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Rajoy firma acuerdos con Rivera que sabe que no podrá poner en marcha

Las reformas legislativas que requieren muchas medidas incluidas en el pacto firmado necesitan la complicidad de otros grupos parlamentarios, incluso de mayorías cualificadas como la reforma del Consejo General del Poder Judicial.

El jefe del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se estrechan la mano durante la reunión de sus respectivas delegaciones-.EFE/Sergio Barrenechea

JUAN ANTONIO BLAY

MADRID.- Mariano Rajoy y su grupo parlamentario han ratificado este domingo un acuerdo con Albert Rivera y Ciudadanos para sumar a la formación naranja a su investidura a sabiendas de que nunca lo podrá poner en marcha. La mayoría de las 150 medidas comprendidas en el acuerdo requieren profundas reformas legislativas que han de ser aprobadas por una mayoría del Congreso que PP y Ciudadanos no alcanzan.

El acuerdo suscrito, además, se refiere únicamente a los compromisos que debe adquirir el aspirante conservador en su discurso de investidura. No es un pacto de gobernabilidad para toda la legislatura en caso de que Rajoy lograse ser investido y pudiese formar un Gobierno, según han recalcado de forma tajante desde Ciudadanos.

Por lo tanto, cada una de las medidas recogidas en el pacto suscrito este domingo deberían encauzarse a través de proyectos legislativos por parte del Ejecutivo que, de entrada, se deberían pactar con Ciudadanos y estar supeditados a las modificaciones que introdujese la formación naranja. Pero el concierto de Ciudadanos no sería suficiente para acabar publicándose en el BOE.

Algunas reformas requerirían profundas modificaciones legislativas dada la trascendencia que conllevan. Por ejemplo, la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), una de las medidas “estrella” del pacto. Al tratarse de una ley orgánica requiere de la mayoría absoluta. Lo mismo ocurre con la reforma de la ley electoral vigente para hacer posible la elección directa de los alcaldes, otro de los acuerdos más llamativos.

En cualquier caso, sea cual fuere la iniciativa legislativa destinada a aplicar alguna de las medidas contenidas en el pacto firmado, aunque pudiese partir del grupo parlamentario de Ciudadanos, requeriría el concierto de terceros grupos para garantizar su aprobación, una posibilidad que se presenta harto complicado con la compleja composición de la cámara baja. La mayoría absoluta del PP en el Senado, por lo demás, no serviría para nada porque todas las modificaciones que son introducidas en la Cámara alta deben ratificarse en el Congreso de los Diputados.

En su comparecencia ante los periodistas tras la firma del acuerdo por parte de los portavoces parlamentarios del PP y Ciudadanos, Rajoy se ha mostrado fiel a sí mismo. “Se ha hecho un buen trabajo. España necesita un Gobierno en plenitud de funciones porque el objetivo del PP mío es consolidar el crecimiento económico, mantener la competitividad de la economía y seguir con la creación de empleo”.

Y ha continuado con su presión sobre el PSOE, aunque ha evitado citarlo. “Con 170 apoyos es posible (lograr su investidura). Otras investiduras se han conseguido con menos”, ha resaltado. Para lograr ese objetivo, ha añadido, “solo falta que otros cumplan con su obligación“, en clara referencia al líder socialista, Pedro Sánchez, con quien ha concretado una cita para este lunes a última hora de la mañana.

Rajoy no ha querido concretar qué es lo que le va a plantear al líder socialista más allá de la obviedad: “Le diré que el PP dispone de 52 escaños más que el PSOE y que estamos en una situación de excepcionalidad (para pedirle su abstención)”. Tampoco ha aclarado si está dispuesto a repetir como aspirante a otra sesión de investidura en el caso de que el viernes próximo no sea investido como presidente del Gobierno. “Quiero ser perseverante”, se ha limitado a decir.

Previamente, Rivera se ha reivindicado como artífice de la renovación del panorama político al defender el papel de Ciudadanos como el elemento imprescindible para hacerlo posible.- Y en este contexto ha hecho un llamamiento al PSOE para que haga posible que las medidas del pacto con el PP se lleven a efecto. “Cien de las 150 medidas de este acuerdo ya estaban en el acuerdo que suscribimos en febrero con el PSOE”, ha argumentado.

En el trasfondo del pacto el PP puede presumir de sumar 32 escaños –aparte del de Coalición Canarias que se da como seguro– en la votación para la investidura del candidato Mariano Rajoy. Una cifra muy cercana a la mayoría requerida. Además, no ha dado su brazo a torcer en la exigencia del contrato único o en la desaparición de las diputaciones, entre otras exigencias de Ciudadanos.

Por su parte, Ciudadanos ha logrado colocar “una agenda social” que comprende el salario complementario, vía IRPF, para las rentas más bajas, así como su mayor logro: revisar la letra pequeña de la amnistía fiscal del ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, para recuperar tributaciones exentas. También ha conseguido que el PP firme la creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre la financiación presuntamente ilegal del PP y la separación de cargos políticos investigados por corrupción, aunque en este caso con limitaciones.

El alcance del pacto firmado este domingo es, por otra parte, más limitado que el que suscribieron el pasado mes de febrero entre Pedro Sánchez, entonces aspirante socialista a la investidura, y Albert Rivera. Fue la primera negociación en serio entre dos formaciones políticas tras la ruptura del bipartidismo que dictaminó la jornada electoral del 20-D.

Aquel acuerdo, suscrito en medio de una escenificación de gran solemnidad, reflejaba un compromiso de gobernabilidad para el caso de que Sánchez hubiera logrado ser inquilino de La Moncloa. Con casi el doble de medidas concretas, el acuerdo de hace seis meses tenía un contenido más social y contemplaba la reforma de las diputaciones, entre otras diferencias.

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