Este artículo se publicó hace 2 años.
El PSOE andaluz eleva el tono contra Moreno y se prepara para la batalla electoral
Espadas renueva el grupo parlamentario y busca el apoyo de los alcaldes.
Sevilla-
El PSOE de Andalucía, después de haber cerrado la etapa de 37 años de Gobierno con el relevo de Susana Díaz, la última presidenta socialista de la Junta, por Juan Espadas, afronta ahora la hora de la verdad. Los inminentes comicios en la Comunidad más poblada medirán el liderazgo de Espadas y darán pistas sobre la posibilidad de reeditar un Gobierno de izquierdas en España.
El resultado del PSOE en Andalucía siempre ha sido clave para apuntalar a los presidentes y no será diferente con Pedro Sánchez. Los socialistas, aunque fueron el partido más votado, vienen de obtener en las autonómicas de 2018 el peor resultado de la serie histórica, con 33 escaños de 109, lo que unido a la abstención de la izquierda y la irrupción de Vox, permitió una mayoría de derechas por primera vez en la historia de la autonomía.
Los resultados de las próximas elecciones definirán el liderazgo de Espadas, legitimado por el voto de la militancia en unas primarias, pero a quien un mal resultado podría dejar en una precaria situación en el partido. Como ya comprobó Díaz, en el PSOE andaluz no ser al mismo tiempo presidente de la Junta tiene sus complicaciones.
Las últimas encuestas dibujan un escenario, de hecho, malo para la izquierda en Andalucía. Sin embargo, en los cuarteles generales del PSOE y de Unidas Podemos no dan la batalla por perdida. Además de dar razones y quitarlas en la escena nacional, la gran pregunta de estos comicios, que será respondida cuando decida el presidente Juanma Moreno (PP) es si el cambio de Gobierno que alumbraron por sorpresa las elecciones de 2018 obedecieron a –ocultas hasta entonces– corrientes de fondo que han traído cambios sociales relevantes, o, por el contrario, el electorado andaluz votó entonces en una coyuntura muy particular y sigue siendo mayoritariamente de izquierdas. Dicho de otra manera: ¿Podrá el PSOE de Espadas recuperar la credibilidad perdida después de 37 años y con dos expresidente a la espera de que el Supremo confirme o no sus condenas por el caso de los ERE?
Los socialistas han activado ya del todo el modo electoral. La vicesecretaria general de Espadas, Ángeles Férriz, y el portavoz Mario Jiménez han elevado el tono contra Moreno y su gabinete, con Elías Bendodo, el consejero de la presidencia y número tres del PP de Alberto Núñez Feijóo en el punto de mira. "No le vamos a reír las gracias a Moreno", afirmó esta semana Espadas. Así, los socialistas han llevado a la Fiscalía el modo de contratar empleados públicos que el Gobierno utilizó durante una parte de la pandemia: el primero que enviaba un email, lograba el puesto.
Esto fomentaba el enchufismo, según el PSOE, y ha sido tumbado por tribunales del ámbito administrativo ante su manifiesta vulneración del "derecho de igualdad ante la Ley, junto con los principios de mérito y capacidad". La Junta ya ha rectificado esta práctica y está aplicando en todos sus términos los fallos judiciales contrarios.
También, al calor del caso de los comisionistas Luceño y Medina en Madrid, han tratado de extender un manto de sospecha sobre las contrataciones que efectuó el Gobierno de mascarillas y productos sanitarios durante la crisis del coronavirus.
Renovación en las listas
Estos días, los socialistas, ante la hipótesis de una elecciones a finales de junio, andan en la tarea de ultimar las listas electorales. Habrá una profunda renovación del grupo parlamentario en la Cámara –varios consejeros de Susana Díaz, como Rosa Aguilar, Antonio Ramírez de Arellano y su vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, ya han anunciado que dejan el Parlamento– y habrá muchas caras nuevas.
Espadas quiere dar un paso hacia el futuro y pasar página, eso sí, sin causar mayores desperfectos. Esta semana atendió a los medios en Córdoba junto a Aguilar y le pidió que ayudase desde donde fuera. Esto vale para el resto de socialistas que dejarán la primera línea de batalla.
El ambiente, de momento, es de expectante cortesía en el partido, según las fuentes consultadas. La victoria de Espadas en las primarias y el apoyo de Pedro Sánchez, además de la resolución de los congresos provinciales, le permite a Espadas acudir a las urnas con un partido más implicado que el que tuvo Díaz en 2018, muy dividido, pero que es muy escéptico respecto a sus posibilidades reales de victoria.
La idea de los estrategas del PSOE es apoyarse en los alcaldes, que en Andalucía son más de 450 y ya se implicaron con el asunto sanitario, y aprovechar el conocimiento de Espadas, como exalcalde de Sevilla, de la realidad municipal. "Sé, como alcalde que he sido, que la Junta debe comprometerse más con los recursos que transfiera a las entidades locales", asegura Espadas.
"Vamos a tope. Renovación y campaña con máxima presencia municipalista. El PSOE va a echar el resto y le dará la vuelta a las encuestas", resumen la situación fuentes de la dirección socialista. El secretario general, aunque su proyecto es a medio plazo, sabe perfectamente que se la juega en estos comicios. Un mal resultado en Andalucía acompañado de un buen resultado del PP –y de Vox– hipotecará a todo el PSOE –y por ende, a todo el bloque de la izquierda– después de Madrid y Castilla y León.
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