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Rivera asume ya su papel en la oposición y deja la gobernabilidad
en manos del PSOE

El líder de Ciudadanos da por fallido su 'plan A' de crear una gran coalición a tres bandas y cree que la "única" posibilidad de que eche a andar la legislatura es un Gobierno en minoría del PP con la abstención de los socialistas.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se dirige a la rueda de prensa que ha ofrecido hoy tras la reunión de la Ejecutiva Nacional del partido. / Ballesteros ( EFE)

PAULA DÍAZ

MADRID.- Errado el plan A, sólo queda un plan B en el que Ciudadanos no es decisivo. A esa conclusión ha llegado este lunes la Ejecutiva del partido que, pese a insistir en pedir una mesa de negociación a tres bandas con PP y PSOE, ha asumido ya que la "única" posibilidad para que la legislatura eche a andar es con un Gobierno en minoría de los conservadores.

"Si nuestra hipótesis, un Gobierno amplio y de consenso que daría vida a una hoja reformista para España, no nos la compran ni PP ni PSOE, sólo queda el plan B, que es un Gobierno en minoría y que se abstenga el PSOE", argumentó Albert Rivera, dejando en manos de Pedro Sánchez toda la culpa en caso de que se repitan elecciones por tercera vez.

El líder de C's no quiso ni entrar a valorar la posibilidad de llegar a un acuerdo de mínimos con una temporalidad determinada y con la condición de convocar una cuestión de confianza cumplido el plazo marcado. "No creemos que ese sea el mecanismo necesario ahora", valoró, advirtiendo a su vez de que un Gobierno en minoría con los 137 escaños del PP puede terminar en cualquier momento. "Tendrá que tener permanentes apoyos en la oposición. Estar en minoría merece negociaciones permanentes, que es algo que nunca se ha dado en España. En ese escenario nada impide que ese Gobierno dure uno, dos o cuatro años", advirtió.

Y Rivera volvió a toparse de nuevo con la realidad. "En ese caso, nosotros no sumamos [tienen sólo 32 escaños], pero estamos dispuestos a liderar reformas, tema a tema, ley a ley y ver cómo se apoyan o no nuestras propuestas", dijo, asumiendo ya su papel en la "oposición responsable".

En Ciudadanos aspiraban a mantener los 40 diputados que consiguieron el 20-D para seguir siendo decisivos en los pactos postelectorales pero las urnas, que devolvieron al PP buena parte de las papeletas que se habían teñido de naranja, les dejaron en una posición insignificante para tal fin. Aun así, Rivera intentó mantenerse en la batalla al tomar la iniciativa para crear una mesa de negociación a tres, pero tanto Rajoy como Sánchez ignoraron su propuesta.

"En ese caso, nosotros no sumamos [tienen sólo 32 escaños], pero estamos dispuestos a liderar reformas, tema a tema, ley a ley y ver cómo se apoyan o no nuestras propuestas", dijo, asumiendo ya su papel en la "oposición responsable".

Ahora su nueva estrategia consiste en esperar a que el actual presidente en funciones mueva ficha y sean los socialistas quienes den el primer paso para permitir un Gobierno de Rajoy y paguen el coste electoral que ello supondría. De ser así, Rivera se mantendría, por una vez, fiel a su palabra y sus 32 diputados votarían 'no', como prometió en campaña.

Según el presidente de C's esa postura "no ha cambiado" ni siquiera aunque dentro de la Ejecutiva haya al menos una voz discordante respecto a ese veto. El eurodiputado Javier Nart no era partidario de enfocar la campaña electoral en esa dirección, pero para Rivera "la situación es la misma" que entonces. Está dispuesto a escuchar a Rajoy cuando le llame, pero mantiene su 'no' a su investidura como presidente.

Y, pese a todo, comparte culpas entre PP y PSOE ya que da por muerto su antiguo pacto con los socialistas. "Seguimos esperando a que quien quiera gobernar mueva ficha. Creemos que la mesa a tres es la única que puede dar estabilidad, pero es que tampoco está en marcha la posibilidad de ese Gobierno en minoría más débil", se quejó Rivera. Sea como sea, "es el PSOE quien tiene la clave del desbloqueo de la legislatura", agregó. "No hay suma posible sin su abstención", añadió, rechazando otras opciones inviables como la posible suma de PP (137 escaños)- C's (32)- PNV (5)- CC (1)-Nueva Canarias (1).

Una suma que Rivera no baraja, como tampoco baraja su apoyo o abstención a su propuesta de gran coalición si es con Rajoy. PP y PSOE suman solos 222 escaños, muchos más de los 176 necesarios para la mayoría absoluta y suficientes con la abstención socialista para quenlos consevadores obtengan más síes que noes en una segunda votación. C's se quedará entonces en su cómoda postura: "Como no somos decisivos, no depende de nosotros que haya Gobierno", insistió Rivera.

De hecho, tampoco quiso valorar que el PP pueda tentarles cediéndoles puestos en la Mesa del Congreso (por el sistema de votación de elección de la misma los escaños de C's no serían suficientes para entrar en el máximo órgano de decisión de la Cámara baja) a cambio de su apoyo para gobernar. "Creemos en el principio de pluralidad, en que los principales grupos parlamentarios tengan representación, pero aún no ha habido conversaciones ni propuestas. Estamos a la espera de que PP y PSOE se pongan en marcha también para eso", zanjó Rivera. No obstante, fuentes de la formación insisten en que no harán trueques de sillones a la hora de negociar la investidura.

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