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Rajoy pincha en Madrid: ni con el padre del opositor venezolano Leopoldo López llena la plaza

El presidente del Gobierno, apoyado por Esperanza Aguirre, alerta sobre los pactos de partidos que para lo único que "piden el voto" es para "echar a la lista más votada"

El candidato del PP, Mariano Rajoy, durante el acto central de su partido que se ha celebrado hoy en la plaza de toros de Las Rozas (Madrid). EFE/JuanJo Martin

ANA PARDO DE VERA

Lugar: Plaza de Toros (Las Rozas, Madrid)
Intervinientes: Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid; Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Mariano Rajoy.
Asistentes: unas 3.500 personas en un aforo de 4.300
Incidencias: Esperanza Aguirre confensando públicamente el ataque de pánico de la cúpula del PP al ver que no se llenaba la Plaza de Toros de las Rozas. El mitin empezó con 20 minutos de retraso pero el recinto no se llenó.

MADRID.- El presidente del Gobierno tuvo su peor mitin de los ocho días de campaña, precisamente, en el que había sido uno de los principales feudos del PP junto a la Comunitat Valencia, el territorio madrileño. Mariano Rajoy no logró completar un aforo de 4.300 personas (se quedó en unas 3.500) en la Plaza de Toros de Las Rozas, municipio gobernado por el PP.

El 'pinchazo' en el único mitin que dará Rajoy en Madrid aparte del de clausura de la campaña, el viernes 18, coincide además con la publicación este domingo 13 de varias encuestas que recogen la caída de apoyos del PP en los territorios madrileño y valenciano. Pero también ha tenido Rajoy su momento amargo al saberse que sus rivales de PSOE, Podemos y Ciudadanos habían cumplido con sus altísimas expectativas.

Aguirre ya advirtió durante su intervención: "Estábamos muy agobiados porque no os sentabais y veíamos que no llenábamos...", sostuvo, aunque cuando la gente se acomodó en sus sillas, las 'calvas' en las gradas confirmaron lo peor: Madrid se le escapa al PP de las manos o, al menos de momento, de los sondeos.

Ni siquiera la presencia muy aplaudida por los asistentes de Leopoldo López Gil, padre del opositor venezolano encarcelado al que el Gobierno concedió la nacionalidad española en el Consejo de Ministros de este viernes, levantó los ánimos de un Rajoy un poco más apagado que en otras ocasiones, que repitió su discurso habitual sobre los dos millones de empleos que creará en la próxima legislatura si le vuelven a dar la confianza.

Como sus antecesora en el uso de la palabra, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, el líder conservador alertó sobre los pactos de partidos que para lo único que "piden el voto" es para "echar a la lista más votada", la del PP, al menos, según todos los sondeos y aunque los de este fin de semana empiezan a recortar distancias entre todos.

El presidente del Gobierno acaba con este acto la primera de las dos semanas de campaña. Esta tarde y el día de mañana, Rajoy dedicará las horas a preparar el debate con el líder de la oposicion, Pedro Sánchez, el único al que se ha prestado el candidato conservador y que cobra, por tanto, especial relevancia en su campaña.

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