales han bateado el suelo con sus palas y han quemado paja y neumáticos y han hecho rugir motosierras sin cadena para representar las situaciones que viven a diario, una hoguera en la que también han quemado carteles con la cara de Mañueco y de Quiñones.

También se han visto pancartas como 'Mala gestión. Mañueco dimisión', 'Ley de bomberos forestales ya. Operativo todo el año', 'SOS Montaña Palentina' así como carteles en los que, además de la dimisión del consejero y del presidente autonómico, reclamaban el cese del director general de Patrimonio Natural.

En su comunicado, los colectivos convocantes de la protesta señalan que "puede que muchos incendios sean inevitables, pero no son imprevisibles", y recuerdan que hace tres años ardió la Sierra de la Culebra, lo que ya motivó informes técnicos que reclamaban actuaciones urgentes. A su juicio, lo ocurrido este verano ha evidenciado que la Junta "carece de una política medioambiental y de prevención".

Las críticas apuntan a la falta de planes específicos para comarcas especialmente vulnerables como Las Médulas, así como a carencias logísticas básicas para atender a las brigadas durante jornadas maratonianas de trabajo. También reprochan al consejero que confiara la respuesta a la intervención de la UME y a apoyos externos, en lugar de dotar de recursos suficientes a Castilla y León, lo que califican de "política de privatización, inacción y enajenación de responsabilidad que ha resultado criminal".

"La Junta se ha opuesto durante años a aprobar una ley de prevención, a dignificar y asegurar una plantilla estable y a dotarla de medios adecuados a la magnitud de esta comunidad", lamentan las entidades convocantes, que acusan al Ejecutivo autonómico de haber dejado "a los pueblos abandonados a su suerte".

Entre los firmantes se encuentran Acción Castilla y León, la Alianza Verde, la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Castilla y León (Cavecal), CGT, CNT, Colectivo Indignados, Ecologistas en Acción, Izquierda Unida, Podemos, Sumar, PCE, STECyL, STACyL, Valladolid Toma la Palabra, UJCE y Los Verdes-Equo, entre otros.

 Ignoraron propuestas de agentes forestales

Durante los primeros días de la crisis, la Junta de Castilla y León llegó a rechazar hasta seis ofrecimientos de agentes forestales que solicitaron suspender sus vacaciones para colaborar en las tareas de extinción, según publica El País. Varios de ellos aseguraron haber registrado formalmente sus peticiones, sin obtener respuesta.

La situación cambió el 17 de agosto, cuando la Dirección General de Patrimonio Natural envió un mensaje a los jefes de servicio pidiendo de manera "urgente" que se reincorporara al personal de vacaciones. Para entonces, el propio Mañueco había defendido públicamente que "no faltaban medios" y que el problema radicaba en las "circunstancias meteorológicas excepcionales". La consejería de Medio Ambiente llegó a tachar de "bulo" esas ofertas de colaboración pese a que constan por escrito, según el citado medio.

Además, El País detalla que tuvo acceso a informes internos de la Unidad de Planificación y Análisis de Incendios que, desde el 1 de agosto, advertían de un riesgo "muy alto-extremo" de ignición y propagación, recomendando "despachos iniciales contundentes".