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La Policía Científica desvincula a Iglesias de los daños en la tarjeta SIM de Dina Bousselham

Un informe remitido a la Audiencia Nacional concluye que los desperfectos en el aparato son compatibles con la intervención de personal especializado y con el empleo de material de precisión y descarta que haya indicios para atribuir su autoría al vicepresidente segundo

El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante su intervención en una sesión de control al Gobierno en el Senado. E.P./J. Hellín/Pool
El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante su intervención en una sesión de control al Gobierno en el Senado. E.P./J. Hellín/Pool

Los daños hallados en la tarjeta SIM del teléfono sustraído a Dina Bousselham, la exasesora de Pablo Iglesias, fueron provocados por "el lijado de la cubierta protectora" que "sería compatible con un intento de recuperación del contenido de la memoria" con una técnica que coincide con la "empleada por los laboratorios especializados" en este tipo de trabajos, ya que para realizarlos se utilizan herramientas específicas como lápices de fibra de vidrio o, también, lijas de "grano muy fino", según concluye un informe de la Policía Científica remitido al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional dentro de las pesquisas para aclarar lo ocurrido con ese objeto.

El informe pincha el globo del enésimo caso Podemos (van más de doce, todos archivados a la espera de ver cómo terminan Éste, el de las cuentas y el nonato de las actividades de la consutora Neurona), en el que Iglesias dejó de figurar como perjudicado por las supuestas contradicciones sobre el momento en el que entregó a Bousselham la tarjeta y las condiciones en las que ésta se encontraba.

Nunca ha estado imputado, si bien la Fiscalía, ante la posibilidad de que hubiera podido ser él el autor de los desperfectos en la pieza, pidió retirarle la condición de perjudicado que ostentaba desde la apertura de la causa, al existir indicios de que la información extraída de esa tarjeta había sido utilizada para atacarle. Nada más.

Sin embargo, eso no impidió que, en las tradicionales exageraciones de la narrativa mediática sobre Podemos, algunos medios de la derecha afirmaran que la tarjeta había sido destruida, cuando es necesario un microscopio para identificar los daños causados en ella, e, incluso, especularan con que alguien había utilizado un microondas para destrozarla. ¿Tendría algún sentido dársela a su propietaria después de haberla achicharrado? ¿Habría podido estudiarla alguien en ese estado?

Una copia en manos de Villarejo y otra en las del Grupo Z

Iglesias sostiene que la tarjeta, una copia de cuyo contenido apareció en un pendrive en poder del excomisario José Manuel Villarejo mientras un responsable del extinto Grupo Z le hacía llegar a él otra que poseía Interviú, funcionaba correctamente cuando se la entregó a su exasesora, mientras que esta aseguró en su segunda declaración que para entonces, seis meses después de haberla recibido su entonces jefe, ya estaba dañada y que por eso recurrió a una empresa de Gales que no pudo recuperar los datos.

El móvil en el que iba esa tarjeta, con información confidencial sobre la actividad política de Iglesias y personal de su titular, le había sido sustraído en un centro comercial unos meses antes a Bousselham, que acaba de pedir el interrogatorio de cuatro exaltos cargos policiales para aclarar lo sucedido.

Su contenido apareció luego parcialmente publicado en algunos medios.En este punto, el informe sobre los daños en la tarjeta resulta clave en la investigación. Y ese dictamen resulta exculpatorio para Iglesias, a quien según los especialistas en criminalística tecnológica (ingeniería e informática) de la Policía Científica no se puede atribuir la autoría de los mismos.

Fuentes de Podemos señalaron que el informe "pondría la investigación en la dirección correcta".  "Nadie entiende el empeño y la cerrazón por dirigir la investigación hacia Pablo Iglesias", añadieron.

Un proceso de lijado con material de precisión

El informe sobre "los daños y las causas u origen" de estos en la tarjeta SIM, fechado el 12 de agosto y al que ha tenido acceso Público, señala que "no existen fracturas externas sobre la superficie" y sí "una zona que puede haber sido sometida a un proceso de lijado" que se localiza exactamente en los "puntos de lectura directa sobre la memoria", lo que apunta a una manipulación profesional e invita a descartar otra de carácter grosero.

Los criminalistas, cuyo estudio microscópico de esa parte de la tarjeta confirmó la rotura de los circuitos de la misma, intentaron acceder a ella por dos métodos distintos sin que fuera posible "realizar la lectura del chip de memoria" al haber producido el lijado daños en el itinerario de una señal "obligatoria para el funcionamiento del protocolo de lectura".

Ese tipo de lijado, que "deja al descubierto los puntos de conexión directa a la memoria de la tarjeta", sería "compatible con un intento de recuperación del contenido" que "se suele realizar mediante la utilización de un lápiz de fibra de vidrio o bien mediante lija de grano muy fino", señalan los criminalistas de la Policía, que añaden que esa técnica "sería empleada por los laboratorios especializados en recuperación de información de este tipo de dispositivos".

“No se puede determinar si existían daños previos”

"Al no poder realizarse la lectura del contenido de la memoria no se puede determinar si existían daños previos a la discontinuidad encontrada en el vestigio, qué partes están afectadas por los mismos ni el momento en el que se produjeron", concluyen los investigadores.

El encargo del juez a la Policía Científica consistía en elaborar un informe pericial "sobre los daños y las causas u origen que presenta la tarjeta aportada a las actuaciones", por lo que de su resultado dependía la eventual imputación del vicepresidente segundo del Gobierno como presunto autor de un delito de daños informáticos.

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