El PP hace del Senado su trinchera: “Van a ser un rodillo”
Los populares consuman el primer paso para convertir la Cámara Alta en el contrapunto del Congreso, donde tienen mayoría los progresistas.
“Vamos a defender a España desde el Senado, desde los ayuntamientos y desde las autonomías”. Lo dijo Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, el domingo 5 de noviembre en Valencia. Los populares son conscientes de que la Cámara Alta, donde tienen mayoría absoluta, una de sus principales armas para complicar la legislatura a Pedro Sánchez. Eso sí, necesitan, de alguna forma, afilar ese arma. En eso están. Fuentes del Grupo Socialista en el Senado reconocen indignación y preocupación. “Van a ser un rodillo”, deslizan, en conversación con Público.
Durante la jornada de este miércoles, la Cámara Alta ha admitido a trámite una reforma de su Reglamento que permitirá al Partido Popular alargar la tramitación de las proposiciones de ley a voluntad de la Mesa del Senado. En concreto, se modificará el artículo 133, que, todavía ahora (la reforma tiene que pasar por la Comisión y volver a votarse en pleno), obliga al Senado a llevar a cabo sus funciones legislativas como máximo en 20 días en los “proyectos declarados urgentes” tanto por el Gobierno, como por el Congreso de los Diputados.
El PP, con todo, quiere dominar más los tiempos legislativos. En ningún caso podrá evitar, desde el Senado, que se apruebe una ley, pero sí podrá retrasar los procesos a voluntad, cuando se trate de proposiciones de ley. Como máximo, eso sí, dos meses. La cuestión tiene trascendencia desde el minuto uno, habida cuenta de que la reforma ‘exprés’ que plantean los populares —duramente criticada por la bancada progresista— les permitirá actuar cuando se presente, salvo monumental sorpresa, la ley de amnistía que el PSOE ha pactado con ERC y está negociando con Junts per Catalunya, siempre y cuando se haga por la vía de la proposición de ley,
Fuentes del PSOE hablan de “bunkerización” del Senado. Durante el día de hoy, los socialistas han intentado que se reconsiderara la reforma del Reglamento que propone el PP por varias razones. Una, de fondo: “Están utilizando el Senado para sus intereses partidistas”. Otra, de forma. “Esta reforma ‘exprés’ no respeta el Reglamento de la Cámara ni la Constitución”, aseveran. Además, también aluden a dos sentencias del Tribunal Constitucional (TC).
Ahí está una de las grandes claves del asunto. Lo ha dicho durante el pleno Eva Granados, portavoz socialista del Senado, e insisten en ello fuentes de la formación: el artículo 90 de la Constitución.
El artículo 90 de la Constitución
“El plazo de dos meses de que el Senado dispone para vetar o enmendar el proyecto se reducirá al de veinte días naturales en los proyectos declarados urgentes por el Gobierno o por el Congreso de los Diputados”. Lo pone así de claro en la Carta Magna. Granados ha concretado que la Constitución no solo se refiere a “proyectos de ley”, sino también a “proposiciones de ley” citando una sentencia del TC de 2002.
Desde el entorno socialista de la Cámara Baja afean que el PP considere, así lo explican a Público, que el Senado es suyo. “El Congreso, vuestro; el Senado, nuestro. Eso es lo que piensa el PP”, señalan fuentes parlamentarias socialistas. En una publicación en la red social X, la portavoz Granados lo ha resumido así: “Se consuma un nuevo atropello del PP”. Además, ha ampliado: “Ponen el acelerador: ni respetan plazos, ni escuchan a la Junta de Portavoces. Se saltan el Reglamento del Senado y la Constitución solo para dificultar la formación de un Gobierno progresista”.
Ese es, para el PSOE, el principio de todo: el Partido Popular no acepta el resultado de las elecciones. Por su parte, fuentes populares se desmarcan de las críticas. “Le queremos dar protagonismo al Senado, eso es todo”, zanjan.
En cualquier caso, la del Partido Popular no ha sido la única propuesta de reforma del Reglamento que se ha presentado durante este miércoles. El Grupo Republicano, compuesto por Esquerra Republicana y EH Bildu, ha registrado la suya propia. Josep Maria Reinu, portavoz adjunto de los independentistas catalanes, se ha sumado a las críticas del PSOE y ha deslegitimado la reforma propuesta por los conservadores. “La voluntad de bloqueo del PP sobre una eventual proposición de ley de amnistía”, ha clamado, “ya muestra, a las claras, que la finalidad de la reforma planteada es el uso partidista de las instituciones”.
No obstante, ha sido la iniciativa popular, gracias a su mayoría absoluta, la que ha prosperado.
La ofensiva del PP va a más
El PP ya ubicó en el Senado una estación de la particular gincana contra la amnistía que organizó entre septiembre y octubre. La pata institucional de aquel carrusel, que tuvo como acto central el encuentro de presidentes populares delante del madrileño Wizink Center, fue la Cámara Alta y, en concreto, la Comisión de Comunidades Autónomas. Aquel 19 de octubre desfilaron por el Senado 12 presidentes autonómicos del PP para cargar contra la amnistía. Ahora, la ofensiva se ha acelerado.
Fuentes parlamentarias progresistas avisan de que una reforma del Reglamento no es poca cosa y de que el asunto de la amnistía pasará, pero que la reforma quedará ahí. Por eso dicen que el PP “va a ser un rodillo”. Con su mayoría, “van a hacer lo que quieran con la institución”.
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