El PSOE trabaja para reconducir sus relaciones con ERC de cara a la negociación de los Presupuestos

Los 13 diputados de ERC en el Congreso han participado de manera activa en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) tanto de 2022 como de 2021. El Gobierno logró sacar adelante sus cuentas públicas "en tiempo y forma", como señalan estos días desde Moncloa. La intención este año es seguir la misma senda. Y pese a la llamada "geometría variable" que ha desarrollado en algunas ocasiones significativas el Ejecutivo de Pedro Sánchez, el PSOE sigue contando con los republicanos catalanes entre sus socios habituales. 

Así lo destacan fuentes de la dirección socialista en Ferraz a Público, "convencidos" de que las negociaciones con ERC llegarán a buen puerto. En el PSOE son conscientes de que las relaciones con este partido a raíz del estallido del 'caso Pegasus' no pasan por su mejor momento. Aunque a la vez se preguntan cuándo no han sido difíciles. En este sentido recuerdan la dureza en diferentes negociaciones, sin ir más lejos las de los propios PGE de 2022. 

Pero sin restarle relevancia al malestar de los republicanos catalanes aseguran que la interlocución y los contactos siguen siendo habituales. En este sentido, según fuentes de la dirección del PSOE, esta misma semana hay previstas conversaciones para tratar de limar posibles asperezas provocadas por votaciones diferenciadas desde que se conociera el espionaje a independentistas. 

ERC votó ya en contra de la reforma laboral, antes de conocerse el 'caso Pegasus'. Es uno de los ejemplos que ponen en la dirección del PSOE para señalar las dificultades surgidas con este grupo. Ya con el espionaje en primera línea política, el partido ha votado en contra del decreto anticrisis (en reprimenda directa al Gobierno por el espionaje), así como a la Ley Audiovisual. 

Justo este martes, el partido que lidera Gabriel Rufián en el Congreso ha votado diferente a los socialistas tanto sobre el impuesto a las grandes fortunas presentado por UP como en la ley para abolir la prostitución, una iniciativa del PSOE. Por delante quedan negociaciones que se prevén complicadas también como la reforma de la 'ley mordaza' o la Ley de Vivienda. 

El análisis que hacen en Ferraz es que en la estrategia de las votaciones de ERC en el Congreso operan muchos factores. Especialmente achacan los vaivenes a la pugna independentista que mantienen con Junts. Unas batallas que les perjudicarían en sus relaciones, según los socialistas. Precisamente este partido, según se supo este martes, preguntará a sus bases si abandonan el Govern de la Generalitat de Catalunya y se plantean abandonar la Mesa de Diálogo en octubre.

Del mismo modo, algunas voces de la dirección socialista recuerdan que ERC tiene muchas almas y que no es lo mismo negociar con según quién. En este sentido, no es ningún secreto que dos de las personas que guardan mejor relación en ambos partidos son Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE, y Rufián. 

En el horizonte de las relaciones bilaterales sigue pendiente también una importante reunión entre Sánchez y el president de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès. Un encuentro que ambos pactaron hace ya un mes pero que no ha llegado todavía. Entre reproches indirectos y "cuestiones de agenda", además de las elecciones en Andalucía, la cita se ha ido posponiendo. 

Diferencias con Unidas Podemos

Los trabajos internos dentro del Ministerio de Hacienda ya se han iniciado, como destacó hace unos días la ministra María Jesús Montero. El siguiente paso será negociar también de forma interna entre los socios de Gobierno. Unidas Podemos ya ha comenzado a mostrar sus diferencias con algunos postulados de los socialistas. Especialmente los referidos al aumento del gasto militar que en el ala socialista justifican como parte de los compromisos adquiridos con la OTAN. 

La fiscalidad será otro de los puntos que provocarán debate interno en la coalición gubernamental. La reforma fiscal, incluida en el acuerdo de coalición, parece haber sido aparcada por el ala socialista alegando que las circunstancias económicas surgidas a raíz de la guerra en Ucrania modifican los planes y hay que ser cautos con las medidas impositivas. En UP no dejarán de dar la batalla económica. Y todo apunta que en ERC tampoco.