Trump despierta el gen anti OTAN de una izquierda que busca su posición en el nuevo orden mundial
Las izquierdas avisan sobre la necesidad de reorganizarse en un mundo en el que EEUU ya no sería aliado de la UE. Podemos e Izquierda Unida piden abiertamente que España abandone la Alianza Atlántica.

Madrid--Actualizado a
La transición hacia un nuevo orden mundial está obligando a los diferentes actores internacionales a tomar decisiones que serán trascendentales para su propia supervivencia en un futuro no muy lejano. Lo conocido y los lugares comunes dejan de ser un espacio seguro y lo que hace pocas semanas suponían certezas se convierten en incertidumbres y dudas que no tienen una respuesta fácil.
El mundo se reordena en otras coordenadas y, como en el juego de las sillas, la velocidad para elegir asiento termina decidiendo quién puede seguir jugando mientras las posibilidades de terminar sentado se reducen cada vez que se para la música.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, así como sus primeras decisiones y discursos, ha acelerado este tránsito. Su tensa reunión con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, la pasada semana (que ha sido calificada de "humillación" por las voces más prudentes) motivó un encuentro de urgencia de los países europeos en Londres que se saldó con la intención de buscar un plan de paz para Ucrania sin la concurrencia de Estados Unidos.
Las diferencias en el análisis que pretende definir al nuevo orden mundial son, todavía, muchas, pero en todos los diagnósticos se parte de una premisa clara: ya no se puede contar con Estados Unidos como un aliado fiable, no al menos como antes.
La izquierda no es ajena al debate y en su seno también se está produciendo un proceso de reacomodo a la nueva situación, lo que ha provocado algunas tensiones y diferencias en los diagnósticos y en las soluciones que plantean las fuerzas políticas.
El gen anti OTAN de la izquierda
El pasado viernes Madrid acogió la IV Conferencia Europea por la Paz, un cónclave organizado por Podemos junto a The Left, el grupo de la izquierda en el Parlamento Europeo. Desde esta tribuna, Ione Belarra pidió de manera formal al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que el país abandonase la OTAN y que cerrase las bases estadounidenses que existen en el territorio.
La Conferencia Europea por la Paz surgió como un foro de defensa del pacifismo y la diplomacia en el contexto más belicista de las últimas décadas, y en pleno consenso armamentístico sustentado en la invasión de Rusia a Ucrania. No es extraño que Podemos, su principal impulsor, lo aproveche para enarbolar ante la opinión pública una reivindicación que forma parte del ADN de la izquierda española actual.
La actitud de Trump ha logrado despertar el gen de la izquierda que se opone con más fuerza a la Alianza Atlántica. Este espacio siempre ha concebido a esta organización como un lobo con objetivos y aspiraciones imperialistas disfrazado con la piel de la seguridad y del derecho internacional.
Izquierda Unida, partido forjado en el yunque del OTAN no, bases fuera también ha pedido formalmente (a través de Eva García Sempere, número dos de la formación) que España abandone la Alianza Atlántica.
En Movimiento Sumar, en cambio, no han querido entrar de momento en si España debería o no seguir formando parte de esta organización ("la política internacional no se resuelve con eslóganes ni con un debate del siglo XX", manifestó Elizabeth Duval, responsable de Comunicación del partido), pero han puesto sobre la mesa varios elementos.
El propio Elon Musk aseguró que debería ser Estados Unidos el país que abandone la OTAN
El primero, que Elon Musk, miembro del Gobierno de Trump, ya ha expresado públicamente que es Estados Unidos el que debería abandonar la OTAN (y también la ONU), lo que dejaría prácticamente sin efecto alguno que España se saliera. Y el segundo, que la política de bloques ha cambiado y los organismos internacionales no se pueden leer en las mismas coordenadas de antes: "Trump está en el mismo bloque que Putin y Netanyahu, eso lo cambia todo", defienden los de Yolanda Díaz.
También hay algunas diferencias a la hora de evaluar qué papel debe jugar la Unión Europea en el nuevo orden mundial. En Sumar siempre han defendido la necesidad de que Europa avance en su autonomía estratégica en todos los ámbitos, desde la defensa hasta la economía pasando por el comercio, sobre todo para erigirse como un baluarte de las democracias sociales frente a las plutocracias de Trump o de Javier Milei.
Sin embargo, en Podemos cuestionan este concepto de "autonomía estratégica": "Para los belicistas europeos la autonomía estratégica significa reforzar el régimen de guerra disparando el gasto militar por orden de Trump. Hasta ahí llega el absurdo de las élites europeas aunque eso signifique desmontar el Estado del bienestar. La amenaza existencial de la UE es su pertenencia a la OTAN", advirtió el pasado viernes Belarra.
Distintas perspectivas entre las izquierdas soberanistas
En el Bloque Nacionalista Galego (BNG) son claros. "El afán imperialista norteamericano no empezó el 20 de enero con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca". Néstor Rego, diputado de los nacionalistas gallegos en el Congreso, defiende, en conversación con Público, que España "tiene que mantener absoluta independencia" con EEUU, pero no desde ahora que está Trump, sino desde siempre. Todo lo contrario de lo que, a su juicio, está haciendo Pedro Sánchez, que guarda una relación de "completo seguidismo y sumisión".
En cuanto al abandono de la OTAN que han exigido este lunes Podemos o Izquierda Unida, Rego remarca que el BNG tiene una postura total e histórica en contra de dicha organización. "Nosotros siempre hemos querido la disolución de la OTAN porque es una alianza militar agresiva al servicio del imperio norteamericano".
Rego se alegra de que tanto los de Belarra, como los de Maíllo pongan sobre la mesa la cuestión, pero afea que España acogiera en 2022 la cumbre de la Organización del Atlántico Norte y que se diera cobertura al gran aumento en el gasto militar en los Presupuestos Generales de 2023.
Esquerra Republicana de Catalunya coloca el debate en otro sitio. "Nosotros estamos a favor de fortalecer el liderato europeo y la soberanía estratégica". Así lo explica también en conversación con este medio el diputado republicano Francesc-Marc Álvaro, que remarca la importancia de "reforzar esa soberanía tanto de Estados Unidos, como de Rusia".
Los republicanos no descartan per se, en esa línea estratégica de reforzar la autonomía europea, aumentar en alguna medida la inversión en Defensa, pero subrayan que eso nunca debe pasar por recortar en el gasto social. Es una posición distinta a la que mantienen en EH Bildu. Los abertzales creen que invertir más en Defensa "solo beneficia a las grandes potencias y a los grandes intereses" y no consideran que se pueda incrementar ese gasto militar si no es acosta de la inversión social.

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