La exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo deberá pagar 600 euros por romper la disciplina de voto en la ley trans cuando optó por abstenerse en la votación que tuvo lugar el pasado 22 de diciembre de 2022. El PSOE resuelve así el expediente abierto tras aquella jornada imponiendo a la diputada la multa máxima que prevé su reglamento interno.

Una resolución que Calvo ya intuía a la salida de la votación, no en vano afirmó que "siempre" asume las consecuencias de sus actos, al ser preguntada por la prensa sobre si temía las consecuencias por haberse saltado la disciplina marcada por su partido, cuyo voto fue favorable a la ley.

Calvo reconoció que se trataba de una jornada difícil para ella y que se había decantado por la "opción más compleja". "Es lo que hay que hacer en los días complejos", añadió. Explicó, además, que el sentido de su voto matizando que está "de acuerdo con que exista una ley, pero no esta ley" y que tampoco coincide "con el 'no' de las derechas que no están nunca para proteger a estos colectivos".

La ley impulsada por el Ministerio de Igualdad, y que esta semana prevé aprobarse definitivamente en el Senado, salió adelante después de una tramitación de casi tres meses en la Cámara Baja que ha estado acompañada de polémica desde el principio por la falta de acuerdo entre los socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos.

Una parte del socialismo, liderada por Calvo, se mostró crítica con el texto, especialmente con la autodeterminación de género y sus consecuencias sobre los derechos de las mujeres, aunque se aprobó en el Congreso con el respaldo de 188 votos y la abstención de Calvo.

Carmen Calvo es una diputada de especial relevancia en el Grupo Socialista pues fue vicepresidenta del Gobierno y presidenta del partido, y actualmente preside la Comisión de Igualdad del Congreso.