Este artículo se publicó hace 4 años.
Redes socialesUna censora israelí entra en el 'Tribunal Supremo' de Facebook
Emi Palmor ha entrado por la puerta grande en la Dirección de Supervisión de Facebook, un órgano que se encargará de decidir, sin apelación posible, qué contenidos son aptos o no aptos para que aparezcan en esa popular red social. El problema es que Palmo
Eugenio García Gascón
Jerusalén-
Con el fin de mejorar su imagen y acallar las críticas, el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció el 6 de mayo la creación de una Dirección de Supervisión que se encargará de controlar los mensajes que no cumplan los requisitos mínimos para aparecer en la popular red social que tiene cuentas en todo el mundo.
Zuckerbeg definió la Dirección de Supervisión como un "Tribunal Supremo" que estará integrado por 20 miembros de distintas nacionalidades, que luego se ampliará a 40 miembros, y que tendrá la última palabra a la hora de tomar decisiones vinculantes sobre cualquier contenido específico, es decir, decidirá si un contenido puede publicarse o debe suprimirse en Facebook o en Instagram, otra de las compañías que pertenece al gigantesco conglomerado de Zuckerberg, y nadie tendrá derecho a apelar las decisiones de ese Tribunal Supremo.
Uno de los nombramientos, el más controvertido hasta ahora, es el de Emi Palmor, una israelí que durante años ha luchado en las redes sociales contra los palestinos, limitando la libertad de expresión a favor de Israel. Su presencia en la Dirección de Supervisión ha causado consternación entre los palestinos y ha suscitado el fantasma de que el órgano supremo de Facebook no será neutral en lo tocante a Palestina.
Esta abogada de 53 años ha trabajado durante los últimos cinco años en el ministerio de Justicia israelí a las órdenes de Ayelet Shaked, una política reconocida internacionalmente como perteneciente a la extrema derecha, líder del partido La Casa Judía, una formación ultranacionalista y religiosa que entre su electorado cuenta con el sustento básico de los colonos judíos más radicales de la Cisjordania ocupada.
Los medios locales han indicado que entre 2014 y 2019, una de las tareas de Palmor consistió en supervisar a los palestinos que utilizan las redes sociales, especialmente Facebook, y en controlarlos electrónicamente. Según el periodista francés Jean Stern, que colabora con la revista La Chronique de Amnistía Internacional, Palmor participó en 2016 en la creación de la "Cyber Unit", una unidad que se dedicaba a suprimir, limitar y suspender contenidos palestinos en Facebook.
El trabajo de censura de Cyber Unit se ha dirigido contra millares de cuentas palestinas. La organización de derechos humanos palestina-israelí Adalah, que tiene su cuartel general en la ciudad de Haifa, dijo al portal New Arab que esa unidad "se dedica deliberadamente a suprimir decenas de miles de mensajes palestinos, imponiendo severas restricciones sobre la libertad de expresión y opinión, especialmente en lo tocante a Palestina".
Según Adalah, en 2017, el segundo año de trabajo de Palmor en la Cyber Unit, la unidad retiró un 500% más de mensajes que el año anterior. En 2018, el número de mensajes retirados fue de 14.285. La impresión de Adalah es que en el mismo periodo Cyber Unit no realizó un trabajo similar en cuanto a la constante incitación contra los palestinos que llevan a cabo israelíes radicales, especialmente colonos.
Algunos grupos palestinos han denunciado las actividades de Palmor contra la libertad de expresión y "la censura de los defensores de los derechos humanos, especialmente las voces palestinas, árabes y musulmanas". Consideran que su nombramiento para formar parte del Tribunal Supremo de Facebook es una mala noticia para los derechos humanos y para la libertad de expresión.
Mark Zuckerberg ha destinado 130 millones de dólares a la Dirección de Supervisión, asegurando que será un órgano totalmente independiente de Facebook que se encargará de decidir sobre las demandas que presenten los usuarios para que se saque un contenido o de apelar contra la supresión de un mensaje que hayan quitado los moderadores de Facebook. El órgano también podrá hacer "recomendaciones" sobre qué tipos de contenido no deberían autorizarse.
La estrecha colaboración de Palmor con la exministra de Justicia Shaked, cuyas instrucciones seguía, también ha suscitado más preguntas debido a que Shaked es conocida por sus posiciones antiliberales. Durante su mandato, ha atacado con dureza a los jueces y sobre todo al Tribunal Supremo de Israel, pues considera que sus tendencias liberales no están en consonancia con las ideas cada vez más conservadoras y radicales de los israelíes, de manera que no es ni apropiado ni democrático que jueces liberales gobiernen a su antojo a un Israel cada vez menos liberal.
En medios palestinos se denuncia que el nombramiento de Palmor certifica que el gigante Facebook ha adoptado una posición claramente antipalestina. A principios de junio, los palestinos criticaron que Facebook bloqueará algunas cuentas de activistas palestinos. El think tank de Londres ImpACT que examina los derechos humanos, denunció que Facebook había cerrado un elevado número de cuentas en Oriente Próximo y el norte de África, una situación que podría agravarse cuando empiece a funcionar el Tribunal Supremo de Facebook.
La Dirección de Supervisión "representará a profesionales con puntos de vista variados de la cultura, la política y la religión", dijo Zuckerberg. Dentro del equipo figuran miembros destacados de la sociedad civil de distintos países. Facebook ha presentado a Palmor diciendo que "estableció la Unidad de Coordinación del Gobierno (israelí) contra el racismo, hizo progresar el acceso a la justicia por medio de los servicios y plataformas digitales, y promovió la diversidad en el sector público", una definición que los palestinos consideran que pretende limpiar el pasado de la censora.
En la actualidad Palmor da clases en el Interdisciplinary Center de Herzliya, un bastión académico de la derecha israelí que defiende las políticas del gobierno de Benjamín Netanyahu. Entre los propósitos de la Cyber Unit que Palmor creó en 2016, figura el de "suprimir, limitar o suspender el acceso a cierto contenido, páginas o usuarios".
Para ello, la Cyber Unit se sirvió de numerosos algoritmos creados al efecto con el fin de detectar contenidos "extremistas", solicitándose su supresión directamente sin que estas intervenciones se hicieran públicas, es decir, mediante un proceso no trasparente, justamente lo contrario de lo que dice que quiere hacer el Tribunal Supremo de Facebook, que ha hecho hincapié en la condición de "transparencia".
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