Un arroz alicantino esperaba, al término del mitin, a los militantes del PP congregados en una explanada junto al puerto de Alicante. No era el único gancho. Todos querían ver a sus líderes, Francisco Camps y Mariano Rajoy, en acción. A su llegada, la gente se los comía a besos.

El acto de campaña tenía un morbo especial. Hace tan solo unos días el presidente de la Generalitat valenciana declaró como imputado por un presunto delito de cohecho ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Su mano derecha, Ricardo Costa, también tuvo que ir a dar explicaciones de cómo había pagado los trajes que supuestamente le había regalado la trama de corrupción de Francisco Correa.

Ayer a ambos se les veía juntos en primera fila. Faltaba Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón. Y estaba Federico Trillo, otra de las personas hacia la que se han dirigido todos los focos esta semana al conocerse que la sentencia del Yak-42 condenaba a tres cargos militares que fueron sus subordinados.

Pero de ese tema no se habló. Rajoy prefirió centrarse en lo que, según algunos de los teloneros, es 'una campaña de acoso y derribo'. El líder del PP recalcó que su partido tiene 'una gran capacidad de resistencia' y no dudó ni por un instante en dar todo su apoyo a Camps. 'Querido Paco los Torquemada del siglo XXI, que los hay y muchos en la política y en sus aledaños, esos que disfrutan siéndolo, que presumen de democrátas y liberales pero tienen una mentalidad totalitaria se van a llevar un gran berrinche el 7-J porque vamos a ganar las elecciones', proclamó.

Y por si a alguien no le había llegado claro el mensaje, Rajoy puso la mano en el fuego por su compañero: 'Paco, estamos contigo, como siempre'. Además vaticinó que todo lo que está ocurriendo terminará siendo 'una historia feliz'. E insistió en que 'esos inquisidores' que tienen 'una crueldad infinita y no tienen razón ni corazón' se llevarán un 'disgusto' por la derrota en las europeas.

El resto fue más de lo mismo. Todos los que intervinieron se mostraron firmes defensores de Camps. La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, se había encargado de romper el hielo: 'Pase lo que pase y digan lo que digan, presidente, aquí estamos contigo', le dijo desde el escenario.

También el líder provincial, José Joaquín Ripoll, quiso insuflar a sus dos jefes 'aliento y ánimo'. El dirigente conservador, un zaplanista de toda la vida, se encargó de recordar que su tierra era 'la primera provincia en número de militantes de toda España'. Por su parte el europarlamentario, José Manuel García-Margallo, pidió que se votara al PP, entre otras cosas, por Camps y afirmó que todo lo que estaba saliendo del caso Gürtel que afectaba a su formación era 'absolutamente injusto'. Además, comparó la situación con el caso del Lino con Loyola de Palacio y con el caso Salmón de José Manuel Soria.

Camps, durante su turno, dio las gracias a todos 'por su presencia y cariño'. Sobre todo a Rajoy a quien ensalzó como 'nuestro gran capitán'. 'El del gran barco que entre todos hacemos que navegue por las mejores aguas', comentó en un arranque bucólico. 'Tio Paco' o 'El curita', los alias con los que ha sido bautizado últimamente, presumió de que en su partido habían 'aguantado como jabatos'. 'No nos vamos a doblegar', advirtió tal y como viene haciendo desde hace días.

Luego fiesta. Pancartas de 'Camps, estamos contigo' y, de fondo, mucha música. Como 'Paco, Paco, Paco', la famosa canción de Encarnita Polo que ha sido versionada con un coreografía de Beyonce.Y todo en un escenario, en el mismo en el que en octubre del año pasado se celebró la inauguración de la Copa de vela Volvo Ocean Race, un acto que fue adjudicado a Orange Market y que gestionó Álvaro Pérez 'El Bigotes'.

'Zapatero, embustero'

Ataque: Desde la precampaña, Mariano Rajoy ha denunciado que el Gobierno socialista ha 'ocultado' la realidad y 'engañado' a los españoles . Es el hilo conductor de la mayoría de sus discursos.

Contra los ministros

Objetivo: También ha puesto en práctica lo que tan buen resultado le dio en las elecciones gallegas donde cargó contra Mariano Fernández Bermejo hasta obligarle a dimitir de Justicia. Ahora está tratando de minar a la ministra de Defensa, Carme Chacón, por la visita de unos niños al cuartel militar de Hoyo de Manzanares donde había varios afectados por la gripe A.

Las armas arrojadizas

Reproches: La crisis económica y el número de desempleados son sus armas arrojadizas. Le sirven para echar en cara a Zapatero que no ha hecho 'nada' en estos años y que todas las medidas que ha puesto en marcha son 'improvisadas'. La solución: 'poner en marcha un plan similar al de 1996'.

Adelanto y a la moncloa

Futuro: En todos los mítines del PP suena ya que, si el 7-J ganan, pedirán un adelanto electoral. Es una idea que el PP combina machaconamente con la de que Rajoy será el futuro presidente de Gobierno. El líder del PP se lo dice a sí mismo y promete a sus compañeros un futuro halagüeño. Ayer se mostró convencido de que Camps volverá a ser presidente de la Generalitat.